El gobernador de California, Gavin Newsom, se unió esta semana a los líderes electos del condado de Kern y a funcionarios de la Autoridad Ferroviaria de Alta Velocidad del estado para una ceremonia en la que se golpearon los primeros clavos simbólicos en la tan esperada vía para los trenes de alta velocidad.
«Si quieren ser grande, tienen que ser grande en las cosas grandes», dijo Newsom en el acto celebrado el 6 de enero. «Ésta es la mayor economía de los Estados Unidos de América (…) y ya va siendo hora de que tengamos un sistema ferroviario de alta velocidad en el gran estado de California».
El gobernador se desentendió de las críticas de sus adversarios políticos y de quienes se oponen al proyecto.
«A los cínicos llenos de cinismo que se quedan al margen y no se comprometen, estamos aquí haciendo que esto funcione», agregó Newsom. «Por fin estamos en el punto en el que vamos a empezar a construir esta vía en los próximos dos años».
El grupo también celebró la finalización de los proyectos de construcción destinados a preparar el terreno para el tendido de vías en la parte más meridional de la línea, que inicialmente recorrerá 171 millas entre Merced y Bakersfield y, en última instancia, abarcará 463 millas desde Los Ángeles hasta el Área de la Bahía, además de conectar con otro proyecto previsto entre el sur de California y Las Vegas.
«Hoy estamos reconociendo el progreso del sistema y mirando hacia el futuro mientras avanzamos en importantes asociaciones y trabajos en las vías que nos acercan a las operaciones mientras ponemos a los californianos a trabajar», dijo Ian Choudri, CEO de la autoridad ferroviaria, a través de una declaración.
«Nosotros estamos comprometidos a trabajar en colaboración y, en última instancia, a desarrollar una red ferroviaria de alta velocidad moderna e interestatal que no solo impulsará el número de pasajeros en la parte suroeste del país, sino que pondrá en primer plano la posibilidad de ofrecer beneficios ferroviarios de alta velocidad antes».
Las revisiones medioambientales se completaron, la construcción de las estaciones y las vías está a punto de comenzar y se han creado más de 14,500 puestos de trabajo desde el inicio del proyecto, según un comunicado de la oficina del gobernador.
«Esto está a punto de hacerse muy, muy real», dijo Newsom.
Los pasajeros podrían empezar a utilizar los trenes de alta velocidad a partir de 2030, según las autoridades.
El alcalde de Fresno, Jerry Dyer, declaró que el sistema ferroviario «representa una oportunidad transformadora para Fresno».
«No se trata solo de llevar a la gente a donde necesita ir más rápido, se trata de conectar nuestra comunidad con el resto del estado e impulsar el crecimiento económico que revitalizará nuestro centro y más allá», dijo Dyer a través de una declaración. «Este proyecto es un puente entre el Área de la Bahía, el Sur de California y nuestro vibrante Valle Central, creando nuevas posibilidades para nuestros residentes y empresas».
Los críticos del plan apuntan a sobrecostos y retrasos en la construcción que, en última instancia, costarán a los contribuyentes miles de millones de dólares más de lo que se calculó en un principio.
«Nos estamos quedando sin dinero, ni siquiera hemos terminado la parte del valle, y mucho menos la de San Francisco a Los Ángeles», declaró a The Epoch Times el senador estatal Roger Niello. «No sabemos de dónde va a salir el dinero para terminar el proyecto».
La autoridad ferroviaria del estado reconoció la dificultad de financiar el sistema y dijo en su página web que encontrar el dinero es el «mayor desafío … para la entrega de todo el sistema ferroviario de alta velocidad».
«Me encantaría ver un tren de alta velocidad en California, pero empieza a parecer que no podemos permitírnoslo», declaró Niello.
Las últimas estimaciones del estado sitúan el costo total entre 89,000 y 128,000 millones de dólares, aunque algunos analistas esperan que las cifras aumenten.
Gran parte del respaldo al proyecto procede del programa estatal Cap-and-Trade, que pretende limitar las emisiones de carbono cobrando a las empresas que superen los límites establecidos. Otro dinero procede de fondos estatales y subvenciones federales.
El gobernador reconoció el dilema fiscal, pero se mostró optimista.
«Hemos financiado sustancialmente este proyecto», declaró Newsom. «Sí, hay una brecha, pero no es una brecha que no podamos cerrar».
También agradeció al presidente Joe Biden los más de 6000 millones de dólares que el gobierno federal aportó para el proyecto de tren de alta velocidad y dijo que California está preparada para la administración entrante del presidente electo Donald Trump.
«Nadie es ingenuo sobre los vientos en contra que se nos vienen encima, pero los resistimos hace unos años y pudimos seguir avanzando, y tengo toda la confianza del mundo en que seguiremos adelante», informó Newsom.
Los escépticos sobre la sostenibilidad futura del nuevo sistema ferroviario señalan las propias estimaciones del Estado como prueba de que se necesitarán subvenciones para financiar el funcionamiento del tren.
El último informe bienal de actualización del proyecto de la autoridad ferroviaria, publicado en 2023, redujo en un 25% las previsiones de pasajeros, alegando el descenso del número de pasajeros en California y en todo el país debido a las pautas de trabajo desde casa.
Para 2030 se esperan unos 2,3 millones de viajes al año en el tramo ferroviario de alta velocidad del sistema ferroviario estatal, si se completa el tramo.
Newsom también dio a conocer el Plan Ferroviario del Estado en un documento de 62 páginas el 7 de enero.
Las autoridades pretenden aumentar el número de kilómetros recorridos en California en tren de pasajeros y tránsito desde el 2% de todos los kilómetros recorridos en todo el estado hasta al menos el 20% en 2050, todo ello en trenes de emisiones cero.
Si se alcanza el objetivo, unos 200 millones de kilómetros diarios recorridos por pasajeros se realizarían en sistemas ferroviarios en lugar de autopistas.
«California está construyendo un sistema de transporte limpio para el futuro», dijo Newsom en una declaración. «Nuestra visión es simple: para 2050, todos los californianos deberían poder elegir el ferrocarril como medio para llegar a su destino, cercano o lejano».
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