El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció el domingo por la noche que el estado desplegará otros 1000 miembros de la Guardia Nacional para hacer frente a los incendios forestales que asolan la zona de Los Ángeles desde hace una semana.
Con esta medida, ya son más de 2500 los miembros de la Guardia Nacional que participan en las labores de extinción de incendios, según informó su oficina. Se espera que el resto del despliegue se produzca el lunes.
«Los hombres y mujeres de la Guardia Nacional de California han estado sobre el terreno desde el primer día, no sólo luchando contra los incendios, sino también ayudando con los esfuerzos de seguridad pública en las comunidades devastadas por estos incendios. Les damos las gracias por sus esfuerzos para mantener nuestras comunidades seguras», dijo Newsom en un comunicado.
Las autoridades han confirmado que al menos 24 personas han muerto en la zona de Los Ángeles a causa de los incendios, que han calcinado barrios enteros de la ciudad, donde no se han registrado lluvias significativas en unos ocho meses.
Doce personas estaban desaparecidas en la zona del incendio de Eaton, y cuatro en el incendio de Palisades, según el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna. Luna añadió que «docenas» de informes más podrían haber llegado el domingo por la mañana y que los investigadores estaban conciliando si algunos de los desaparecidos podrían estar entre los muertos. No hay niños entre los desaparecidos, dijo.
El domingo, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió advertencias de bandera roja por las graves condiciones del incendio hasta el miércoles, con vientos sostenidos de 80 km/h y rachas en las montañas que alcanzan los 110 km/h. El día más peligroso será el martes, dijo el meteorólogo del servicio meteorológico Rich Thompson.
Mientras tanto, la directora de la Administración Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) dijo que es probable que más vientos fuertes esta semana causen más incendios, incluso en áreas donde los incendios disminuyeron en los últimos días.
«Lo que estoy escuchando en este momento es que los vientos se están volviendo potencialmente peligrosos y fuertes de nuevo», dijo la administradora de FEMA, Deanne Criswell, al programa “State of the Union” de CNN el domingo.
«Creo que las advertencias de bandera roja se han puesto de nuevo en su lugar, y así que creo que lo más importante que la gente necesita saber es que esto sigue siendo peligroso, y todavía tienen que asegurarse de que están escuchando a sus funcionarios locales para que puedan mantenerse a salvo».
Alrededor de 150,000 personas en el condado de Los Ángeles permanecían bajo órdenes de evacuación, con más de 700 residentes refugiados en nueve refugios, dijo Luna el domingo. Las autoridades dijeron que era poco probable que se levantaran la mayoría de las órdenes en la zona de Palisades antes de que expiraran las advertencias de bandera roja el miércoles por la noche.
Desde el inicio de los incendios, Newsom y los funcionarios locales de Los Ángeles han enfrentado críticas por su preparación y respuesta a los recientes incendios. El presidente electo Donald Trump dijo que habría firmado una orden para bombear agua adicional a California para hacer frente a los incendios, al tiempo que hizo alusiones a las regulaciones que limitan la cantidad de agua que puede ser dirigida desde el Delta de Sacramento-San Joaquín debido a las órdenes de protección en torno a los peces del Delta smelt.
El domingo, Newsom respondió a los comentarios de Trump en una entrevista en «Meet the Press», diciendo que los «embalses del sur de California están completamente llenos» y añadió: «Esa información errónea y desinformación no creo que nos beneficie o ayude a ninguno de nosotros».
Con información de The Associated Press
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