A un gerente del periódico estatal chino Global Times se le negó una visa para los Estados Unidos semanas después de que un proyecto de ley estadounidense sobre derechos humanos que respaldaba a los manifestantes de Hong Kong, se convirtiera en ley.
Hao Junshi, gerente de un nuevo departamento de medios de comunicación en el Global Times, hizo una publicación el 16 de diciembre en Weibo, similar a Twitter en China, diciendo que la embajada de Estados Unidos en China había rechazado su solicitud de visa de no inmigrante, a la que adjuntó una foto de la carta de la embajada. No especificó qué visa había solicitado.
La carta declaraba que Hao «no tenía la calificación para la visa de no inmigrante» y «no pudo probar que las actividades de visita [que] planeó en los Estados Unidos coinciden con el estándar para la categoría de visa que solicitó». Hao tampoco pudo proporcionar evidencia de que tenía que regresar a China después de la visita, según el aviso.
La carta agregaba que Hao no podría apelar la decisión y que, en cambio, tendría que presentar una nueva solicitud.
El rechazo de la visa se produjo poco después de que Estados Unidos promulgara la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong para respaldar a los manifestantes en Hong Kong que han estado saliendo a las calles desde junio para resistir la percibida interferencia política de Beijing.
La Ley contiene disposiciones dirigidas a los medios de comunicación controlados por el estado chino, que incluyen ordenar al Departamento de Estado que considere si un medio de comunicación realizó desinformación o participó en «ataques deliberados y hostigamiento» a activistas prodemocráticos y diplomáticos extranjeros al decidir si otorgan visas de trabajo o de viaje a los periodistas de los medios.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo que no podía comentar sobre la decisión, citando que «los registros de visa son confidenciales bajo la ley de los Estados Unidos».
«Los funcionarios consulares rechazan las solicitudes de visa si un solicitante no es elegible bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad u otras disposiciones de la ley de los Estados Unidos», dijo el portavoz a The Epoch Times en un correo electrónico.
La publicación de Hao atrajo más de 10.000 «Me Gusta» en unas pocas horas, y muchos internautas chinos parecían saborear las noticias.
«No hay posibilidad de respirar el aire de libertad», comentó un usuario.
«Sería anormal si la visa no fuese rechazada», escribió otro.
Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong
La nueva ley también le pide al Departamento de Estado que «informe claramente [a China] que el uso de medios de comunicación para difundir la desinformación o para intimidar y amenazar a sus enemigos percibidos en Hong Kong o en otros países es inaceptable».
La legislación nombra específicamente a los tabloides de Hong Kong Wen Wei Po y Ta Kung Pao como «organizaciones controladas» por el régimen chino.
El grupo de medios Ta Kung Wen Wei, con sede en Hong Kong, propietario de los dos medios, emitió un comunicado un día después de la aprobación de la Ley, calificando las disposiciones de «intrusión grave» para la libertad de prensa.
Los dos medios, así como el Global Times, han enmarcado las protestas en favor de la democracia en una perspectiva negativa, en línea con los puntos de discusión de propaganda de Beijing.
El 20 de noviembre, después de que la Cámara aprobara una versión del proyecto de ley, el Global Times publicó un comentario que decía que la legislación «debería llamarse Ley de Apoyo a la Violencia de Hong Kong».
En otro editorial el 15 de noviembre, el medio acusó a los legisladores estadounidenses que patrocinaban la Ley de «cometer un crimen en Hong Kong» y alentar la violencia.
Ta Kung Pao y Wen Wei Po publicaron con frecuencia artículos y anuncios de primera plana que etiquetaban a los manifestantes como «agitadores», una caracterización utilizada por los funcionarios del régimen y los medios estatales para describir a los manifestantes.
Un día antes del aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre, Wen Wei Po publicó un artículo sugiriendo que los manifestantes estaban planeando una «masacre en toda la ciudad», y agregó que eran «lo mismo que los terroristas que planean ataques suicidas». Los manifestantes, en respuesta, describieron el informe como un intento «desvergonzado» por parte del régimen chino de socavar el movimiento. También detuvieron las manifestaciones por un día el 11 de septiembre en recuerdo de los ataques.
De manera similar, Ta Kung Po causó controversia en agosto, luego de que se publicara una fotografía que supuestamente era de la diplomática estadounidense Julie Eadeh, a quien se vio hablando con destacados activistas de Hong Kong dentro de un hotel. El titular del artículo, que apareció encima de la foto, decía «Fuerzas extranjeras maliciosas interfieren con los asuntos de Hong Kong».
En respuesta, el portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, criticó la divulgación de los datos personales y fotografías de la diplomática. «Los informes oficiales de los medios chinos sobre nuestra diplomática en Hong Kong han pasado de irresponsables a peligrosos», dijo Ortagus en un tuit el 9 de agosto.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo a The Epoch Times en ese momento que el movimiento en curso reflejaba el amplio sentimiento de los habitantes de Hong Kong.
«No es creíble pensar que millones de personas están siendo manipuladas para defender una sociedad libre y abierta», dijo un portavoz del departamento en un correo electrónico.
Video relacionado
¿Terminará Hong Kong como la Plaza Tiananmen?
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.