Empleados de una escuela en Colorado asignaron a una niña a dormir en la misma cama que un niño, según una nueva carta.
A la niña de 11 años se le asignó «dormir en la misma cama con un niño de quinto curso que se identifica como transgénero, sin notificárselo a la niña ni a sus padres», afirman los abogados de Alliance Defending Freedom en una carta del 4 de diciembre dirigida a la superintendente del condado de Jefferson, Tracy Dorland, y a los miembros del consejo escolar del condado.
Los alumnos se encontraban en un viaje a través del país cuando se produjo la situación.
La niña no se enteró de la situación hasta que el chico se lo comunicó, una vez iniciado el viaje.
La niña y sus padres trabajaron para cambiar la asignación. Los acompañantes del viaje aprobaron finalmente la solicitud, pero solo después de decirle a la niña que mintiera sobre el motivo, debido a la política de alojamiento nocturno del distrito escolar, según los abogados que representan a los padres.
Esa política dice que «en la planificación de los arreglos para dormir durante las actividades nocturnas y viajes deportivos, las necesidades de los estudiantes que son transgénero se evaluarán caso por caso con los objetivos de maximizar la integración social del estudiante, proporcionando igualdad de oportunidades para participar en actividades nocturnas y viajes deportivos, garantizando la seguridad y comodidad del estudiante, y minimizando la estigmatización del estudiante».
En la mayoría de las situaciones, «a los estudiantes transgénero se les debe asignar un alojamiento para pasar la noche con otros estudiantes que compartan la identidad de género del estudiante afirmada sistemáticamente en la escuela», según la política. «En ningún caso se exigirá a un estudiante transgénero que comparta habitación con estudiantes cuya identidad de género entre en conflicto con la suya».
La política dice que las «transiciones», o el cambio de género, pueden surgir ya en la escuela primaria.
Según la carta, la niña y otras dos alumnas fueron obligadas a compartir habitación, junto con una cuarta alumna, durante un viaje a Filadelfia y Washington en junio. Ese alumno reveló a las niñas de la habitación que es un niño que se cree una niña.
La niña se sintió incómoda con la idea de acostarse con un chico y llamó a su madre, que también estaba en el viaje pero no era acompañante. La chica se encontró con su madre en el vestíbulo. La madre, Serena Wailes, llamó a un acompañante, que a su vez llamó al director del colegio. El director llamó a los padres del niño, que confirmaron que su hijo era un varón que se identificaba como niña.
Los padres dijeron que su hijo estaba en «modo oculto», según la carta.
Al principio, los acompañantes intentaron que la niña se cambiara de cama en la misma habitación, y la niña accedió. La chica siguió las instrucciones de los acompañantes y dijo a sus compañeros de habitación que quería cambiar de cama para estar más cerca del aire acondicionado. Pero otra chica preguntó entonces al chico si también quería cambiar de cama. Eso hizo que la chica de los Wailes, identificada como D.W., volviera a llamar a su madre. Volvieron a pedir que les asignaran otra habitación.
Los acompañantes accedieron esta vez, pero alegaron que el cambio se debía a que el compañero de habitación estaba enfermo, según la carta.
«En primer lugar, me molestó mucho que la pusieran en esa situación a los 11 años —no creo que sea justo poner a los niños en ese tipo de situación— y, en segundo lugar, que ni siquiera nos informaran que era una posibilidad antes del viaje», dijo la Sra. Wailes al Daily Signal. «Todo el tiempo nos decían: ‘Las chicas en un piso, los chicos en otro, no van a estar en las habitaciones de los demás a menos que esté preaprobado’. Así que estamos pasando por todo este proceso, sin siquiera reconocer que esto es una posibilidad».
También se acusó a un profesor de decir a las tres niñas que estaban asignadas a la misma habitación que un niño que no dijeran a nadie que el niño era un niño, a pesar de que el propio niño había revelado esa información.
Según los abogados de Alliance Defending Freedom, la política del distrito no concede los mismos derechos a todos los alumnos.
Debido a esta política, D.W. «fue colocada en una posición en la que su intimidad y su comodidad no se respetaban, ni siquiera se tenían en cuenta. Se violó su intimidad», afirmaron. «Y luego, para tratar de proteger su intimidad, D.W. tuvo que arriesgarse al aislamiento social porque las autoridades escolares le exigieron que planteara sus preocupaciones sobre su intimidad durante el viaje y delante de otros alumnos y profesores, incluido el alumno transgénero».
La política viola los derechos de los padres, dijeron los abogados. Pidieron una aclaración de la política, incluida la confirmación de que los padres serían informados antes de los viajes patrocinados por la escuela sobre el sexo de los compañeros de habitación de sus hijos.
«Los padres, no el gobierno, tienen el derecho de dirigir la crianza y educación de sus hijos, y eso incluye tomar decisiones informadas para proteger la privacidad de sus hijos. Las escuelas nunca deben ocultar información a los padres, sin embargo, eso es exactamente lo que los funcionarios de JCPS hicieron aquí. Y eso puso a la hija de 11 años de los Wailes en una situación muy difícil en la que tuvo que elegir entre dormir en la misma cama con un niño biológico y defender su privacidad frente a sus profesores y compañeros», dijo Kate Anderson, abogada principal y directora del Centro de Derechos de los Padres de Alliance Defending Freedom, a The Epoch Times por correo electrónico.
«Es comprensible que la familia Wailes pida a JCPS que cese en su práctica de ocultar intencionadamente a los padres información sobre el alojamiento. Todos los padres deberían tener la información necesaria para tomar la mejor decisión para sus hijos», añadió.
Los Wailes tienen dos hijos de cuarto grado que están planeando ir a un viaje similar en 2024 y ya comenzaron a recaudar fondos para ello, según la carta.
Paula Reed, miembro del Consejo Escolar del Condado de Jefferson, declinó hacer comentarios.
Dorland y los demás miembros de la junta no respondieron a las preguntas.
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