Un niño de Michigan que sobrevivió al virus del PCCh después de luchar durante semanas con fiebre excesivamente alta es un ejemplo real de cómo la pandemia está afectando a los niños.
Los padres Ryan y Amanda Schreiber, de Farmington Hills, estuvieron sufriendo desde que su hijo Luke, de 22 meses, registró temperaturas de hasta 107.1 grados Fahrenheit (41.3 grados Celsius). Ahora, los Schreibers están advirtiendo a otros padres que ningún niño es demasiado pequeño para ser dañado por la enfermedad.
Amanda le dijo a The Epoch Times en un mensaje de Facebook que Luke se está recuperando después de su larga batalla con el virus.
«¡Luke tiene su primer día sin fiebre en 21 días [el 22 de abril]!» Amanda comentó. “ Yo todavía tengo una temperatura de 101 grados (38ºC) con problemas respiratorios en los que estoy trabajando. Somo muy afortunados».
El 31 de marzo de 2020, la temperatura de Luke se disparó repentinamente. El niño luchó con una fiebre alta que oscilaba entre 107 y 104 grados Fahrenheit (42 y 40 grados Celsius), hasta que sus angustiados padres lo llevaron al Hospital Beaumont, informó MLive.
“Es solo la fiebre persistente. Es increíble”, señala la madre Amanda al medio. «Se va y vuelve».
Los Schreibers habían seguido cuidadosamente las pautas del gobierno sobre el distanciamiento social y se sorprendieron cuando la temperatura de Luke aumentó dramáticamente. Al principio, los padres jóvenes apenas podían creer los números que mostraba su termómetro.
«Lo tomé unas 10 veces más para asegurarme de que se estaba registrando correctamente», mencionó la madre de 31 años. “También revisé mi temperatura y la de mi esposo, y éramos normales. Incluso saqué otro termómetro y [Luke] estaba en 106.4 (41ºC)».
Papá Ryan, de 36 años, manifestó que estaban realmente asustados ya que todo «sucedió muy rápido», informó The Detroit News. Con Luke sin mostrar signos de mejoría, Amanda lo llevó al hospital, mientras que Ryan se quedó con su hijo de 4 meses, Alistair, en casa.
Como todas las señales apuntaban a que su hijo era positivo de COVID-19, Ryan sostuvo que sentía una «sensación de impotencia» al ver que su hijo sufría así. Los médicos confirmaron que Luke tenía COVID-19. Después de bajar su temperatura, decidieron dar de alta al niño e insistieron en que sus posibilidades de recuperación eran mejores en su hogar que en una instalación donde podría estar expuesto a otros virus, como la gripe.
Resultó que los Schreibers llegaron al hospital justo a tiempo; los médicos les dijeron que Luke estaba en «riesgo de convulsiones y daño cerebral» debido a su fiebre peligrosamente alta.
Sin embargo, traer a Luke de vuelta a casa no ha sido el final de la lucha con el COVID-19 en la casa de los Schreiber. La familia todavía está luchando contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus. La fiebre de Luke continuó durante casi dos semanas después de su alta del hospital antes de tener su primer día sin fiebre. Mientras tanto, sus padres y su hermano de 4 meses han tenido síntomas de bajo nivel de oxígeno en la sangre, opresión en el pecho, poca energía y altas temperaturas.
Desde el episodio aterrador, Amanda y Ryan han estado tratando de advertir a otros padres que estén en guardia y que se queden en casa. Papá Ryan le expresó a Detroit News que todo el asunto abrió sus ojos a lo contagioso que es el virus.
«Es importante mantenerse alerta», exclamó Ryan. “Pensamos que estábamos haciendo todo lo posible para evitarlo. Estábamos lavando superficies, nos estábamos limpiando las manos, dejando correo y paquetes en el garaje, y Luke incluso así lo tuvo».
«[No] sea egoísta», escribió Amanda en su publicación de Facebook, aconsejando a las personas que protestan por la extensión de las restricciones gubernamentales. «Esas ‘muertes’ en la parte inferior de su televisor son personas que tienen seres queridos y familiares».
“La seguridad pública y la vida humana son más importantes que su negocio, ¡es temporal! Con el tiempo, los negocios volverán a crecer. […] Toma asiento, sé paciente, reza, deja que los expertos tomen el volante en este caso”, agregó.
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