Un observador electoral republicano en el TCF Center de Detroit en Michigan el 3 de noviembre alegó que los trabajadores electorales no descalificaron ninguna boleta, sugiriendo que tal práctica es muy inusual.
«Vi una boleta para Taniqua Haynes, que aparece en la computadora como el número de la boleta equivocada. Le enviaron por correo su boleta número 5748, pero no es la que ella devolvió», dijo el observador electoral Chris Schnorak en una entrevista. Dijo que sus cuestionamientos fueron rechazados por los funcionarios electorales: «Se negaron a poner las objeciones en el registro electrónico».
En el caso de Haynes, los funcionarios asignaron un nuevo número de boleta, pero Schnorak afirma que «debería haber sido una boleta en blanco».
«No descalificaron ni una sola boleta» a pesar de que numerosas boletas tenían votantes que no estaban en la lista de votantes legales publicada por la oficina de la secretaria de Estado de Michigan, comentó. Los trabajadores electorales del TCF center anularon las reglas «para hacer que las boletas pasen», dijo. «Esto afectó a miles de boletas que no eran válidas, y fueron contadas, y no pudieron ser autenticadas como votantes legítimos».
Cuando observó el proceso de votación en un centro de tabulación en Royal Oak, Michigan, notó que había 10 boletas objetadas de 25,755, lo que sugiere que es inusual.
«Seguí viendo una fecha de nacimiento de un votante de 1900. Me di cuenta de que no estaba bien», dijo Schnorak, mientras alegaba fraude. «Intenté documentarlo, pero estaban pasando tantas cosas y estaba nervioso. Creo que solo estaban creando un registro para esas personas para procesar sus votos. Tenían una forma sistemática de hacerlo, eran buenos en ello. Estaba coordinado y organizado».
Al igual que otros testigos, trabajadores y observadores electorales que testificaron en una audiencia de la Legislatura de Michigan la semana pasada, Schnorak notó un patrón de intimidación y acoso en el TCF Center de parte de los trabajadores electorales. Varios republicanos de Michigan en el Consejo de Escrutadores del Condado de Wayne y el Consejo Estatal de Escrutadores dijeron que fueron amenazados y acosados el mes pasado.
«Esta mujer me siguió y me acosó durante cinco horas», dijo Schnorak, sin dar detalles. Haciendo eco también de las afirmaciones de los testigos de la audiencia, dijo que las normas se aplicaban de manera diferente a los observadores demócratas y republicanos, diciendo que los observadores republicanos no podían hablar con los trabajadores electorales. Los demócratas, dijo, pudieron hacerlo.
Anteriormente, la secretaria de Estado Jocelyn Benson dijo que no hay evidencia de fraude o irregularidades electorales que anulen los resultados de las elecciones en el estado, que tiene 16 votos del Colegio Electoral.
«Cuando existan pruebas de fraude o irregularidades reales, deben presentarse por escrito a la Oficina de Elecciones, que remite todas las alegaciones creíbles a la oficina del fiscal general para su posterior investigación», dijo Benson en noviembre.
Un portavoz de la oficina de la secretaria de Estado de Michigan, en una declaración a The Epoch Times, respondió a las acusaciones de la audiencia de Michigan.
«No se presentó ninguna evidencia real de ningún delito o fraude, a pesar de las repetidas preguntas que solicitaban tales pruebas a los legisladores», dijo el portavoz el 2 de diciembre después del evento. «En cambio, vimos una regurgitación de acusaciones vagas basadas en la falta de conocimiento del procedimiento electoral y teorías de conspiración ampliamente desacreditadas. Esperamos que el Senado estatal permita en el futuro testimonios que ilustren los hechos que subyacen a esta elección».
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