Insatisfechos con lo que consideran la tibia respuesta de la Administración Biden a los abusos de los derechos humanos y las violaciones de los compromisos comerciales del Partido Comunista Chino (PCCh), un grupo de legisladores republicanos está impulsando nuevas y duras medidas legislativas que penalizarían a los altos funcionarios del PCCh y a sus familiares.
Los miembros del Congreso que patrocinan la «Ley para detener al PCCh» son Lisa McClain (R-Mich.), el miembro del Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, Mike Rogers (R-Ala.), el presidente del Comité de Estudios Republicanos (RSC), Jim Banks (R-Ind.), y el presidente del Grupo de Trabajo de Seguridad Nacional y Asuntos Exteriores del RSC, Joe Wilson (R-S.C.).
La legislación bloquearía los visados y congelaría los activos de los funcionarios del PCCh que forman parte del Congreso Nacional del Partido, su órgano de toma de decisiones de alto nivel, y de sus familias hasta que el régimen haga una serie de concesiones, entre las que se incluyen el cese de la represión de los uigures del oeste de China, el freno a su agresión a Taiwán, el respeto a la libertad de expresión y otros derechos políticos y humanos básicos en Hong Kong, y el fin del robo de la propiedad intelectual (PI) de las empresas estadounidenses.
En una entrevista con NTD, un medio asociado de The Epoch Times, McClain argumentó que la Administración Biden simplemente no ha adoptado una postura suficientemente enérgica en estas cuestiones, citando, en particular, el genocidio de los uigures y las violaciones de la propiedad intelectual. McClain también condenó en los términos más enérgicos los esfuerzos de China, como ella dijo, para «apoderarse» de Taiwán, una cuestión de la que gran parte del mundo puede haberse distraído temporalmente en medio de la crisis por una posible invasión rusa de Ucrania.
«Si la administración no va a ser dura con China, entonces el Congreso tiene que serlo, y yo estoy feliz de liderar esa carga», dijo McClain a NTD.
«Basta con mirar al mundo y lo que está sucediendo ahora mismo», continuó McClain, en alusión a la crisis de Ucrania. «Tenemos que mostrar a nuestros adversarios, especialmente a China, que este tipo de comportamiento no será tolerado. No podemos seguir permitiendo que nuestros adversarios nos presionen».
La congresista espera que una ley así envíe una fuerte señal al régimen comunista.
«Definitivamente ha tocado una fibra, eso es seguro. De hecho, salieron con una declaración y tuitearon sobre ella, creo, el sábado, diciendo que no están contentos con ella», respondió McClain.
Se refería a un tuit del 10 de febrero de Hu Xijin, exeditor del Global Times, controlado por el PCCh, conocido por sus comentarios extremistas. «Si se aprueba el proyecto de ley, estoy seguro de que China sancionará a todos los miembros del Congreso de Estados Unidos y a todos los miembros del gabinete federal, incluido el presidente de Estados Unidos», escribió.
Pero la posibilidad de sanciones de represalia no preocupa a McClain, ya que no tiene planes de viajar o invertir en China.
«Así que al final, sí, ha tocado una fibra, lo que me dice que estamos en el camino correcto, porque tenemos su atención. Y estamos empezando a mostrar algo de fuerza», dijo McClain.
Cuando se le preguntó qué tipo de reacción ha tenido el proyecto de ley tanto dentro del Partido Republicano como entre los rivales del Partido Demócrata, y qué tipo de apoyo es probable que se materialice, McClain dijo que su colega el representante Rogers, que probablemente presidirá el Comité de las Fuerzas Armadas el año que viene, ha obtenido un fuerte apoyo.
McClain dijo que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), no comparte la misma voluntad de ser dura con China y que esto hace improbable un progreso significativo en la aprobación del proyecto de ley a corto plazo. Si el Partido Republicano logra recuperar la Cámara de Representantes en las elecciones de mitad de período de noviembre, las perspectivas del proyecto de ley serán mucho mejores, predijo la congresista.
«Doble estándar»
En el transcurso de la entrevista, surgió otro tema oportuno: el destino profesional de la estrella del baloncesto profesional Enes Kanter Freedom, que jugó en los Boston Celtics hasta que ese equipo lo traspasó a los Houston Rockets a principios de este mes. Los Rockets despidieron entonces al jugador. Algunos creen que la franqueza de Kanter Freedom en cuestiones relacionadas con China ha jugado un papel importante.
McClain señaló su preocupación por la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA), un sector que, según ella, promueve causas de justicia social en el país, mientras que condena al ostracismo a un jugador que se enfrenta a los abusos del régimen comunista.
«Si vamos a tener un estándar, tengamos un estándar. Pero si no fuera por el doble estándar, la NBA no tendría ningún estándar. Si no encaja en su narrativa, la suprimen, y penalizan [a Kanter Freedom]», dijo McClain, que también planteó preocupaciones más amplias sobre la participación del PCCh en organizaciones occidentales como la NBA.
Afortunadamente, dijo McClain, grandes segmentos del público estadounidense están tomando conciencia de estos temas.
«Creo que lo que está ocurriendo es que el pueblo estadounidense está despertando. El pueblo estadounidense quiere los valores tradicionales de Estados Unidos. Han visto cómo es toda esta agenda progresista y comunista y no la quieren. Así que yo digo que hay que seguir luchando», dijo.
Por último, McClain se mostró de acuerdo en que las bajas audiencias récord que han cosechado los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing en la NBC no son el resultado de la pandemia en curso, sino que reflejan un «boicot moral» por parte de los espectadores indignados por la conducta de Beijing en tantos ámbitos diferentes.
«El pueblo estadounidense está despertando. No se tragan estas propagandas. Saben lo que está pasando», dijo la congresista.
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