El exsecretario de Estado Mike Pompeo dijo que no haber impedido que el Partido Comunista Chino (PCCh) desmantelara la libertad de Hong Kong fue uno de sus «mayores fracasos» durante su periodo en la Administración Trump.
Hablando en la Cumbre Internacional de Libertad Religiosa en Tokio el 22 de julio, el Sr. Pompeo reconoció sus remordimientos sobre Hong Kong, diciendo que Occidente podría haber hecho mejor para preservar la libertad de la ciudad.
«A menudo me preguntan: ‘¿Cuál ha sido uno de sus mayores fracasos?’ Ese es [Hong Kong]. No sé si podríamos haberla preservado durante el tiempo que los chinos se comprometieron, pero podríamos haberlo hecho mejor. Nosotros, colectivamente, Estados Unidos, Gran Bretaña, todo Occidente, podríamos haber alargado el reloj del tiempo, y no lo hicimos. Asumo toda la responsabilidad por ello», afirmó.
El control del PCCh sobre Hong Kong se ha reforzado desde mediados de la década de 2010, a medida que Beijing imponía gradualmente restricciones a la ciudad tras la entrega del Reino Unido en 1997, erosionando la prometida autonomía de la ciudad. Las protestas estallaron en respuesta a estas medidas, con notables manifestaciones en 2012 contra los cambios en los planes de estudio escolares y durante el «Movimiento de los Paraguas» de 2014.
El movimiento prodemocrático alcanzó su punto álgido en 2019, cuando unos dos millones de personas salieron a la calle para protestar contra una propuesta de ley de extradición que permitía enviar a residentes de Hong Kong a China continental para ser juzgados. Bajo presión, la entonces líder de Hong Kong, Carrie Lam, tuvo que retirar la ley. Debido a la dura represión durante las protestas, el movimiento prodemocrático obtuvo un mayor apoyo, lo que llevó a una victoria mayoritaria de los candidatos prodemocráticos en las elecciones al consejo de distrito de 2019.
El PCCh vio esta victoria como una amenaza a su control sobre la ciudad, lo que llevó a Beijing a imponer una amplia ley de seguridad nacional en junio de 2020, pasando por alto la Legislatura de Hong Kong. La ley impone un máximo de cadena perpetua por delitos vagamente definidos como subversión, secesión y terrorismo, que se han utilizado para reprimir a la oposición, inhabilitar a los candidatos prodemocráticos, limitar las libertades de los medios de comunicación y silenciar la disidencia, erosionando así fundamentalmente la autonomía de Hong Kong.
Durante la cumbre, Pompeo señaló que, a pesar de algunas dificultades en aquel momento, podría haber hecho más para proteger a algunos activistas prodemocráticos como Jimmy Lai, defensor de la democracia y magnate de los medios de comunicación encarcelado.
«Hubo muchas manos que simplemente no hicieron lo necesario para proteger a gente como Jimmy Lai y algunos otros de una forma que creo que estaba a nuestro alcance, no era imposible de haber hecho», dijo en respuesta a parte de la pregunta de Benedict Rogers, director ejecutivo y cofundador de Hong Kong Watch, en la que le preguntaba sobre cómo responsabilizar al PCCh de los abusos contra los derechos humanos.
Un informe publicado en mayo por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales indicaba que las libertades de Hong Kong se han erosionado significativamente desde 2020 en casi todos los ámbitos bajo el gobierno del PCCh.
El informe concluyó que el «alto grado de autonomía» de Hong Kong, que se pretendía preservar hasta 2047, se ha visto socavado desde que China viró hacia el autoritarismo bajo el liderazgo del PCCh, Xi Jinping.
Estados Unidos promulgó la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong en 2019 para apoyar a los manifestantes de Hong Kong. La ley requiere que el secretario de Estado certifique cada año si Hong Kong es lo suficientemente autónomo como para mantener sus privilegios económicos especiales otorgados por Estados Unidos. Estos privilegios incluyen el tratamiento especial de Estados Unidos en el comercio, la inversión y la inmigración, eximiendo a Hong Kong de los aranceles que se aplican a los bienes importados de China.
En 2020, el Sr. Pompeo declaró que Hong Kong ya no era autónoma de China debido al control cada vez más estricto del PCCh sobre la ciudad. El Sr. Pompeo también dijo que Hong Kong debería ser tratada como una ciudad china porque Beijing trata al antiguo territorio británico como una ciudad china y no como una ciudad autónoma.
Además, Washington promulgó en 2020 la Ley de Autonomía de Hong Kong, que impone sanciones a funcionarios y entidades chinos responsables de erosionar las libertades de la ciudad.
En una mesa redonda celebrada en mayo, el representante John Moolenaar (R-Mich.), presidente del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el PCCh, afirmó que la libertad de Hong Kong y la opresión del régimen chino sobre la ciudad importan a Estados Unidos. Advirtió que los valores fundamentales de los estadounidenses están en peligro, ya que Beijing incumplió su promesa a Hong Kong en el traspaso de 1997 del Reino Unido.
«Los valores fundamentales del pueblo estadounidense están en peligro. Cuando el Partido Comunista Chino incumple su palabra de respetar la libertad de Hong Kong mediante ‘un país, dos sistemas’, está incumpliendo su palabra con el mundo entero», afirmó.
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