Regalar es como el libre intercambio de regalos de Navidad. Permitir y alentar la donación está dentro del verdadero espíritu de la Navidad.
Digamos que quiere ser un gran dador de regalos. Si lo hace, necesita: 1) desear los mejores resultados posibles en la vida de su destinatario, y 2): reconocer que no sabe exactamente cuál es el mejor resultado.
La entrega de regalos, como todas las empresas, requiere cierto riesgo y un salto de fe en que usted ha encontrado la solución a un problema para su destinatario, a pesar de todas las variables desconocidas.
También es cierto que la mayoría de los regalos, como la mayoría de las empresas, no lo hacen.
Usted debe animar a su destinatario a que se sienta libre de regalar sus obsequios. Un guante de cocina que es inútil para Sally (quien ya tiene una abundancia de guantes de cocina) puede ser un regalo perfecto para su amiga Sue (quien apenas está empezando a cocinar). La basura de un hombre es el tesoro de otro. Nuestro estigma social en contra de los regalos dejaría a Sue sin un buen guante de cocina y convertiría un buen guante de cocina acumulando polvo en el cajón de la cocina de Sally.
Con una economía sana donde se regala lo que se recibió, los regalos (como los bienes y servicios) fluyen hacia usos más eficientes.
Podría decirme que regalar es malo por la pérdida de valor simbólico cuando regala algo. «Es la intención lo que cuenta», podría decirse.
No estoy sugiriendo que quite el pensamiento o la intención positiva de sus regalos. Estoy sugiriendo que sus intenciones deben incluir la posibilidad de que se regalará lo recibido y el intercambio es realmente algo bueno para el receptor también.
Este año le di a mi cuñada una bolsa de granos de café para la Navidad. Resulta que el café no es lo suyo (no lo sabía), así que la animé a que lo regalara a sus colegas. Los granos de café son un gran regalo profesional, y los buenos regalos profesionales son excelentes para construir capital social y relaciones.
Ella terminó dándole el café a mi papá, lo que resultó ser un gran acierto: acababa de recibir un molinillo de granos de café esa misma mañana. Este es un gran ejemplo de los cálculos involucrados en una transacción de donación. Yo no soy más pobre porque ella haya regalado mi obsequio, y de hecho es mejor que lo haya hecho.
James Walpole es un escritor, un comercializador principiante, un explorador intelectual y un aprendiz eterno. Es un exalumno de Praxis y un becario de la FEE Eugene S. Thorpe. Escribe regularmente en jameswalpole.com. Este artículo fue reeditado de Freedom for Economic Education.
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