El exagente de inteligencia británico Christopher Steele, el presunto autor del famoso «Dossier Steele», no será llamado como testigo cuando el abogado de la campaña de Clinton, Michael Sussmann, vaya a juicio el próximo mes por mentir al FBI.
El juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Christopher Cooper, resolvió el miércoles cinco mociones sobre lo que se puede introducir como evidencia, incluidas cuatro presentadas por los abogados de Sussmann.
La discusión del miércoles fue la segunda audiencia de pruebas del caso, con una tercera programada para el 4 de mayo. También es probable que se celebre una audiencia a puerta cerrada para examinar las posibles pruebas que se revisarán bajo la Ley de Procedimientos de Información Clasificada.
Está previsto que el juicio de Sussmann comience el 16 de mayo en Washington, DC. Se le acusa de hacer una declaración falsa.
Los fiscales federales, dirigidos por el abogado especial John Durham, sostienen que en agosto de 2016, Sussmann y el principal asesor de la campaña de Clinton, Marc Elias, se reunieron con el ejecutivo de Neustar Rodney Joffe —cuya empresa fue contratada para supervisar el tráfico de DNS para la Oficina Ejecutiva— y le «animaron» a inventar una «narrativa» que vinculara a la Organización Trump con Alfa-Bank, el mayor banco privado de Rusia.
El 19 de septiembre de 2016, los fiscales afirman que Sussmann entregó al abogado general del FBI, James Baker, documentos recopilados para promover esa «narrativa» desacreditada, alegando que lo hacía como «un ciudadano preocupado» y no en representación de un cliente.
Los fiscales dicen que Sussmann no informó a Baker que había representado a Joffe en el pasado, había representado recientemente al Comité Nacional Demócrata (DNC) y que su bufete de abogados Perkins Coie y el de Elias eran los asesores generales de la campaña de Hilary Clinton en 2016.
La reunión de agosto que condujo al encuentro de Sussmann con Baker en septiembre fue, a su vez, precedida por una reunión en julio entre Sussmann y Steele, un exagente del Servicio de Inteligencia Secreto británico y autor del desacreditado dossier Steele. El trabajo de Steele fue financiado en última instancia por la campaña de Clinton.
Los fiscales sostienen que Sussmann comenzó a investigar a Alfa Bank y a Trump inmediatamente después de esa reunión influyente con Steele. Dicen que la secuencia de reuniones y los acontecimientos posteriores indican que Sussmann, Elias, Joffe, Fusion GPS, la Campaña de Clinton y el DNC se involucraron en una «empresa conjunta» para difundir afirmaciones falsas que empañarían los primeros días de la Administración Trump.
La admisibilidad de Steele como testigo fue una de las cuestiones planteadas en la petición de Sussmann para «impedir las pruebas relativas a la recopilación de datos, la exactitud de los datos o su análisis, o el dossier steele» en respuesta a la moción de Durham para obligar a declarar.
El abogado de Sussmann, Sean Berkowitz, dijo que llamar a Steele como testigo sería «indebidamente perjudicial» para su cliente ante un jurado.
«Invocar incluso su nombre es un pararrayos en este caso porque es alguien que es probablemente uno de los más conocidos —hubo, creo, una investigación de dos o tres años sobre él, sobre el dossier Steele— que no tiene nada que ver» con la acusación contra Sussmann, dijo.
«Así que incluso la implicación del nombre del señor Steele en este caso creemos que sería indebidamente perjudicial dada la falta de pruebas probatorias», dijo, señalando «la realidad es que (Steele) está fuera del país y no es probable que sea un testigo. Sin él como testigo, juez, no creemos que sea admisible aportar ninguna prueba sobre el Sr. Steele».
El fiscal Andrew DeFilippis dijo que la fiscalía tiene a Steele en la lista de testigos pero no «espera llamarlo porque no está cooperando con nosotros».
Sin embargo, dijo, incluso sin Steele, e incluso con un testimonio «limitado» permitido, hay una amplia evidencia que documenta una «fuerte intersección» entre la «investigación de la oposición» por parte de Fusion GPS y los «esfuerzos de Alfa-Bank» de Sussmann, dijo.
«La reunión con Christopher Steele es increíblemente probatoria y relevante» para demostrar que Sussmann hizo una declaración falsa al FBI, dijo DeFilippis, «porque muestra que el propio señor Sussmann estaba integrado en todo ese esfuerzo» para desacreditar al candidato Trump y luego presidente Trump.
Los fiscales «pueden limitar el prejuicio en esto porque no vamos a acercarnos a las partes más conocidas o salaces de ese dossier ni nada por el estilo. Solo estamos tratando de establecer hasta qué punto el trabajo del señor Steele se cruzó con el asunto de Alfa-Bank», dijo DeFilippis.
En lugar de llamar a Steele, los fiscales dicen que pueden obtener el testimonio sobre la reunión de julio de la empleada de Fusion GPS Laura Seago, que está en su lista de testigos.
DeFilippis dijo que el gobierno también puede probar su «teoría de la empresa conjunta» demostrando que las contribuciones de Steele a la «investigación de la oposición» de Fusion GPS formaban parte del «flujo de trabajo» de Perkins Coie con la campaña de Clinton.
Citando la declaración de dos páginas de Robby Mook, DeFilippis señaló que el exdirector de la campaña de Clinton «dijo al gobierno que consideraba que la investigación de Steele sobre la oposición y la investigación de Alfa-Bank se mezclaban» con el trabajo del bufete para la campaña.
Berkowitz dijo que no entendía sobre qué podría testificar Seago, «que creo que ha sido inmunizado o será inmunizado».
«Entendemos que ella diría que ni siquiera recuerda que conoce al señor Steele o que puede hablar de lo que hizo», dijo. «Y por lo tanto no sabemos si realmente son capaces de conseguir algo sobre lo que el Sr. Steele hizo o no hizo. Ciertamente, no hay pruebas de que el Sr. Sussmann estuviera al tanto de lo que hacía el Sr. Steele».
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