Varios residentes de Indiana presentaron una demanda contra el gobierno estatal después de que el mes pasado el gobernador Eric Holcomb anunciara que Indiana se retiraría del programa de prestaciones por desempleo por el COVID-19 del gobierno federal.
La demanda, que fue presentada la semana pasada, busca obligar a Indiana a volver al programa que otorgaba 300 dólares semanales, el cual estaba programado para terminar en septiembre. Holcomb, un republicano, dijo que tomó la decisión en un intento de motivar a los desempleados a encontrar trabajo ante los reportes de escasez de trabajadores en todo el país.
«No es blanco o negro», dijo Sharon Singer-Mann, una de las demandantes, al Indianapolis Star. «La historia de todos no es la misma. No voy a volver a trabajar, no poniendo en riesgo la vida de mi hijo».
Singer-Mann añadió que, tras la decisión del gobernador de eliminar las prestaciones adicionales por desempleo, «tendremos que decidir qué factura de servicios públicos pagar, qué artículos del hogar dejar de usar», y «tendremos que cambiar qué tipo de champú usamos, qué tipo de papel higiénico usamos».
Otro demandante, el reverendo David Greene, presidente del Clero Preocupado de Indianápolis, alegó que su «comunidad está lidiando con suficiente estrés y trauma».
La demanda fue presentada el 17 de junio por el bufete de abogados Macey Swanson Hicks & Sauer en el Tribunal Superior del Condado de Marion. La demanda argumentaba que la ley de Indiana requiere que el estado procure los beneficios del seguro federal a sus residentes y decía que las acciones de Holcomb perjudicarían a miles de personas.
«Estos beneficios han proporcionado asistencia vital y crucial a muchos Hoosiers durante la pandemia», dijo Jon Laramore, director ejecutivo de Indiana Legal Services, en una declaración a The Associated Press. «La legislatura aprobó una ley que crea un derecho a estos beneficios, y estamos pidiendo al gobernador Holcomb que siga la ley».
Sin embargo, la oficina del gobernador, en una declaración a los medios de comunicación la semana pasada, dijo que está trabajando con el Departamento de Trabajo federal para poner fin al programa.
El Departamento de la Fuerza Laboral de Indiana «ha notificado oportunamente a los solicitantes impactados sobre el retiro del estado de los programas federales y continúa conectando a los Hoosiers impactados con los recursos que necesitan para ganar habilidades y encontrar empleo», dijo un portavoz en un comunicado.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la oficina del gobernador para pedirle comentarios.
Docenas de estados liderados por el Partido Republicano en las últimas semanas se han retirado del programa de beneficios federales —que se aprobó por primera vez en la Ley CARES en marzo de 2020— algunos funcionarios argumentan que las empresas no pueden encontrar empleados para contratar.
«A medida que la economía de Alabama continúa su recuperación, estamos escuchando de más y más propietarios de negocios y empleadores que es cada vez más difícil encontrar trabajadores para cubrir los puestos de trabajo disponibles, a pesar de que las vacantes son abundantes», dijo la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, el mes pasado al anunciar que su administración dejaría el programa.
Y ahora parece que los estados azules también podrían seguir su ejemplo.
El Departamento de Desarrollo del Empleo de California ha anunciado recientemente que restablecerá el requisito federal que obliga a las personas sin trabajo a buscarlo activamente a partir de mediados del 15 de julio. La norma de búsqueda de trabajo se suspendió en marzo de 2020.
La falta de solicitantes de empleo en todo el país quedó quizá mejor ilustrada en abril, cuando el propietario de una franquicia de McDonald’s en Florida declaró a los medios de comunicación que había ordenado a los empleados de la empresa que ofrecieran 50 dólares a los solicitantes que se presentaran a una entrevista. Sin embargo, según él, la empresa seguía teniendo dificultades para encontrar trabajadores.
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