Christian Nodal, uno de los artistas latinos más reconocidos de los últimos años, confesó en una entrevista exclusiva a la revista Rolling Stone cómo de niño su abuela lo salvó de lanzarse de un segundo piso.
En una entrevista titulada «Nodal: Amor, tatuajes y dos corazones rotos» de la revista Rolling Stone en Español, el cantante de música regional mexicana Christian Nodal habló desde el corazón y compartió cómo creció bajo el cuidado sus abuelos debido a que que sus padres no pudieron acompañarlo en su infancia.
«No había papá, no había mamá. Mis padres eran mis abuelos», explicó Nodal de 23 años. La madre del joven sufría epilepsia y él vivía en constante ansiedad.
«Fue muy duro, llegar de la escuela y esperar que no estuviera mi mamá convulsionando», agregó.
Por su parte, el padre del cantante tenía la gran responsabilidad de la familia, por lo que al final tampoco pudo estar para él en su infancia. Esto desencadenó que un día, siendo aún niño, Nodal intentara lastimarse.
«Una vez quise tirarme desde un segundo piso, creyendo que me haría daño, pero mi abuela me salvó», confesó en la entrevista publicada el domingo.
En aquellos días de infancia en la pequeña ciudad de Caborca, en Sonora, al norte de México, Nodal pasaba los días en el regazo de su abuela, quien lo llevó a una iglesia mormona en la que conoció la trompeta de la que quedó «enamorado».
«Yo la pasaba muy bien ahí porque veía a la gente sanar, yo sentí por primera vez a Dios en la música», expresó.
Esta experiencia afianzó su gusto por la música que de por sí ya estaba recibiendo como herencia familiar ―un tío era maestro en la sinfónica en la universidad local y casi toda la familia tocaba algún instrumento musical―, y pasaba gran parte de su tiempo aprendiendo de instrumentos, solfeo y clases de canto.
«Crecí pensando que todo el mundo vivía eso en su casa, ¿sabes? Pensé que todos debían cantar también, que todos hacían música. De niño tenía esa inocencia, y conforme fui creciendo, pues me di cuenta de que era un don muy bonito, y que era un regalo de Dios».
Sus abuelos, el entorno familiar que le procuraron y la música, se convirtieron en un salvavidas para Nodal en medio del ambiente hostil de la zona en la que creció.
«Crecí entre la música y Dios, eso me ayudó muchísimo. De niño siempre fui como muy ingenioso. No tuve celular como hasta los 16 años, no tenía videojuegos, ni nada de eso, esas cosas eran de los primos ricos. Entonces en mi casa se jugaba a las escondidas, a los quemones, a los trompos, a hacer casitas en el árbol, ¿me entiendes? Todo muy inocente. Aprendí a usar mi imaginación», compartió el ídolo mexicano.
De acuerdo a su página oficial, a los ocho años Nodal ya tocaba la trompeta, a los diez aprendió a tocar el piano y a los trece años se inclinó más hacia la ejecución de la guitarra. También, siendo un adolescente, escribió sus primeras canciones, sin pensar en que se convertiría en un fenómeno musical de su generación.
Sin embargo, de la mano de la vorágine que ha vivido en su corta vida, en este momento cree que «el éxito es muy relativo», y que lo importante es «dar un mensaje con la canción. Conectar. Sanar», dijo a Rolling Stone en Español.
«No es que todo el mundo te aplauda, es levantarte y estar orgulloso contigo mismo de tus acciones, es ese amor. Amor propio, amar a la familia, a los amigos, a una relación, el amar… estoy en ese punto y me está gustando profundizar más», reflexionó.
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