Las nuevas directrices de Canadá para la Asistencia Médica para Morir o MAID, sugieren que los pacientes puedan donar sus órganos a sus seres queridos, un incentivo que, según algunos detractores de la eutanasia, podría animar a poner fin a su vida a más personas que de otro modo no lo harían.
Por lo general, cuando fallecen donantes de órganos, estos se destinan a los receptores más necesitados y más compatibles, sin que el donante pueda elegir un receptor de antemano. Solo en el caso de las donaciones en vida, como cuando una persona sana dona un riñón a un familiar, se permite la «donación dirigida».
Las directrices canadienses sugieren que se permita a los pacientes con suicidio asistido hacer donaciones dirigidas. El experto en bioética, Trudo Lemmens, dijo que le preocupa que esto cree un incentivo para que las personas discapacitadas pongan fin a su vida prematuramente para ayudar a un amigo o a un familiar.
«Esta política refleja la instrumentalización más extrema de la vida de las personas discapacitadas que yo jamás haya visto», afirmó Lemmens en una cadena de posteos en Twitter el 27 de junio, en el que comentó las directrices canadienses.
En sus comentarios puso el ejemplo hipotético de una persona discapacitada que lucha por salir adelante y carece del apoyo adecuado. Entonces, su sobrino o sobrina necesita una donación de órganos: «Sin presiones, por supuesto (…) Sólo ‘elección'», dijo Lemmens.
Las directrices fueron publicadas el 26 de junio por los Servicios Canadienses de Sangre (CBS) en el Canadian Medical Association Journal. Estas directrices se elaboraron con la ayuda de 63 expertos, incluidos los de sociedades profesionales, como la Sociedad Canadiense de Trasplantes y la Asociación Canadiense de Enfermeras de Cuidados Críticos.
Lemmens señaló que los grupos de defensa de discapacitados no participaron en la consulta.
Los Servicios Canadienses de Sangre (CBS) incluyeron en sus directrices unos «principios básicos» que pretenden separar la decisión de un paciente a pedir la Asistencia Médica para Morir (MAID en las siglas canadienses) de su decisión de donar un órgano.
El personal sanitario no debe informar a los pacientes sobre la donación de órganos antes de que se determine que el paciente es apto para la MAID, según los CBS. Sin embargo, si un paciente inicia la consulta sobre la donación de órganos antes de que se determine que cumple los requisitos, puede ser remitido en cualquier momento a las organizaciones de donación de órganos.
Los principios también establecen que la donación dirigida no debe tener lugar si hay algún indicio de intercambio monetario o coacción de por medio.
Lemmens sostuvo que, aunque no haya «coacción» directa, suele haber mucha presión. Como evidencia, cita datos de Health Canada que muestran que en 2021 más del 35% de los que recibían la Asistencia Médica para Morir (MAID) sentían que eran una carga para los amigos, familiares y cuidadores.
Permitir que los pacientes bajo una asistencia MAID hagan donaciones de órganos dirigidas crea «mayores preocupaciones por la presión indebida hacia la muerte», dijo Lemmes.
«Por algo existen límites y normas ampliamente reconocidas en torno a la donación de órganos», añadió el experto en bioética.
Isabel Grant, profesora de Derecho especializada en Derecho de la salud mental en la Universidad de Columbia Británica, coincidió con Lemmens en un tuit de respuesta. «Estamos estableciendo múltiples incentivos para la MAID. Añádase esto a la posición de la compañía de seguros de que el MAID no es suicidio. Canadá ha perdido profundamente el norte».
Las nuevas directrices de Servicios Canadienses de Sangre de Canadá son una actualización de las que ya existían anteriormente a la luz de los cambios en la ley de la Asistencia Médica para Morir o MAID de Canadá, de 2021, que permitieron la asistencia MAID a pacientes cuya «muerte natural no es razonablemente previsible».
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