Miles de personas en Francia se manifestaron contra un «pase de salud» especial y marcharon por París y otras ciudades francesas el sábado. La mayoría de las protestas fueron pacíficas con algunos enfrentamientos esporádicos.
Unas 3000 fuerzas de seguridad se desplegaron alrededor de París para el tercer fin de semana de protestas contra el pase que pronto se requerirá para ingresar a restaurantes y otros lugares. El llamado sistema de “pase de salud”, comparado con los pasaportes de vacunas, fue aprobado en el Parlamento francés la semana pasada. La ley entrará en vigencia el 9 de agosto.
Mientras tanto, un tribunal de Berlín declaró durante el fin de semana que las protestas contra los confinamientos eran ilegales, lo que provocó el arresto de manifestantes. Los jueces del tribunal administrativo de la capital se negaron a autorizar 13 manifestaciones que fueron organizadas por un grupo antibloqueo, según DW. Los organizadores dijeron que el bloqueo a las manifestaciones se debe al número de personas que se unirán a ellas, unas 22,500 personas.
Videos y fotos subidas a Twitter mostraron que los oficiales arrestaron o acorralaron el sábado a los manifestantes. El tribunal también prohibió una marcha planificada para el domingo, según DW.
Los jueces alemanes dijeron que las protestas deberían prohibirse porque, de lo contrario, facilitarían la propagación del COVID-19.
El portavoz de la policía de Berlín, Thilo Cablitz, le dijo a la prensa que el fallo tenía como objetivo las protestas «cuyos participantes no siguen regulaciones legales» como el uso de mascarillas.
En Italia, miles de manifestantes antivacunas marcharon en ciudades como Roma, Milán y Nápoles por segunda semana consecutiva. Los manifestantes de Milán se detuvieron frente al palacio de justicia de la ciudad coreando “¡Verdad! «¡Vergüenza!» y «¡Libertad!» mientras que en Roma marcharon detrás de una pancarta que decía «Resistencia». Esas manifestaciones fueron ruidosas pero pacíficas.
Las autoridades italianas han creado un pase de salud propio para ingresar a bares, restaurantes y otros lugares. Los críticos de la medida argumentan que es draconiana e infringe las libertades personales básicas.
En Suiza, más de 4000 personas se reunieron en Lucerna para manifestarse contra las restricciones por las vacunas, según informes de los medios locales.
«Creo que no se nos debe decir qué hacer», le dijo a The Associated Press la enfermera de 37 años Hager Ameur, quien renunció a su trabajo, y agregó que los trabajadores médicos franceses durante la primera ola de COVID-19 fueron bastante maltratados. “Ahora, de repente nos dicen que si no nos vacunamos es culpa nuestra que las personas se contaminen. Creo que eso es repugnante”.
«Estamos creando una sociedad segregada y creo que es increíble hacer esto en el país de los derechos humanos», dijo a The Guardian Anne, una maestra que protestaba en París y que no proporcionó su apellido.
Ella agregó: “Así que salí a las calles; nunca antes había protestado en mi vida… creo que nuestra libertad está en peligro”.
Las autoridades francesas dijeron que tienen que configurar el pase de salud debido a que la variante Delta es más contagiosa. Se confirmaron más de 24,000 nuevos casos diarios el viernes por la noche, en comparación con unos pocos miles de casos al día a principios de mes.
El ministro del Interior, Gerald Darmanin, escribió en Twitter que la policía arrestó a 10 manifestantes en París y nueve manifestantes en otras partes de Francia. Agregó que tres oficiales resultaron heridos.
Fuera de Europa, miles de manifestantes, que llevaban máscaras y se estaban distanciando socialmente, salieron a las calles de Malasia para protestar contra la forma en que el gobierno está manejando el virus, mientras pedían la renuncia del primer ministro. Los críticos han dicho que el primer ministro, Muhyiddin Yassin, está utilizando cierres pandémicos y otras restricciones para aumentar su poder.
Con información de Associated Press.
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