TAIPEI, Taiwán—El principal diplomático estadounidense en Taiwán dijo que la próxima administración estadounidense probablemente mantendrá la política actual hacia la nación insular, asegurando la estabilidad y la continuidad en las relaciones entre Estados Unidos y Taiwán.
Raymond Greene, director del Instituto Americano en Taiwán (AIT por sus siglas en inglés), que ejerce como Embajada de EE.UU. en ausencia de lazos diplomáticos formales entre Washington y Taipei, concedió una amplia entrevista en mandarín al programa local de YouTube «Mindi World News» emitida el 27 de octubre.
«En realidad no me preocupa tanto si el nuevo presidente —ya sea la vicepresidenta [Kamala] Harris o el expresidente [Donald] Trump —cambiaría de rumbo», dijo, respondiendo a una pregunta sobre si creía que una nueva administración estadounidense cambiaría los trabajos del AIT.
Greene afirmó que la relación entre Estados Unidos y Taiwán recibió el apoyo bipartidista desde la firma de la Ley de Relaciones con Taiwán en 1979, y señaló que en el Congreso, siempre que hubo un proyecto de ley relacionado con Taiwán, fue aprobado por una mayoría abrumadora.
«Así que nadie en el Congreso o en nuestro círculo político se opone a la relación entre Estados Unidos y Taiwán», afirmó.
En otras palabras, el apoyo militar de EE.UU. a Taiwán y los lazos económicos entre ambas partes continuarán, afirmó Greene.
Washington rompió sus lazos diplomáticos con Taipei en favor de Beijing en 1979. Sin embargo, ambas partes mantienen una sólida relación basada en la Ley de Relaciones con Taiwán, que autoriza a Estados Unidos a proporcionar a la isla material militar para su autodefensa.
El 25 de octubre, Estados Unidos aprobó otra venta de armas a Taiwán. El nuevo envío, con un valor de casi 2000 millones de dólares, consistió en dos sistemas de radar y la entrega por primera vez de un sistema avanzado de misiles tierra-aire.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán emitió un comunicado en el que agradecía a Washington por seguir proporcionando armamento defensivo a la isla. Señaló que la última venta de armas es el decimoséptimo acuerdo militar autorizado por la administración Biden.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China contraatacó en un comunicado el 26 de octubre, afirmando que la última venta de armas socava «la soberanía y los intereses en materia de seguridad de China».
El Partido Comunista Chino (PCCh) reclama Taiwán como su territorio y no renuncia al uso de la fuerza militar para apoderarse de la isla autogobernada.
Es improbable una guerra total
Greene descartó la probabilidad de una guerra total a través del estrecho de Taiwán.
«Ciertamente, deberíamos evitar una guerra total, pero creo que la posibilidad que eso ocurra es bastante baja», dijo, añadiendo que las reformas militares de Taiwán y los despliegues estadounidenses en el Pacífico constituyen un factor disuasorio frente a una posible invasión china.
«La mayoría de los países no desean ver ningún problema a través del estrecho de Taiwán. Y tampoco quieren ver ningún cambio en el statu quo a través del estrecho», afirmó.
A principios de este mes, China lanzó un ejercicio militar a gran escala, de un día de duración, alrededor de la isla, desplegando su Armada, Fuerza Aérea, Fuerza de Cohetes y Guardia Costera. El ejercicio suscitó la condena internacional, y el Pentágono lo calificó de «irresponsable, desproporcionado y desestabilizador».
El ministro de Defensa taiwanés, Wellington Koo, advirtió la semana pasada que, aparte de una invasión, el régimen chino podría imponer un bloqueo para intentar obligar a Taiwán a rendirse. Sin embargo, tal acción sería considerada un acto de guerra.
En respuesta al comentario de Woo, el representante Mark Green (R- Tenn.), presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, escribió en X: «Debemos tratar con seriedad la agresión de los chinos comunistas contra Taiwán. Un ejército estadounidense fuerte es el mejor elemento disuasorio contra la intensificación».
El régimen chino también lleva a cabo operaciones en la «zona gris» contra Taiwán. El 29 de octubre, cuatro buques guardacostas chinos penetraron en «aguas restringidas» cerca de la isla taiwanesa de Kinmen, según informó en un comunicado la Administración de Guardacostas de Taiwán (CGA, por sus siglas en inglés), que añadió que el último incidente supone la 48ª intrusión en aguas de Kinmen y otra isla de Matsu este año.
La CGA dijo que la última maniobra de China » exacerba el distanciamiento a ambos lados del estrecho» y pidió a Beijing que «ponga fin a medidas intrusivas similares que socavan la paz a ambos lados del estrecho».
Asimismo, el 29 de octubre, la AIT anunció que la directora gerente de su oficina en Washington, Ingrid Larson, visitaría Taiwán para celebrar reuniones del 28 de octubre al 1 de noviembre.
El viaje de Larson es «parte del compromiso firme de Estados Unidos con Taiwán y para impulsar la creciente asociación entre Estados Unidos y Taiwán», dijo la AIT.
«Durante su estancia en Taiwán, hablará de la continua colaboración entre Estados Unidos y Taiwán en asuntos de interés mutuo, como la seguridad regional, el comercio y las inversiones mutuamente beneficiosas, así como los lazos interpersonales, educativos y culturales».
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