En respuesta al anuncio del presidente Joe Biden sobre la orden de vacunación para los trabajadores federales, los congresistas republicanos criticaron la nueva norma por atentar contra las libertades personales. El representante Byron Donalds (R-Fla.) calificó la orden de «fascista— francamente totalitario».
«Escucha, el presidente de los Estados Unidos simplemente no tiene la autoridad para este tipo de orden. Ni siquiera podemos despedir a los empleados federales por no hacer su trabajo, pero vamos a despedirlos por no vacunarse. Eso es repugnante. Es una locura y francamente viola la libertad de todos los trabajadores federales, y va a conducir a un efecto de impulso hacia abajo», dijo Donalds durante una entrevista con Newsmax el jueves.
Biden, en un discurso pronunciado el jueves por la noche, anunció su orden diciendo: «Estoy anunciando que el Departamento de Trabajo está desarrollando una norma de emergencia para exigir a todos los empleadores con 100 o más empleados que, en conjunto, emplean a más de 80 millones de trabajadores, que se aseguren de que sus plantillas están totalmente vacunadas o muestren un resultado negativo al menos una vez a la semana».
Biden dijo que la orden incluirá a los trabajadores sanitarios y a la mayoría de los empleados federales. «Un total de 17 millones de trabajadores sanitarios. Si usted busca atención en un centro de salud, debe saber que las personas que lo atienden están vacunadas —simple y sencillamente, punto. A continuación, firmaré una orden ejecutiva que exigirá la vacunación de los empleados federales del poder ejecutivo—de todos».
Donalds dijo que en lugar de exigir la vacuna, Biden debería poner en marcha pruebas y tratamientos alternativos para combatir el virus.
«Deberíamos hacer varias cosas. Número uno, como lo que estamos haciendo en Florida liderado por el gobernador DeSantis, asegurándonos de que la gente es consciente de Regeneron y otros tratamientos que están ahí para ayudar a la gente a atravesar COVID-19; número dos, tenemos que estar adoptando las pruebas de anticuerpos, no solo las pruebas de COVID-19, sino las pruebas de anticuerpos, porque la gente tiene anticuerpos.
Eso es igual que vacunarse, ese es el propósito de vacunarse, es tener anticuerpos. Las pruebas de anticuerpos deberían formar parte de esto, pero no deberíamos imponer las vacunas», dijo Donalds.
Biden calificó a quienes no se vacunan de jugar a la política y Donalds dijo que las decisiones de Biden no se basan en los hechos sino en el miedo.
«Sé que la gente tiene miedo. Están viendo las noticias, están viendo muchas pequeñas historias de los medios de comunicación, pero no podemos tomar decisiones basadas en el miedo. Tenemos que tomar decisiones basadas en datos y Joe Biden no lo está haciendo. Se basa en la política, se basa en el miedo», dijo Donalds.
La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una solicitud de información sobre los comentarios de Donalds.
Otros congresistas republicanos se unieron a Donalds, haciéndose eco de que la orden de Biden vulnera las libertades personales de los ciudadanos. El congresista Robert Aderholt (R-Ala.), que se ha vacunado en su totalidad, dijo que el poder ejecutivo no tiene autoridad para dictar tales normas.
«Estas órdenes son otro ejemplo del presidente Biden quitando las libertades individuales mediante un plumazo. Vacunarse debería ser una decisión personal. Como les gusta decir a mis colegas del otro lado del pasillo, ‘mi cuerpo, mi elección'», dijo Aderholt en una declaración de prensa el viernes.
La presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, la diputada Elise Stefanik (R-N.Y.), criticó el nuevo requisito de las vacunas.
«La orden forzosa de Joe Biden sobre las vacunas, que afecta a más de 100 millones de estadounidenses, es inconstitucional, ilegal y una toma de poder autoritaria que se ha convertido en un sello distintivo de su fallida presidencia», dijo Stefanik en un comunicado de prensa el viernes.
Mientras tanto, los demócratas prácticamente han guardado silencio sobre la nueva orden de vacunación de Biden, pero algunos miembros han presionado para que los legisladores reciban una orden de vacunación. Diecinueve miembros demócratas enviaron una carta al médico del Congreso de Estados Unidos, el contraalmirante Dr. Brian P. Monahan, en la que le instaban a imponer el requisito.
«Le escribimos hoy para expresar nuestra creencia de que el Congreso de EE.UU. debería considerar un requisito de vacunación para los miembros y el personal del complejo del Capitolio de EE.UU. o, como mínimo, la realización de pruebas dos veces por semana para aquellos que no puedan verificar una vacunación positiva», escribieron en su carta los 19 demócratas, encabezados por el representante Emanuel Cleaver, II (D-Mo.).
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