El histórico Hotel Roosevelt en el centro de Manhattan, cerrado hace tres años, se reabrirá para acomodar inmigrantes ilegales. Otros hoteles de la ciudad de Nueva York se están convirtiendo en refugios de emergencia.
El alcalde Eric Adams dijo el 13 de mayo que la ciudad usará el Roosevelt para eventualmente proporcionar hasta 1000 habitaciones para los inmigrantes que se espera que lleguen en las próximas semanas debido a la expiración del Título 42, que permitió a los funcionarios federales rechazar a los solicitantes de asilo en la frontera de Estados Unidos con México.
En toda la ciudad, hoteles como el Roosevelt, muchos de ellos a poca distancia de Times Square, el sitio conmemorativo del World Trade Center y el Empire State Building, se están transformando en refugios de emergencia.
Adams dijo que la ciudad se está quedando sin espacio para inmigrantes ilegales y ha buscado ayuda de los gobiernos estatal y federal.
Dijo que Nueva York en las últimas semanas ha visto llegar 500 inmigrantes ilegales por día. Más de 61,000 han buscado servicios de la ciudad en los últimos 12 meses.
El 11 de mayo dijo que, una vez que cambien las normas, podría haber miles de llegadas de este tipo a la ciudad diariamente.
El Título 42 es una ley promulgada inicialmente en 1944 que le permitía al gobierno federal frenar la inmigración para proteger la salud pública. La administración Trump volvió a imponer estas restricciones en el punto álgido de la pandemia de COVID-19 hace tres años.
Las restricciones del Título 42 finalizaron el 11 de mayo.
Los funcionarios de la ciudad de Nueva York esperan recibir autobuses llenos de inmigrantes de los estados fronterizos. Los funcionarios han explorado alojar a los recién llegados en hangares de aviones, una pista de carreras, gimnasios o incluso tiendas de campaña en Central Park. Otros podrían terminar en las calles, temían los defensores, a pesar del compromiso ordenado por la corte de la ciudad de brindar a todos los residentes acceso a un lugar para quedarse.
El 10 de mayo, Adams, demócrata, suspendió temporalmente partes de la ley de Nueva York que garantizan refugio a todos los residentes. Adams firmó una orden ejecutiva para que la ciudad no tenga la obligación de cumplir con un plazo estricto para proporcionar ese refugio.
Unas horas más tarde, envió a aproximadamente dos docenas de inmigrantes ilegales en un autobús a un hotel en la ciudad de Newburgh, en el norte del estado, en medio de una feroz reacción de los líderes locales.
Muchos inmigrantes ilegales que residen en Nueva York han llegado desde Texas, luego de que el gobernador de Texas, Gregg Abbott, comenzara a enviarlos allí en autobuses desde el 2022.
Otras ciudades dirigidas por demócratas, incluidas Chicago y Denver, también han luchado por proporcionar alimentos, medicinas y refugio a un número creciente de inmigrantes ilegales sin una financiación federal significativa.
Según un informe del New York Times, incluso se le pidió al propietario del icónico edificio Flatiron en Manhattan que convirtiera el rascacielos en un refugio, pero se negó.
En una conferencia de prensa el 11 de mayo, Manuel Castro, el comisionado para asuntos de inmigrantes, dijo que la ciudad “ya no puede acomodar físicamente a las personas que solicitan refugio de emergencia”.
La ciudad también ha enfrentado retrocesos en sus primeros esfuerzos para escoltar a los inmigrantes ilegales fuera de la ciudad. En el condado de Rockland, los funcionarios locales obtuvieron con éxito una orden de restricción temporal que prohibía a la ciudad enviar inmigrantes ilegales a un hotel.
Después de que dos docenas de inmigrantes ilegales llegaran a un hotel de Newburgh el 11 de mayo, el ejecutivo republicano del condado de Orange, Steven Neuhaus, culpó a Adams por un «desastre desorganizado» y prometió obtener su propia orden de restricción.
En declaraciones a los periodistas el 11 de mayo, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, demócrata, dijo que la ciudad enfrenta una “situación insostenible”. Pero dijo que también comprende el estrés que enfrentan los ejecutivos del condado y su decisión de no apoyar los autobuses.
“Nuestra opinión es continuar trabajando con los condados, pero realmente enfocándonos en continuar apoyando al alcalde Adams porque él está recibiendo la peor parte de esto”, dijo.
Adams también ha acusado a la Casa Blanca de “dar la espalda a la ciudad de Nueva York”. Pidió que se otorguen permisos de trabajo a los inmigrantes ilegales para solucionar el problema.
Adams dijo en abril que la afluencia de inmigrantes a Nueva York podría costarle a la ciudad más de USD 4000 millones, en un momento en que la ciudad ya enfrenta un importante déficit presupuestario.
Nuevo reglamento sobre inmigrantes ilegales
Estados Unidos implementó una regulación el 10 de mayo que hace que los migrantes no sean elegibles para el asilo si pasaron primero por las naciones sin buscar protección o si no usaron las vías legales para ingresar a Estados Unidos.
La regla se aplica a la gran mayoría de los inmigrantes no mexicanos que buscan asilo porque generalmente pasan por varios países en ruta a Estados Unidos.
Brandon Judd, presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, un sindicato que representa a 18,000 agentes de la Patrulla Fronteriza y personal de apoyo, le dijo a The Epoch Times antes de la terminación del Título 42 que se espera que hasta 13,000 inmigrantes ilegales crucen diariamente la frontera.
“Diría que estamos viendo un mínimo de 13,000”, dijo Judd el 10 de mayo. “Hemos arrestado a más de 10,000 personas por día durante los últimos tres días, y ese número sigue aumentando”.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo que los migrantes que crucen la frontera ilegalmente sin ser procesados adecuadamente no serán elegibles para asilo.
Sin embargo, Judd dice que la administración Biden está engañando al público.
“Esa es una verdad a medias en el mejor de los casos”, dijo.
Aunque a las personas atrapadas cruzando ilegalmente la frontera se les dirá que no pueden solicitar asilo bajo la nueva regla, aún tendrán derecho a apelar, y debido a que la Patrulla Fronteriza no puede retenerlos hasta sus audiencias de apelación, serán liberados en Estados Unidos.
“Le están diciendo al pueblo estadounidense cuál es la intención de la regla, pero no les están diciendo la aplicación práctica de la regla”, dijo.
Los centros de detención ya triplicaron su capacidad, por lo que la Patrulla Fronteriza no tiene otra opción que liberar a los que cruzan la frontera.
“Estamos haciendo liberaciones masivas”, dijo. “Ahora, son solo liberaciones masivas a la calle porque no podemos retener a tanta gente”.
Afirmó que más de dos años de políticas fronterizas laxas han provocado una afluencia masiva de inmigrantes ilegales y han puesto a prueba el sistema, convirtiendo a los agentes fronterizos en meros recepcionistas que procesan las solicitudes de asilo.
“Se restan recursos de las patrullas fronterizas”, dijo. “Eso es lo que significan los arrestos para nosotros”.
Con 10,000 arrestos por día, alrededor del 70 por ciento de los agentes de la Patrulla Fronteriza están realizando tareas administrativas, dijo, y señaló que la administración Biden prefiere usar la palabra “aprensiones” “para que suene mejor”.
Brad Jones contribuyó a este artículo.
Con información de Associated Press y Reuters.
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