Nueva York está pasando a la «fase de reapertura», dijo el viernes el Gobernador Andrew Cuomo mientras los funcionarios estatales reportaban la cuarta disminución diaria consecutiva de pacientes con COVID-19 que reciben atención en los hospitales.
Se están dando de alta a más pacientes en los hospitales estatales que nuevos admitidos.
«El cambio neto de hospitalizaciones está innegablemente en declive», dijo Cuomo a los reporteros en Albany.
Los hospitales también informaron descensos en los pacientes en cuidados intensivos.
Las condiciones están impulsando a los funcionarios a analizar cuándo y cómo reabrir. Nueva York está liderando un acuerdo regional que incluye a Nueva Jersey, Connecticut y Rhode Island.
«Así que ahora nos dirigimos a otra fase, la cual es esta fase de reapertura».
El gobernador dijo el jueves que ciertos negocios podrán reabrir primero. Se negó a fijar una fecha para la primera fase de reapertura y reiteró que cree que la situación no se resolverá completamente hasta que se desarrolle una vacuna o se produzca un tratamiento que demuestre que funciona contra el COVID-19. No se espera una vacuna hasta el próximo año.
Los gobernadores de todo el país están planeando reabrir sus estados y el gobierno federal emitió directrices a finales del jueves sobre cuándo comenzar las diferentes fases de reapertura.
Los estados y regiones que están registrando una trayectoria descendente de casos positivos documentados como un porcentaje del total de pruebas, tienen hospitales capaces de tratar a todos los pacientes sin «atención de crisis» y tienen un programa de pruebas robusto en marcha se les dijo que procedieran a la fase uno, que incluye la reapertura de algunos negocios y una pequeña cantidad de viajes no esenciales.
«Si nos fijamos en Montana, Wyoming, Dakota del Norte, eso es muy diferente a Nueva York. Es muy diferente a Nueva Jersey. Así que va a depender mucho del gobernador», dijo el presidente Donald Trump a los periodistas en la Casa Blanca.
La primera fase de respuesta fue reducir la tasa de infección, dijo Cuomo el viernes. La tasa ha bajado de una persona que infectaba a 1,4 personas en promedio a una persona que infectaba a 0,9 personas en promedio, según datos del estado.
«Eso entonces muestra que el brote comienza a disminuir, los números comienzan a bajar», declaró el gobernador.
El estado también exigió que los hospitales aumenten su capacidad en al menos un 50% y el gobierno federal transformó el Javits Center, un gran centro de convenciones en el lado oeste de Manhattan, en un hospital de emergencia. Un barco hospital militar llegó a Manhattan el mes pasado.
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Los funcionarios de Nueva York se basaron en modelos que proyectaban una necesidad de hasta 140.000 camas de hospital y 40.000 respiradores. El pico del estado llegó con menos de 19.000 pacientes de COVID-19 en camas de hospital. Solo un subconjunto de pacientes requiere asistencia respiratoria.
Los funcionarios han dicho que la gente que se compromete con el distanciamiento social ha reducido el pico. Muchos modelos ya han tenido en cuenta algún grado de distanciamiento social.
Nueva York es el estado más afectado por la pandemia, ha registrado más de 12.000 muertes y cientos de miles de casos. Más de 17.000 pacientes permanecen hospitalizados, un número que ha disminuido en cientos en cada uno de los últimos cuatro días.
La fase dos en Nueva York girará en torno a «no hacer nada mal». Los oficiales no quieren que la tasa de infección vuelva a subir.
Una lenta reapertura estará respaldada por un sistema de pruebas, rastreando los contactos de las personas que dieron positivo, y aislando los casos confirmados y sospechosos. El sistema actual de pruebas es insuficiente para manejar el volumen esperado necesario, según Cuomo.
Cuomo hizo una comparación del proyecto de los funcionarios de impulso rápido necesario para las pruebas con la forma en que el estado impulsó la capacidad de los hospitales. Los funcionarios prevén un sistema con los 301 laboratorios y hospitales que tienen licencia para realizar pruebas en el estado. Además de coordinar los cientos de instalaciones, los funcionarios deben resolver los problemas de la cadena de suministro. Un problema importante es la escasez de químicos requeridos para realizar algunas pruebas. Los productos químicos, o reactivos, se originan en China, donde el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) comenzó el año pasado.
Los estados necesitan ayuda del gobierno federal, dijo Cuomo, afirmando que Nueva York no ha visto fondos federales de los tres proyectos de ley relacionados con el virus que el Congreso aprobó en las últimas semanas.
«¿Hay algún financiamiento para que se puedan hacer estas cosas que queremos hacer? No», dijo Cuomo. «Eso es pasar la pelota sin pasar el dinero».
Cuomo y el Gobernador de Maryland, Larry Hogan, quien lidera un grupo de gobernadores, pidieron 500 mil millones de dólares para los estados a principios de este mes.
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