La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, busca atraer a inmigrantes ilegales para que se incorporen a la fuerza laboral del estado, alegando que tiene 10,000 puestos vacantes disponibles para emplear a estas personas.
“Los propietarios de hoteles y restaurantes [han recurrido] a mí: ‘¿Puedes enviar a algunos de los inmigrantes aquí? Los necesitamos’. Escucho esto en todos los rincones del estado”, dijo Hochul durante una conferencia de prensa la semana pasada. “Tengo 10,000 vacantes en la fuerza laboral del estado de Nueva York. Desde nuestras operaciones hasta la SUNY (Universidad Estatal de Nueva York), tengo 10,000 vacantes”.
La gobernadora demócrata dijo que estaba “ansiosa” por poner en marcha rápidamente el proceso de contratación.
“Una vez que se aprueben, podremos emparejar personas con puestos de trabajo. Ellos ya no tienen que depender de los servicios, que creo que es el objetivo, no tener personas mantenidas por los contribuyentes en nuestros refugios».
Un documento del 12 de enero, emitido por el Departamento de Servicio Civil de Nueva York, decía que la gobernadora ha identificado 18,000 puestos vacantes con cientos de empleadores dispuestos a contratar “migrantes y solicitantes de asilo con estatus laboral legal en Estados Unidos”.
Actualmente, los solicitantes de asilo tienen que esperar alrededor de seis meses, o a veces años, para obtener su autorización de trabajo una vez que presentan una solicitud. Los inmigrantes ilegales que aún no han recibido permisos de trabajo no pueden trabajar legalmente, si son contratados sin un permiso pueden llegar a ser deportados.
La emisión de dichos permisos de trabajo la realiza el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) del gobierno federal. La Sra. Hochul y el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, han pedido a la administración federal que emita permisos de trabajo más rápidos para los inmigrantes ilegales.
Las agencias estatales han identificado alrededor de 4000 puestos como parte de su esfuerzo para emplear a solicitantes de asilo, según el documento del 12 de enero. Muchos de los puestos son categorizados como “difícil de cubrir, nivel básico” y pueden ser ocupados por “migrantes y solicitantes de asilo”, dice el documento.
Sin embargo, señaló «varias barreras» a la hora de contratar a estas personas. En primer lugar, no se pueden verificar los niveles educativos de los solicitantes de asilo, lo que plantea un problema ya que muchos de los puestos de trabajo exigen requisitos como haber terminado la escuela preparatoria.
Algunos de los inmigrantes sólo tienen un «dominio limitado del inglés». A las agencias también les puede resultar difícil verificar el historial laboral previo de inmigrantes ilegales fuera de Estados Unidos.
El departamento afirma que los roles que las agencias buscan cubrir con inmigrantes ilegales son «principalmente en las clases laborales y no competitivas».
Dichos roles se clasifican en las siguientes categorías: Soporte administrativo/de oficina, soporte de ingeniería, servicio y reparación de equipos, operaciones de instalaciones, servicio de alimentos y servicios humanos.
La concejal republicana de la ciudad de Nueva York Joann Ariola criticó la medida de contratar inmigrantes ilegales en un artículo de opinión del 5 de febrero en el medio de comunicación “am New York”.
Señaló que los trabajos que se reservan para los solicitantes de asilo serían “ideales para estudiantes universitarios que buscan encontrar buenos trabajos de nivel inicial después de graduarse”.
“Con tanto discurso sobre los abrumadores niveles de deuda que están experimentando nuestros graduados universitarios, uno debe preguntarse por qué la Sra. Hochul no ha creado un canal directo entre SUNY y el gobierno para cubrir estas vacantes y ayudar a nuestra próxima generación a pagar sus préstamos”.
Las cualificaciones laborales más bajas
El Departamento Administrativo de la Función Pública sugirió crear nuevas normas laborales más bajas para que los inmigrantes ilegales accedan a puestos de trabajo mediante títulos «transitorios».
Los trabajos con tales “títulos transitorios” tendrán requisitos “más acordes con las cualificaciones de los candidatos, pero aún les permitirán desempeñar con éxito las funciones de los puestos”. Estos nombramientos serían temporales.
Durante este tiempo, se espera que los inmigrantes ilegales obtengan las cualificaciones necesarias para los puestos «objetivo».
«Una vez que obtengan las cualificaciones requeridas, sean localizables en las listas de elegibles apropiadas si se requieren exámenes, y si su rendimiento laboral ha sido satisfactorio, las agencias podrán nombrarlos para los títulos objetivo».
El representante Marc Molinaro (R-N.Y.) criticó la política en un posteo del 1 de febrero en X, antes conocido como Twitter. “Ahora están reduciendo ‘las barreras de entrada’ para que los inmigrantes consigan puestos de trabajo estatales vacantes. ¿Por qué no se extiende esta misma cortesía a los residentes del norte del estado de Nueva York? ¿Y por qué no se hace un esfuerzo por eliminar las barreras para los neoyorquinos con discapacidades?”, dijo.
El plan de Hochul de permitir que los solicitantes de asilo obtengan trabajos en Nueva York sucede durante una afluencia masiva de inmigrantes ilegales en el estado. Más de 120,000 inmigrantes ilegales han llegado a la ciudad de Nueva York en el último año, y 60,000 están actualmente alojados en albergues gestionados por la ciudad.
Recientemente, dos agentes de policía de la ciudad fueron golpeados por un grupo de individuos que se cree eran inmigrantes ilegales. El incidente ha planteado dudas sobre la política de estatus de santuario de la ciudad de Nueva York. Ser una ciudad santuario significa que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de la ciudad de Nueva York generalmente no cooperarán con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Durante una conferencia de prensa el 5 de febrero, el director de la oficina de Nueva York del ICE, Kenneth Genalo, y otras personas instaron a poner fin al estatus de santuario de la ciudad.
“Estamos aquí, queremos ayudar, queremos ayudar. El problema es que, debido a las políticas de la ciudad y las leyes estatales, ya no existe cooperación entre la policía de Nueva York y el ICE”, dijo.
“Cada semana cientos de personas están siendo arrestadas en toda la ciudad y si no podemos no podemos determinar cuáles son los más violentos, tenemos que averiguarlo desafortunadamente a través de los medios de comunicación».
Mientras tanto, el expresidente Donald Trump cree que la crisis de los migrantes en Nueva York le da la oportunidad de ganarse la simpatía de sus ciudadanos, los cuales suelen ser tradicionalmente demócratas.
“¿Creo que tenemos una oportunidad? Nueva York ha cambiado mucho en los últimos dos años. Tenemos inmigrantes por toda la calle. Viven en Madison Avenue. Nadie puede creer lo que le pasó a Nueva York”, dijo en una entrevista reciente con Fox News.
“La gente de Nueva York está enojada. Gente que nunca habría votado por mí porque soy republicano. Quiero decir que son demócratas… creo que van a votar por mí. Entonces, creo que vamos a darle una buena oportunidad a Nueva York”.
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