Hay relatos que circulan y se toman como ciertos. Relatos que no necesariamente responden a los hechos. “La conquista española fue la más cruel de la humanidad”, ¿qué tan cierta es esta supuesta verdad? Autores revisionistas han comenzado a echar luz sobre esta oscuridad.
La hispanidad y el imperio español suelen teñirse de adjetivos negativos, generando conclusiones inclinadas hacia esos aspectos. Las interpretaciones antihispanistas son recurrentes en ámbitos académicos, políticos y cotidianos:
“Como si fuera una suma de defectos: un pueblo fanático, antimodernista, violento», explicó la historiadora mexicana Guadalupe Jiménez Codinach al referirse sobre «los múltiples malentendidos» que atraviesa el legado hispano, durante una entrevista a El País, en 2021, año de publicación de La disputa del pasado. España, México y la leyenda negra, un libro de su coautoría que reúne a otros seis intelectuales en el que analizan las lecturas interesadas que se han generado «en ambas orillas del Atlántico”.
¿Por qué atacar a la hispanidad? La Dra. Jiménez Codinach explica que a partir del descubrimiento de América, en 1492, la monarquía española comienza a crecer y por varios siglos logra convertirse en la potencia más fuerte de Occidente. Ahí el problema:
“Cuando llegas a esas alturas, prepárate porque va a haber ataques (…) Las otras potencias van a atacar destruyendo la imagen de esa potencia, calificando de crueldad, de opresión, de falta de humanidad todo lo que haga”, continuó la académica, preocupada por la desinformación que se sufre desde aquel entonces. Hoy los mitos que relatan que a los españoles “solo les interesaba el oro y la plata” o “mataron a todos” son considerados como ciertos.
“Ojalá entendiéramos esto: lo mejor de Europa se encontró con lo mejor de América. Eso es México”, explicó el escritor Juan Miguel Zunzunegui en una entrevista con la Dra. Lidia Pérez. “Pero empezamos a contarnos mentiras”, siguió diciendo este autor mexicano, que tiene una veintena de libros publicados, entre ellos El regreso de Quetzalcóatl y Hernán Cortés. “Toda la historia que nos hemos contado en México —y tristemente también es la historia que se cuentan en España— es una historia de leyenda negra”, agregó.
Es necesario invertir la lógica, propone el Dr. Zunzunegui. Si el reino de Castilla logró las proezas más importantes de su tiempo fue porque era el más avanzado de su tiempo. “Es imposible que el país más ignorante, pobre y menos desarrollado logre las hazañas más gloriosas”, continuó el escritor, y siguió profundizando:
En ese entonces, Castilla era la única que podía hacerlo. Tenía esplendor para lograrlo. Había estado conectada a Medio Oriente, a través de su cercanía con África y las influencias del Islam, donde se nutrió de su arquitectura, astronomía, astrología, álgebra y aritmética. “Por eso pueden hacer los barcos que hacen, los instrumentos de navegación que hacen”, detalló. “¡Más la guerra Santa que libran contra el Islam! Por eso tienen el tipo de hombres que tienen, que son capaces de jugarse la vida”.
España ya era la cuna del humanismo, donde surgieron los primeros estudios de la lógica de la lengua y de la literatura. La península Ibérica tenía una confluencia cultural que venía dándose desde hacía siglos. Es decir, traía el mestizaje y ese espíritu de que “Todo deja, todo aporta y todo construye”, reflexionó el Dr. Zunzunegui.
La defensa de la cultura y la civilización hispana también ha sido objeto de estudio del Dr. Marcelo Gullo Omodeo, profesor, investigador y autor argentino, que recientemente publicó Nada por lo que pedir perdón. Entre otras implicaciones, el título alude a que «durante cuatro siglos, Gran Bretaña, Holanda, Estados Unidos, Francia y Alemania —sin ninguna autoridad moral— le han exigido a España que pida perdón por los supuestos pecados cometidos durante la conquista de América».
Sin ir más lejos, en el 2019, Andrés Manuel López Obrador, actual presidente de México, también exigió disculpas al rey de España para que se «reconozcan los agravios que se cometieron y sufrieron los pueblos originarios», informó Epoch Times en Español.
Para el Dr. Gullo, el descubrimiento del nuevo continente fue una revelación al mundo que también aportó valores y oportunidades superadoras para América. En la conferencia «Leyenda negra y geopolítica mundial», realizada este año en España, el analista destacó la figura de estadista de Isabel La Católica. Y aclaró que la entonces reina de Castilla, no tenía la intención de esclavizar a los pueblos americanos sino de hacerlos súbditos del reino, de integrarlos.
No buscaban colonias, querían que surgieran otras “Españas”, enfatiza el autor. “Por eso se va a crear ‘Nueva España’, lo que después pasa a ser México. Muchos no saben que Argentina, que va a ser el Virreinato del Río de la Plata, le habían puesto el nombre de ‘Nueva Andalucía’; a Chile, ‘Nueva Extremadura’; ‘Nueva Castilla’, para el Perú». Es decir, aparecieron otras Españas cuyo objetivo principal era evangelizarlas.
¿Con qué se encuentran en América? «Lejos del paraíso terrenal», respondió el historiador, en Mesoamérica se vivía un estado de guerra permanente. Donde se practicaba la antropofagia, es decir, se comían a seres humanos, y el 80% de la población estaba sometida por los aztecas. “¿Qué es la conquista de México? Es la liberación de México”, expresó el Dr. Gullo. “Pero que no fue hecha por Cortés”, especificó, sino que fue a través de una alianza de indígenas que lucharon por su libertad, su vida, cansados de los 20,000 sacrificios humanos que los aztecas hacían por año.
¿Qué sucedió después de la conquista? “Una historia de reconciliación”, explicó el Dr. Gullo. Una nueva historia donde se fusionaron todos, donde hubo mestizaje. Si la intención de Cortés y la de la Castilla era la de ir a robar, cuestionó nuevamente el historiador, si solo le interesaba el oro, ¿por qué construyeron en América los centenares de hospitales, colegios y universidades? Estas edificaciones no eran solo para beneficio de los españoles, que eran minoría en la población. Criollos, indios y mestizos también estaban contemplados.
La lista de hechos que diluyen la leyenda negra sigue. El que los sacerdotes hayan sistematizado la gramática del náhuatl, por ejemplo, durante su convivencia con los indígenas, no es un dato irrelevante para estos autores. A través del tiempo se han ido exagerando los aspectos negativos sin ver los positivos y este revisionismo busca requilibrar la balanza.
Para estas nuevas corrientes, la hispanidad en tanto raíz de la identidad es un punto que se debe reconocer y recuperar. Si no nos amigamos con nuestras raíces seguirán los problemas, advierten los académicos. México gira en torno a “fui conquistado” como cimiento de su identidad, observó Juan Miguel Zunzunegui, lo cual justifica “todas nuestras miserias o todas nuestras pobrezas”.
“Tenemos traumas de cosas que no pasaron nunca”, continua el escritor. Si nos repetimos continuamente que “Nos humillaron, nos sometieron, nos violaron, se llevaron nuestro oro (…) ¿cómo sacas el país adelante?”. Cada mexicano crece con un lastre, con una devaluación de su ser. Necesitamos una nueva narrativa, concluyó Zunzunegui. Al sostener que “nadie me quiere”, se niega la grandeza que es posible.
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