La 96ª edición de los Premios de la Academia, más conocidos como los Oscar, arrancará este domingo en el Dolby Theatre de Los Ángeles (California). En una de las noches más importantes de la industria cinematográfica, algunas de las películas más taquilleras de 2023 competirán por el Oscar a la mejor película.
Sin embargo, «para fomentar una representación equitativa dentro y fuera de la pantalla» y «reflejar mejor la diversidad del público que asiste al cine», la categoría de este año contará con un cambio notable: Nuevas normas de representación y diversidad.
Para que una película fuera nominada en la categoría de Mejor Película, tenía que presentar un formulario confidencial de «Inscripción de Normas de Representación e Inclusión», cumpliendo dos de las cuatro normas siguientes: representación en pantalla en temas y narrativa, liderazgo creativo y equipo del proyecto, acceso a la industria y oportunidades y desarrollo de la audiencia. Todas las normas incluyen directrices relativas a la inclusión de mujeres, personas LGBT y además personas con discapacidades cognitivas o físicas, así como de grupos raciales o étnicos subrepresentados.
Las diez candidatas al premio a la mejor película de este año -entre las que se encuentran «Oppenheimer», «Maestro», «The Holdovers» y «Killers of the Flower Moon»tuvieron que cumplir estas estrictas cuotas de diversidad para poder optar a la categoría.
Cuotas de diversidad para la mejor película
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas—la organización profesional honorífica compuesta por más de 10.500 miembros que supervisa los Oscar—anunció los requisitos de diversidad en septiembre de 2020. Las nuevas normas, forman parte de la iniciativa Apertura 2025 de la Academia, lanzada ese mismo año.
La iniciativa engloba las amplias políticas de inclusión de la organización, que también incluyen formación obligatoria sobre prejuicios inconscientes para los rectores de la Academia y la creación de una «Oficina de Representación, Inclusión y Equidad».
En un comunicado, los ex directores de la Academia David Rubin y Dawn Hudson afirmaron que creían que las nuevas normas de inclusión serían un «catalizador para un cambio duradero y esencial» en la industria cinematográfica de Hollywood.
«La apertura debe ampliarse para reflejar la diversidad de nuestra población mundial, tanto en la creación de películas como en el público que se conecta con ellas», afirmaron. «La Academia se compromete a desempeñar un papel vital para ayudar a que esto sea una realidad».
En otra declaración, la Sra. Hudson, ex directora ejecutiva de la Academia, dijo que «aunque la Academia ha hecho progresos… hay mucho más trabajo por hacer para garantizar oportunidades equitativas en todos los ámbitos».
Y prosiguió «Es urgente abordar esta cuestión. Con ese fin, modificaremos—y seguiremos examinando—nuestras normas y procedimientos para garantizar que todas las voces sean escuchadas y celebradas».
Según The Hollywood Reporter, las directrices de inclusión de la Academia se inspiraron en las normas de diversidad del British Film Institute, que se pusieron en marcha en 2014.
Sin embargo, la publicación reportó que un informe de 2020 de la London School of Economics and Political Science—realizado en colaboración con el British Film Institute—indicaba que el Instituto no abordaba adecuadamente la subrepresentación racial en la industria cinematográfica del Reino Unido.
«Las principales conclusiones incluyen: Las Normas de Diversidad en la actualidad aún no han respondido al reto de la desigualdad racial en la industria cinematográfica y las minorías étnicas siguen estando gravemente excluidas en la industria cinematográfica del Reino Unido, sobre todo fuera de la pantalla», tuiteó Clive Nwonka, que en aquel momento era becario de estudios cinematográficos en la institución londinense.
Las normas de inclusión suscitan reacciones negativas
Las nuevas normas de inclusión no han sido bien recibidas por todos. Algunas celebridades y otras figuras notables de la industria del espectáculo han criticado las nuevas cuotas de diversidad de los Oscar.
«Las principales conclusiones incluyen: Las Normas de Diversidad en la actualidad aún no han respondido al reto de la desigualdad racial en la industria cinematográfica y las minorías étnicas siguen estando gravemente excluidas en la industria cinematográfica del Reino Unido, sobre todo fuera de la pantalla», tuiteó Clive Nwonka, que en aquel momento era becario de estudios cinematográficos en la institución londinense.
En particular, el veterano actor ganador de un Oscar Richard Dreyfuss—protagonista de «Tiburón» y «American Graffiti», entre otras—expresó enérgicamente su desdén por las directrices durante una entrevista con el programa de entrevistas de PBS «Firing Line» el año pasado.
«Me hacen vomitar», dijo a la presentadora del programa, Margaret Hoover. «Porque esto es una forma de arte. También es una forma de comercio y da dinero, pero es un arte. Y nadie debería decirme como artista que debo ceder a la última y más actual idea de lo que es la moralidad».
«¿Qué estamos arriesgando? ¿Realmente nos arriesgamos a herir los sentimientos de la gente? Eso no se puede legislar», continuó el actor. «Hay que dejar que la vida sea vida. Y lo siento, no creo que haya una minoría o una mayoría en el país que tenga que ser atendida así».
Dreyfuss se refirió a la interpretación de Laurence Olivier, del personaje principal en la película de 1965 «Otelo», que interpretó con la cara pintada de negro. Al año siguiente, Olivier fue nominado al Oscar al mejor actor protagonista por su papel en la película.
«Interpretó brillantemente a un hombre negro», señaló el actor. «¿Me están diciendo a mí que nunca tendré la oportunidad de interpretar a un negro? ¿Se le está diciendo a alguien que si no es judío no debe interpretar ‘El mercader de Venecia’? ¿Estamos locos? ¿No sabemos que el arte es arte?».
Y concluyó: «Esto es tan condescendiente. Es tan desconsiderado y es tratar a la gente como niños».
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