PHOENIX, Arizona .—La policía de Phoenix trabaja sin descanso para tratar de reconstruir los detalles que condujeron a un tiroteo ocurrido esta madrugada que dejó a nueve oficiales heridos de bala y a un sospechoso muerto por una posible herida de bala autoinfligida.
«No recuerdo un incidente en la historia de la ciudad en el que hayan resultado heridos tantos oficiales», dijo la alcaldesa de Phoenix, Kate Gallego, durante una rueda de prensa celebrada por la tarde cerca de la escena del crimen en el 5400 West Elwood St. en South Pheonix.
«Estoy increíblemente orgullosa de nuestro Departamento de Policía de Phoenix. Estos oficiales eligieron correr en el camino del riesgo. Una niña está a salvo hoy gracias a nuestros oficiales de la policía de Phoenix. Tenemos la suerte de que en un incidente tan horrible y con tantos heridos, todos van a estar a salvo. Muchos se enfrentan a una recuperación muy difícil».
Gallego dijo que la Casa Blanca también se puso en contacto con la policía de Phoenix el viernes «con preocupación».
«Mi corazón está con los oficiales y sus familias y con todo el departamento de policía de Phoenix», dijo la alcaldesa Gallego. «Hoy, en el hospital, estuve hablando con un oficial después de entrar en el quirófano. El oficial solo quería saber sobre el resto de la brigada y cómo estaban. Ese es el tipo de individuo increíblemente desinteresado que sirve a la ciudad de Phoenix. Nueve oficiales baleados o heridos, eso es un peso increíblemente grande para todos nosotros».
Aunque los detalles del incidente seguían siendo escasos el viernes, la policía de Phoenix dijo que los oficiales respondieron a una llamada al 911 alrededor de las 2:15 de la madrugada. Un vecino informó de que se escucharon disparos desde el interior de una casa adosada en el densamente poblado barrio de Laveen, en el sur de Phoenix.
Cuatro policías no identificados recibieron disparos durante el enfrentamiento y cinco oficiales resultaron heridos, aparentemente por metralla, durante el tenso tiroteo. Una mujer que se encontraba en el lugar de los hechos murió en el enfrentamiento, mientras que el sospechoso, Morris Jones, de 36 años, falleció también en la escena por una aparente herida de bala.
La policía dijo que no está claro si Jones se suicidó o si fue abatido por la policía durante el enfrentamiento.
Al parecer, un segundo varón no identificado había colocado a una niña en la escalera de entrada cuando la policía se lo ordenó. Cuando los policías fueron a recuperar al niño, Jones supuestamente empezó a dispararles, dijo el sargento de la policía de Phoenix Andy Williams en la rueda de prensa.
Al parecer, los oficiales de policía tuvieron que abandonar a la niña y ponerse a cubierto antes de que un equipo SWAT de Phoenix llegara minutos después y consiguiera rescatar al pequeño.
Williams indicó que el nombre de la víctima femenina no se ha dado a conocer al público a la espera de que se notifique a sus familiares. La niña fue puesto bajo la custodia de los servicios de protección infantil, añadió.
De los nueve oficiales heridos, cuatro siguen hospitalizados, uno de ellos con lesiones críticas. Se espera que todos sobrevivan, añadió el sargento.
«No se puede exagerar la complejidad y la escala de la escena», dijo a continuación. «Los detectives están preparados para trabajar durante todo el día de hoy, toda la noche y todo el día de mañana. Solo tenemos una oportunidad para hacerlo bien».
«Hay un montón de detalles en los que todavía estamos trabajando», indicó Williams. «No voy a especular sobre lo que sabían los oficiales».
Austin Michael, antiguo vecino de Jones y de la mujer fallecida rompió a llorar al recordar los momentos en que escuchó la ráfaga inicial de disparos poco después de las 2 de la madrugada del viernes.
«Por el ruido y mi familiaridad (con las armas de fuego) se podría decir que estaban dentro de una estructura. Al principio fueron entre cuatro y seis disparos, y luego entre tres y cinco procedentes de la dirección contraria. Al principio eran armas de mano», dijo Michael a The Epoch Times.
Michael dijo que había sido vecino del fallecido durante 18 meses hasta el pasado mes de septiembre, y que «la única razón por la que estuve aquí la pasada noche es que compré este coche a la hija de un vecino y el radiador acaba de llegar esta mañana; pasé la noche en mi camioneta».
Solo conocía a los fallecidos por breves encuentros con ellos «aparcando o descargando la compra o cogiendo el correo».
«Sinceramente, no podría decirle cómo eran, pero desde que vivo aquí, montando mi monopatín eléctrico he pasado por esa casa no sé cuántas veces. No ha habido ningún incidente (previo)».
Michael dijo que nunca imaginó que el aparentemente tranquilo barrio pudiera estallar en tal violencia.
«Nunca imaginé que llegaría a este volumen. Me han robado el tubo de escape [del vehículo] dos veces. Eso me parecía mal. Luego hubo algún que otro helicóptero evaluando un conflicto doméstico. En mi opinión, este [tiroteo] tiene un alcance indescriptible y me da igual quién sea. ¿Qué puede uno hacer? Nunca imaginé que me pasara algo tan cercano».
Michael lloró al pensar que la niña podría haber estado tan cerca del intercambio de disparos.
«Eso me molesta mucho. Estoy muy agradecido de que la bebé esté bien», dijo.
Una vecina dijo que escuchó tres series de disparos alrededor de las 2:15 a.m. y lo que sonaba como un auto saliendo de la escena, lo que le hizo pensar en un tiroteo.
«Este es un [barrio] muy tranquilo. Nunca se oye a la policía. De hecho, es la primera vez que veo a un grupo de policías por aquí», dijo la mujer a The Epoch Times bajo condición de anonimato. «Cuando digo tranquilo, quiero decir súper tranquilo. Cuando oí los disparos supe que estaba cerca. Acababa de acostarme y entonces empecé a oír el helicóptero. Diez minutos después, algunos disparos más».
La jefa de la policía de Phoenix, Jeri Williams, en declaraciones a los periodistas, elogió a los nueve oficiales por su valentía durante el tiroteo.
«Los tremendos actos de valentía que nuestros oficiales han mostrado esta mañana me alegran el corazón. Cuando ves-cuando oyes lo que estaba ocurriendo, nuestros oficiales entraron. Cuando una bebé fue dejada en la puerta, nuestros oficiales entraron a rescatarla y ese es el tipo de oficiales de policía que tenemos en nuestro departamento de policía y en nuestra comunidad», dijo Williams.
«Una vez más, nuestra comunidad se vio devastada por actos de violencia que no solo hirieron a nueve oficiales, sino que también provocaron la pérdida de vidas de dos miembros de la comunidad. Cuatro de esos oficiales están siendo tratados hoy por heridas de bala. Este es un ejemplo más de los peligros a los que se enfrentan nuestros policías día tras día para mantener la seguridad de nuestras comunidades. Lo he dicho esta mañana y lo vuelvo a decir, si parezco disgustado, lo estoy. Esto no tiene sentido», añadió lajefa de policía.
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