Hay ciertos momentos en nuestras vidas en los que estamos tan ocupados que puede ser demasiado fácil que las sutiles señales de advertencia de nuestros cuerpos pasen desapercibidas. Un inusual antojo de sal, sueños intensos o quedarse dormido en el escritorio, por ejemplo, puede ser la forma que tiene el cuerpo de decirte que hay una condición de salud subyacente que necesita su atención inmediatamente.
Entonces, ¿a qué debe prestar atención? Las siguientes son nueve formas en las que su cuerpo podría estar diciéndole que se detenga, que preste atención y que haga un cambio para mejorar su salud y bienestar.
1. Actuar con agresión
Aunque la ira es una emoción normal, los arrebatos de agresión podrían indicar que hay una depresión subyacente no tratada.
En un estudio psiquiátrico realizado en 1998, los investigadores descubrieron que un tercio de los pacientes encuestados a los que se les había diagnosticado depresión también experimentaban arrebatos repentinos de ira. El tratamiento con antidepresivos como la fluoxetina, la sertralina y la imipramina disminuyeron los ataques de ira hasta en un 71%.
2. Dormir durante el día
Todos nos permitimos «días de edredón» de vez en cuando, pero el sueño excesivo, también conocido como hipersomnia, podría ser una señal de alerta temprana de una enfermedad autoinmune como el lupus o la artritis reumatoide.
En un estudio realizado en 2006, el neurocientífico Dr. Yves Dauvilliers también identificó el «síndrome de sueño insuficiente inducido por el comportamiento» en personas que no dormían lo suficiente durante al menos tres meses. Este síndrome, dijo Dauvilliers, es cada vez más frecuente en la sociedad occidental debido al creciente estrés de la vida cotidiana.
3. Sueños intensos
Los sueños intensos y vívidos, caracterizados por las sacudidas durante el sueño, podrían ser un síntoma de la enfermedad de Parkinson u otra condición neurodegenerativa. Denominado por los médicos como «trastorno del comportamiento REM», es más común en los hombres con la enfermedad de Parkinson que en las mujeres.
La Asociación Americana de la Enfermedad de Parkinson afirma que los trastornos del sueño responden bien a los tratamientos que promueven la liberación de dopamina. Cualquiera que sea la causa subyacente de su alteración del sueño, es aconsejable hablar con un médico para llegar a la raíz de la causa.
4. Cambios en el color de los ojos
Un arco gris o blanco visible alrededor del iris del ojo es común en los adultos mayores. Sin embargo, cuando se produce en adultos menores de 45 años, podría ser un indicio de colesterol alto.
Si el colesterol alto es de familia, este arco gris-blanco también puede estar asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, según la Clínica Mayo.
5. Sensación de alfileres y agujas en las piernas
La sensación de picazón, dolor, palpitaciones o punzadas en las piernas, especialmente a la hora de dormir, podría indicar un síndrome de piernas inquietas. Este síndrome suele ir acompañado de un fuerte impulso de mover las piernas para hacer desaparecer las sensaciones incómodas. El síndrome puede variar de leve a vulnerable.
Se desconoce la causa del síndrome de las piernas inquietas, pero puede verse agravada por factores relacionados con el estilo de vida, como el tabaquismo o la falta de ejercicio. Afecta hasta el 10 por ciento de las personas en Estados Unidos, de acuerdo con Web MD, pero las personas con esta condición responden bien al tratamiento después de un diagnóstico correcto.
6. Piel gruesa y con picazón
A menos que tenga una alergia conocida, una piel gruesa y con picazón puede indicar eccema, una condición de la piel irritante pero tratable.
La neurodermatitis, la forma más común de eccema, afecta aproximadamente al 12 por ciento de la población, explica la Asociación Nacional de Eccema. Aunque rascarse la piel puede parecer la mejor cura, una mejor opción es ver a un médico de confianza para un tratamiento personalizado.
7. Antojo de comida salada
Mientras que la dieta media estadounidense ya es bastante salada, un deseo agudo de sal podría significar que podría haber algún problema acercándose. El antojo de sal, según Healthline, podría indicar deshidratación, un desequilibrio de electrolitos, síndrome premenstrual (SPM), embarazo o altos niveles de estrés.
Como primer puerto de escala, el mejor remedio es beber agua y en abundancia. Si los síntomas persisten, intente buscar consejo médico.
8. Antojos de hielo
El antojo y querer masticar hielo, un fenómeno conocido como «pagofagia», suele asociarse con la deficiencia de hierro, con o sin anemia. Los estudios sugieren que la función de masticar hielo podría ser aumentar la alerta en las personas con anemia por deficiencia de hierro, señala la Clínica Mayo.
Con menos frecuencia, un problema emocional como el estrés agudo puede hacer que una persona desee y mastique hielo.
9. Sed insaciable
La Asociación Americana de la Diabetes advierte que la sensación de sed insaciable si va acompañada de otros síntomas como el hambre a pesar de comer, la fatiga extrema, la visión borrosa, la pérdida de peso o el entumecimiento de las extremidades, puede indicar una diabetes de tipo 1.
Si experimenta cualquier combinación de estos síntomas, visite a un médico; la detección y el tratamiento tempranos de la diabetes pueden disminuir enormemente el riesgo de complicaciones.
Manténgase alerta a estas sutiles señales de advertencia que su cuerpo le está dando y manténgase en la cima de una salud óptima.
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