Entre las docenas de nuevos programas de beneficios en el plan de gastos de reconciliación «Build Back Better» de USD 3.5 billones del presidente Joe Biden se encuentra un nuevo Crédito Tributario por Hijos (CTC) que destinaría más de USD 25,000 millones a inmigrantes legales e ilegales con hijos nacidos en los Estados Unidos, según un análisis publicado el 5 de octubre.
«El estancado proyecto de ley de reconciliación presupuestaria reemplaza el Crédito Tributario Adicional por Hijos (ACTC), que pagaba en efectivo a trabajadores de bajos ingresos con hijos, con un programa que es parte del Crédito Tributario por Hijos mejorado (CTC)», según Steven Camarota, director de investigación para el Centro de Estudios sobre Inmigración (CIS), en el análisis.
“El programa se asemeja a la tradicional asistencia social en efectivo porque elimina por completo el requisito de trabajo del antiguo ACTC. También aumenta significativamente el tamaño del pago. El nuevo programa fue autorizado en el estímulo de [USD 1.9 billones] durante un año”, escribe Carmarota.
“Como sucedía con el antiguo ACTC, cualquier inmigrante ilegal con un hijo nacido en los Estados Unidos es elegible para el nuevo programa. Estimamos que los inmigrantes ilegales recibirán USD 8200 millones en pagos anuales del nuevo programa–más del triple de lo que eran elegibles bajo el antiguo ACTC, mientras que los inmigrantes legales recibirán USD 17,200 millones. El costo de 10 años solo para los inmigrantes ilegales totalizaría aproximadamente USD 80,000 millones”, estima Camarota.
Biden dijo en marzo, cuando el Congreso aprobó su programa de estímulo de USD 1.9 billones que estableció el CTC, que quería hacerlo permanente, pero no estaba claro en ese momento que los inmigrantes legales e ilegales con hijos nacidos en los Estados Unidos se agregarían a los elegibles para el crédito.
El gigantesco plan de reconciliación que se presentó al Congreso ahora conserva el CTC aprobado a principios de este año, pero amplía su disponibilidad y lo convierte en un derecho permanente.
“El pago máximo en efectivo bajo el nuevo programa para quienes no tienen obligación tributaria federal sobre la renta es el mismo que la reducción de la obligación tributaria–USD 3600 para niños menores de seis años y USD 3000 para niños de 6 a 17”, escribe Camarota.
«La Oficina de Presupuesto del Congreso ha estimado que las nuevas subvenciones en efectivo, excluyendo los reembolsos, costarán al tesoro federal USD 66,200 millones por encima de los USD 28,900 millones que cuestan las antiguas subvenciones, por un costo total de aproximadamente USD 95,000 millones anuales».
Si se convierte en ley, el nuevo CTC duplica el «crédito reembolsable» por niño, que Camarota describe como «potencialmente revolucionario porque los pagos son tan grandes que los proponentes esperan que reduzca sustancialmente la pobreza infantil». El crédito se deduce de los impuestos familiares adeudados o se paga en efectivo a quienes no tienen obligación tributaria federal.
Camarota calculó el beneficio promedio que probablemente estaría disponible bajo el CTC si es aprobado por el Congreso y firmado por Biden. Los inmigrantes ilegales recibirían USD 5134, en comparación con USD 4757 para inmigrantes legales y USD 4557 para ciudadanos regulares.
Además, Camarota señala en su análisis que al eliminar cualquier requisito de trabajo como condición para recibir el crédito, el CTC deroga efectivamente un principio clave de la histórica reforma del bienestar de 1996 aprobada por un Congreso republicano y el presidente demócrata Bill Clinton. Esa reforma también vinculó la cantidad de asistencia que una persona podía recibir con lo que ganaba trabajando.
“Para las personas de bajos ingresos, el vínculo con las ganancias en el programa anterior significaba que cuanto más ganaba alguien, mayor era el pago que recibía del programa, al menos hasta cierto punto”, dijo Camarota sobre el programa anterior.
“El nuevo programa no tiene tal incentivo, ya que el valor total del beneficio en efectivo está disponible para cualquier persona de bajos ingresos con un hijo, incluidos aquellos que no trabajan en absoluto, lo cual lo convierte en la tradicional asistencia social en efectivo».
“Las nuevas subvenciones en efectivo del CTC se pagan en cuotas mensuales que suman la mitad de lo que el beneficiario puede esperar recibir del programa una vez que presente sus impuestos. Esto también lo hace aún más parecido a la tradicional asistencia social en efectivo, ya que los beneficiarios no tienen que esperar hasta que presenten sus impuestos para recibir un cheque todos los meses».
El único otro requisito, además de tener un hijo nacido en los Estados Unidos, es que el dependiente tenga un número de Seguro Social (SSN) válido. Sin embargo, ese requisito no es significativo porque todas las personas nacidas en los Estados Unidos son automáticamente elegibles para recibir un SSN.
Pero Camarota agrega que “el padre no necesita un SSN válido. Esto significa que cualquier persona–residentes permanentes legales, visitantes temporales a largo plazo (por ejemplo, trabajadores huéspedes y estudiantes extranjeros) e inmigrantes ilegales que tienen al menos un hijo nacido en Estados Unidos–pueden recibir pagos en efectivo del programa si sus ingresos son lo suficientemente bajos».
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