Un nuevo estudio estimó que por cada millón de segundas dosis de la vacuna contra COVID-19 de Moderna administradas al grupo de mayor riesgo se producen cientos de casos de inflamación del corazón.
Alrededor de 269.5 casos de miocarditis, una forma de inflamación del corazón, se estimaron entre los varones de 18 a 29 años, de acuerdo a la conclusión de los investigadores.
La miocarditis es una enfermedad grave que puede provocar la muerte.
Los investigadores extrajeron las cifras de un sistema de vigilancia de salud pública establecido por las autoridades de la Columbia Británica en Canadá.
En el estudio de cohortes basado en la población, los investigadores buscaron casos de miocarditis, pericarditis y miopericarditis ocurridos poco después de recibir una vacuna Moderna o Pfizer contra COVID-19, ambas con tecnología de ARN mensajero. La pericarditis es la inflamación del tejido cercano al corazón y la miopericarditis es cuando se producen tanto la miocarditis como la pericarditis.
Los investigadores excluyeron a las personas que no recibieron la serie primaria de dos vacunas, a quienes recibieron una o más dosis fuera de la Columbia Británica y a quienes experimentaron miocarditis en el plazo de un año antes de la vacunación.
De los 3.1 millones de personas restantes, 59 desarrollaron miocarditis y 41 pericarditis entre siete y 21 días después de la vacunación.
Utilizando un modelo, los investigadores tomaron las cifras y las tradujeron a tasas por millón.
Las tasas más elevadas de miocarditis se registraron entre los varones jóvenes, que desde hace tiempo se consideran los más expuestos a la inflamación del corazón tras la vacunación.
La tasa de Moderna fue de 269.5 de casos por millón de segundas dosis entre los varones de 18 a 29 años. La tasa de Pfizer fue de 58 casos por millón de segundas dosis entre los varones de ese grupo de edad.
Las tasas descendieron en los grupos de mayor edad. Las tasas para los hombres de 30 a 39 años, por ejemplo, fueron de 54 casos por millón (Moderna) y de 11.3 casos por millón (Pfizer).
Entre las mujeres de 18 a 29 años, las tasas fueron de 27.4 para Moderna y de 4.8 para Pfizer. Entre las mujeres de 30 a 39 años, las tasas fueron de 27.8 para Moderna y de 11.4 para Pfizer.
Las tasas de referencia, o tasas en la población general, son de solo 2 casos por millón en personas de 18 a 39 años, lo que significa que la vacunación aumenta la probabilidad de incidencia.
Expertos de Estados Unidos y de otros países han afirmado que tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna están relacionadas con la miocarditis y la pericarditis.
En comparación con la vacuna de Pfizer, la de Moderna se vinculó con una probabilidad más de dos veces mayor de padecer las afecciones inflamatorias, dijeron los investigadores.
Pfizer y Moderna no respondieron a las solicitudes de comentarios.
«Nuestros hallazgos pueden tener implicaciones políticas en cuanto a la elección de la vacuna ofrecida», dijeron los investigadores.
El estudio fue dirigido por el epidemiólogo Naveed Janjua, director ejecutivo de análisis del Centro de Control de Enfermedades de la Columbia Británica, y financiado por las autoridades canadienses. Fue publicado por el Journal of American College of Cardiology.
Entre las limitaciones de la investigación se encuentra el hecho de que es observacional, y los investigadores afirman que no pueden decir si los casos de inflamación están relacionados con la vacunación.
Algunos expertos, incluidos los autores, restan importancia a la inflamación tras la vacunación, afirmando que los casos suelen resolverse con el tiempo y que los beneficios de las vacunas —principalmente la protección contra enfermedades graves, ya que no ofrecen mucha protección contra las infecciones— superan los riesgos. Otros afirman que, especialmente entre los más jóvenes, los riesgos superan a los beneficios.
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