El nuevo gobernador de Virginia dio a conocer el jueves un plan de acción contra el COVID-19 que incluye desalentar las pruebas masivas de la enfermedad y para las personas asintomáticas, así como fomentar la vacunación.
El plan del gobernador Glenn Youngkin (pdf) tiene como objetivo aliviar la presión sobre los sistemas de atención médica, mantener sanos a los residentes del estado y evitar los cierres.
En cuanto a las pruebas de COVID-19, el plan dice que Youngkin «desaconsejará la realización de pruebas masivas con fines de preselección, desaconsejará la realización de pruebas a las personas asintomáticas e instará a las personas sanas con síntomas leves a que se queden en casa y utilicen con prudencia las pruebas».
También ha ordenado a los funcionarios de salud del estado que actualicen el orden de prioridad de las pruebas rápidas, colocando a los estudiantes potencialmente expuestos al COVID-19 al principio de la fila, seguidos por los trabajadores de la salud y las personas mayores.
El plan también describe cómo Youngkin planea intensificar los esfuerzos para convencer a más residentes de Virginia de que se vacunen contra el COVID-19 y reciban vacunas de refuerzo, al mismo tiempo que reitera su oposición a la obligatoriedad de las vacunas.
El tercer aspecto es la flexibilización de la normativa sobre los proveedores de atención médica para que puedan atender a los pacientes aunque tengan que lidiar con la escasez de personal.
«Los anuncios de hoy están diseñados para dar a los habitantes de Virginia las herramientas y los recursos necesarios para tomar las mejores decisiones para sus familias, fortalecer nuestros sistemas hospitalarios y garantizar una fuerte recuperación a medida que nos encontramos con nuevos desafíos asociados a la pandemia que se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana», dijo Youngkin en un comunicado.
El republicano, poco después de tomar posesión de su cargo el 15 de enero, firmó 11 órdenes ejecutivas, entre ellas una que prohíbe las órdenes de mascarilla en las escuelas, otra que pone fin a la orden de vacunación contra el COVID-19 para los trabajadores del Estado, y otra destinada a ayudar a los proveedores de atención sanitaria mediante la flexibilización temporal de algunas normas.
La Asociación de Hospitales y Atención Sanitaria de Virginia expresó su apoyo a la orden de Youngkin sobre la atención médica, afirmando que era «un paso bienvenido y necesario para conceder importantes flexibilidades a los proveedores de primera línea y a los hospitales de Virginia mientras siguen luchando contra esta ola de la pandemia».
Las hospitalizaciones por COVID-19 alcanzaron las 3871 el 20 de enero, el nivel más alto de la pandemia, aunque los datos de otros estados indican que un porcentaje significativo de los pacientes con COVID-19 son en realidad ingresados por otras razones.
Los casos en el estado han descendido en las últimas semanas, reflejando la tendencia nacional.
En un discurso ante la Asamblea General la semana pasada, Youngkin dijo que la lucha contra el COVID-19 se basaría en el simple principio de «proteger las vidas y los sustentos».
«Eso significa no más órdenes y no más cierres. Como dije el sábado, significa que Virginia está abierta a los negocios. También significa que la ciencia desde el comienzo de la pandemia no ha sido estática. Ahora tenemos terapias, mejores protocolos de pruebasy, afortunadamente, una variante menos grave. Y, por supuesto, tenemos vacunas. Significa que debemos educar a nuestros amigos y vecinos y animarles a que se vacunen y se apliquen un refuerzo», dijo, y añadió que los datos estatales muestran que los vacunados tienen cuatro veces menos probabilidades de requerir atención hospitalaria.
El exgobernador Ralph Northam, un demócrata al que se le impidió presentarse a otro periodo debido a los límites de éste, había implementado normas que incluían una orden de vacunación, argumentando que mantendrían a la gente segura.
Los republicanos en Estados Unidos han favorecido en gran medida la elección individual y mantener las escuelas y las empresas abiertas, mientras que los demócratas han favorecido normas más restrictivas que, según ellos, han ayudado a preservar la capacidad de los hospitales y a conseguir que más personas se vacunen.
La medida de Youngkin de poner fin a los requisitos de las mascarillas escolares está siendo impugnada en los tribunales y el Partido Demócrata de Virginia alegó el jueves que estaba «poniendo la política por encima de la salud y la seguridad de los niños de Virginia y sus familias».
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