En un documento conjunto, 17 países europeos, entre ellos Alemania, han pedido un «cambio de paradigma» en la política migratoria. Así lo informó en primer lugar el portal en línea de la cadena de televisión paneuropea «Euronews». Según un supuesto documento oficioso al que tuvo acceso la cadena, el objetivo de este cambio es garantizar que los solicitantes de asilo cuyas solicitudes hayan sido rechazadas sean devueltos a sus países de origen de forma rápida y eficaz.
El nuevo enfoque de la política migratoria europea debe tener «consecuencias» para quienes reciben una orden de retorno pero no abandonan el continente.
«Las personas que no tienen derecho a quedarse deben rendir cuentas. Una nueva base jurídica debe definir claramente sus deberes y responsabilidades», cita “Euronews” del documento de posición de los Estados europeos. «La negativa a cooperar debe tener consecuencias y ser sancionada», prosigue. Los gobiernos «deben estar autorizados» a llevar a cabo deportaciones «respetando plenamente los derechos fundamentales».
Austria y los Países Bajos, a la cabeza
Austria y los Países Bajos lideraron la redacción del documento. Croacia, la República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Liechtenstein, Luxemburgo, Malta, Eslovaquia y Suecia lo han respaldado. Noruega y Suiza, dos Estados no miembros de la UE que forman parte del espacio Schengen, también lo han firmado, según Euronews.
En su documento, los Estados europeos también exigen que la Comisión Europea aborde ahora el asunto «rápidamente» y presente un «marco de vanguardia» que «haga justicia a los retos y desarrollos actuales».
Según información del Ministerio del Interior austriaco, el documento ya fue objeto de debate antes de la reunión prevista de ministros del Interior de la UE, tal y como escribe ORF.
«Un sistema de asilo justo y creíble requiere deportaciones consecuentes. Las personas a las que no se permite quedarse deben cumplir su obligación de abandonar el país. Quienes no cooperen deben esperar las consecuencias», declaró el ministro del Interior, Gerhard Karner (ÖVP), a la agencia de noticias APA.
La Directiva de Retorno de la UE, en vigor desde 2008, establece «normas y procedimientos comunes en los Estados miembros para el retorno de los nacionales de terceros países en situación irregular». La Comisión de la UE presentó una propuesta de revisión ya en 2018. Sin embargo, esta propuesta lleva desde 2019 en el Parlamento de la UE, donde está bloqueada.
Este bloqueo es el resultado de diferencias fundamentales de opinión entre los Estados miembros sobre normas de retorno más estrictas y la introducción de nuevos motivos de detención. El desacuerdo sobre el uso de medidas de detención en los procedimientos de retorno también desempeña un papel. Estos desacuerdos han provocado retrasos en la adopción de las enmiendas, ya que no se ha podido llegar a un acuerdo sobre el diseño de la directiva.
Los países impulsan nuevas normas de repatriación
El documento apoyado por los 17 países europeos hace ahora nuevas propuestas e impulsa un borrador completamente nuevo. Las propuestas se refieren principalmente a la reunión de junio del Grupo de Trabajo sobre Integración, Migración y Retorno del Consejo de la Unión Europea. Este grupo de trabajo desempeña un papel clave en la coordinación de la política de la UE en materia de migración y asilo. El grupo apoya a los Estados miembros en la aplicación de medidas de integración y retorno.
En la reunión de junio de este grupo de trabajo se presentaron varias propuestas de solución sobre cómo deportar mejor en el futuro a las personas cuyas solicitudes de asilo no hayan sido reconocidas. La deportación efectiva de solicitantes de asilo obligados a abandonar el país sigue siendo del 30% en toda Europa y, en opinión del grupo de trabajo, es demasiado baja.
La principal razón citada una y otra vez para explicar el bajo número de deportaciones es la falta de voluntad de cooperación por parte de los países de origen. Por ello, el grupo de trabajo propone utilizar medidas comerciales y de política de visados como «palanca» para obligar a los países de origen a acoger de vuelta a sus nacionales en caso de que se rechacen las solicitudes de asilo.
En la reunión de junio también se propuso la idea de una «decisión común europea de retorno». Con ella se pretende ayudar a resolver el problema de que algunos Estados miembros de la UE no reconozcan las órdenes de retorno de otros Estados.
Una señal clara a la Comisión Europea
Sin embargo, estas propuestas no se mencionan en el nuevo documento oficioso. Su principal objetivo es servir de llamamiento a la Comisión y señalar el amplio apoyo político de las distintas regiones europeas, desde Escandinavia hasta el Mediterráneo, y de diferentes espectros políticos. Entre los partidarios se encuentran tanto los gobiernos conservadores como los más izquierdistas.
El documento puede entenderse como un llamamiento: Los ministros de Interior de los países de la UE se reúnen el jueves en Luxemburgo. Es la primera reunión en este formato desde que Alemania reintrodujo los controles en sus fronteras terrestres. Hungría también ha amenazado con trasladar a Bruselas a los inmigrantes irregulares y Holanda ha pedido una cláusula de salida de la normativa de asilo de la UE.
Al presentar las directrices para su segundo mandato, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también prometió un «nuevo enfoque común de los retornos». También habló de «un nuevo marco jurídico para acelerar y simplificar el proceso, garantizar que los retornos se produzcan de forma humana, digitalizar la gestión de los casos y asegurar que las decisiones de retorno sean reconocidas en toda Europa».
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