ATLANTA— Las autoridades federales publicaron una actualización sobre la investigación de los incendios en la planta química BioLab cerca de Atlanta que produjo una nube de productos químicos tóxicos y obligó a los residentes cercanos a refugiarse en el lugar.
Los incendios se produjeron el 29 de septiembre en la planta de BioLab en Conyers, provocando una enorme columna de humo naranja y negro que se elevó hacia el cielo. La Junta de Investigación de Peligros y Seguridad Química de EE.UU. publicó el viernes una actualización de la investigación.
Según el informe, BioLab fabrica productos químicos que eliminan las algas y las bacterias del agua, principalmente para piscinas y jacuzzis. La empresa es una filial de KIK Consumer Products, con sede en Lawrenceville, Georgia.
Un empleado del BioLab que estaba de guardia contra incendios en el almacén de la Planta 12 informó que había oído un «ruido seco» al salir de una sala de descanso para hacer una comprobación a las 5 de la mañana e inmediatamente vio que un producto reactivo al agua estaba mojado, según el informe. El empleado llamó al único otro empleado del BioLab que se encontraba en el lugar.
Aunque en un principio no se observaron llamas, el empleado que vigilaba el incendio intentó sin éxito aislar el producto y llamó al 911 sobre las 5:10 a.m. al formarse «grandes columnas de vapor tóxico» en el interior del edificio.
A las 6:30 horas, se veían llamas a través del tejado de la zona en la que los empleados observaron por primera vez la reacción química. Hacia las 7:40 se emitió una orden inicial de refugio en el lugar y los bomberos del condado de Rockdale apagaron el incendio aproximadamente 30 minutos después.
Hacia el mediodía se declaró un segundo incendio, que produjo «una densa nube de humo negro, seguida de columnas multicolores», según el informe. Las evacuaciones de los alrededores comenzaron sobre las 12:30 horas, y el jefe de bomberos del condado dijo que el incendio se había extinguido a las 4 pm.
Partes del edificio donde se produjo la reacción inicial se derrumbaron durante el incendio y el edificio quedó completamente destruido. El edificio de la Planta 12 abarcaba una superficie mayor que cinco campos de fútbol y permaneció como «escenario activo de respuesta de emergencia» durante casi cuatro semanas, según el informe.
El almacén de la Planta 12 era una zona de almacenamiento a gran escala separada del almacén principal por un cortafuegos y persianas cortafuegos, según el informe. BioLab informó a los investigadores federales que había establecido una vigilancia permanente contra incendios dos o tres meses antes del suceso «tras detectar fuertes olores de oxidantes en dos edificios de almacenamiento», entre ellos la Planta 12.
La carretera interestatal 20, que discurre paralela a las instalaciones, se cerró poco después del derrumbe del edificio, poco antes de la 1 de la tarde y permaneció cerrada hasta aproximadamente las 7 de la mañana del día siguiente. Las carreteras más pequeñas cercanas a las instalaciones permanecieron cerradas y la Agencia de Gestión de Emergencias del Condado de Rockdale emitió advertencias de refugio en el lugar en un radio de dos millas que duraron varias semanas. La última orden expiró el 17 de octubre.
El humo se desplazó hacia Atlanta, provocando una niebla tóxica con olor a cloro en algunas partes de la ciudad y sus alrededores.
Se presentaron más de una docena de demandas en relación con el incendio.
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