Bajo la censura y el férreo control del Partido Comunista Chino (PCCh), el número de periodistas autorizados en China está disminuyendo.
Entre mediados de enero y finales de abril, la Administración Estatal de Prensa y Publicaciones organizó la verificación anual de las credenciales de los periodistas. Los reporteros chinos debían realizar un examen como parte del proceso de renovación. La agencia estatal de noticias Xinhua reportó recientemente que, hasta el 30 de abril, un total de 3676 medios de comunicación y 180,075 periodistas de China habían superado la renovación, mientras que a 24 medios de comunicación y 353 periodistas se les había suspendido la credencial de prensa.
El 16 de mayo, la Asociación de Periodistas de China publicó su Informe sobre el Desarrollo del Periodismo en China. En diciembre de 2021, había 194,263 periodistas en China con credenciales de prensa válidas, según el informe.
Una comparación entre los dos informes muestra que 14,188 periodistas, o el 7.3%, no pasaron la verificación anual.
Disponer de un carné de prensa es la única forma legal de reunir y editar noticias en China. Según la normativa de la Administración Estatal de Prensa y Publicaciones, el carné de prensa se renueva cada 5 años y debe ser verificado cada año. A quienes no pasen la verificación se les cancelará el carné de prensa; quienes realicen actividades informativas bajo la apariencia de organizaciones de noticias, o reporteros de noticias «falsas», serán multados con hasta 30,000 yuanes (aproximadamente 4500 dólares) y podrán ser acusados penalmente.
En noviembre de 2012, China contaba con 248,101 periodistas con licencia. Cinco años después, quedaban 228,327. Hoy solo quedan 180,075. En solo una década, el número se redujo en 68,026, es decir, un 27.4%.
Reporteros sin Fronteras (RSF), organización no gubernamental internacional, declaró en mayo de este año que actualmente hay más de 120 periodistas encarcelados en China.
El 3 de mayo, RSF publicó la clasificación de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de este año. Entre los 180 países y regiones del mundo, China ocupa el puesto 175, no muy lejos de las clasificaciones de Irán y Corea del Norte, y por debajo de Siria y Venezuela.
RSF señaló que, a los ojos del PCCh, el papel de los medios de comunicación es actuar como portavoz del partido. Tanto los medios de comunicación estatales como los privados están sometidos a un control cada vez más estricto por parte del PCCh, mientras que los periodistas extranjeros se enfrentan a muchos obstáculos a la hora de reportar en China. Los periodistas y blogueros que se atreven a informar sobre información «sensible» son regularmente vigilados, acosados, detenidos y, en algunos casos, torturados. Para silenciarlos aún más, el PCCh llega a acusarlos de espionaje, de subvertir el poder del Estado o de provocar problemas. Los periodistas independientes corren el riesgo de ser sometidos a vigilancia domiciliaria en lugares designados, como el aislamiento «legal» en «cárceles negras» durante seis meses.
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