Se le ha prestado mucha atención al helicóptero en el que la leyenda del baloncesto Kobe Bryant y su hija Gianna, de 13 años viajaban en el momento de su trágico accidente. El piloto tuvo que obtener un permiso especial para despegar del aeropuerto John Wayne en el condado de Orange, California, debido a las condiciones de niebla, y estaba tratando de pasar por encima de las nubes cuando el helicóptero se estrelló contra las colinas cerca de Calabasas.
Una fuente que conoce a los Bryant dijo que Kobe y su esposa, Vanessa, habían planeado este tipo de eventualidad e hicieron arreglos como medida de precaución. «Él y Vanessa llegaron a un acuerdo de que nunca volarían juntos en un helicóptero», dijo la fuente a People.
Además de su esposa, Vanessa, a Kobe le sobreviven sus otras tres hijas: Natalia, de 17 años; Bianka, 3; y Capri, de 8 meses.
Bryant comenzó a usar helicópteros como una forma de evitar la legendaria congestión de tráfico en Los Ángeles. Como le explicó a su amigo y compañero estrella del deporte Alex Rodríguez en su podcast «The Corp with A-Rod and Big Cat«, todo el tiempo que pasaba en el automóvil le impedía estar con sus hijos mientras crecían.
«El tráfico comenzó a ponerse muy, muy malo», dijo Bryant, y llegar de su casa en el Condado de Orange a la práctica de baloncesto con los Lakers y luego a la escuela de sus hijas era demasiado.
«Tuve que encontrar una manera de poder entrenar y concentrarme en el oficio, pero sin comprometer el tiempo familiar», agrega. Mientras su esposa, Vanessa, podía recoger a los niños, insistió, sabiendo que esta era su oportunidad de pasar tiempo con ellos todos los días.
«Entonces fue cuando miré helicópteros, para poder bajar y regresar en 15 minutos». Con su hija mayor yendo hacia la universidad y sus hijas más jóvenes en el preescolar, Bryant entendió lo precioso que era el tiempo. «Así que aprovecho cada oportunidad que tengo para verlos y pasar tiempo con ellos», dijo.
En la mañana del fatal accidente de helicóptero, Bryant y su hija fueron a rezar a su iglesia local, Nuestra Señora Reina de los Ángeles, en Newport Beach, antes de tomar el helicóptero para un juego de baloncesto para niñas en la Academia Deportiva Mamba, creado por Bryant «Era un hombre de fe», dijo el Padre Steve Sallot a KCAL.
«Nos dimos la mano y vi que se había bendecido porque tenía un poco de agua bendita en la frente», agrega Sallot. «Entonces supe que había entrado a la capilla a rezar, salió y se bendijo».
Vanessa rompió el silencio sobre la muerte de su esposo y su hija en Instagram, escribiendo: «No hay suficientes palabras para describir nuestro dolor en este momento. Me consuela saber que Kobe y Gigi sabían que eran tan amados».
A pesar de la tragedia, Vanessa dijo: «Nos levantamos todos los días, tratando de seguir adelante porque Kobe y nuestra bebé, Gigi, están brillando para iluminarnos el camino».
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