Comentario
El expresidente de Estados Unidos Barack Obama y la ex primera dama Michelle Obama se asociaron con una veterana propagandística marxista para distribuir un nuevo e importante documental para Netflix.
“American Factory” cuenta la historia de una “rebelión obrera” contra la fábrica de la empresa china Fuyao Glass America en el suburbio de Moraine en Dayton, Ohio.
La película se estrenó en el Festival de Cine de Sundance de 2019 con muy buenas críticas, y el sitio web de reseñas Rotten Tomatoes le otorgó una certificación de “fresco”, con el 96 por ciento.
Según la revista Los Angeles Review of Books:
“La historia está plagada de paradojas: los comunistas son los capitalistas; y los trabajadores de la tierra de Reagan y Trump canalizan la solidaridad socialista mientras avanzan para formar un sindicato contra los deseos de los muchachos de la República Popular”.
“American Factory” es la primera película distribuida por la productora de los Obama, Higher Ground Productions, y ya fue galardonada con el premio a la mejor película documental en el Festival Internacional de Cine RiverRun de Winston-Salem, Carolina del Norte.
Todas las críticas favorables no mencionan que los socios de los Obama, el dúo que realmente produjo y dirigió la película –los ohianos Steve Bognar y Julia Reichert– son “propagandistas” izquierdistas desde hace mucho tiempo.
Reichert, en particular, es una marxista de toda la vida que, según la “Enciclopedia del Cine Documental”, “se enfoca en varios temas sociales, como problemas de género y de la clase obrera, desde una perspectiva socialista”.
La película en sí misma está a favor de los sindicatos y en contra del mercado libre. El protagonista es un multimillonario chino que supuestamente trataba a sus empleados estadounidenses y chinos importados como siervos. Es retratado como un ejemplo de “capitalismo” rapaz y despiadado, en lugar de un representante del comunismo chino, que estaría mucho más cerca de la verdad.
La sede de Dayton/Miami Valley de los Socialistas Democráticos de América (DSA por sus siglas en inglés), que afirma que Reichert es miembro, advierte a sus camaradas en Facebook que la película contiene “revelaciones de alienación extrema y es una acusación al neoliberalismo y al capitalismo tardío que define al Imperio Americano”.
Reichert fue parte de la Comisión Feminista del DSA en 1985. Antes de eso, fue líder de un grupo predecesor del DSA, el Nuevo Movimiento Americano (NAM), un grupo explícitamente marxista formado por Estudiantes para una Sociedad Democrática y algunos miembros disidentes del Partido Comunista de Estados Unidos. NAM era una organización de tendencia maoísta, con un fuerte énfasis en cambiar la cultura a través de la propaganda.
NAM también abogaba por las ideas del difunto teórico del Partido Comunista Italiano Antonio Gramsci, un creyente en la revolución a través del cambio cultural. Según Gramsci, el pueblo solo estaría listo para el socialismo cuando su conciencia hubiera cambiado lo suficiente a través de la infiltración socialista en la religión, los medios de comunicación y la cultura.
Reichert y su colaborador y camarada del NAM, Jim Klein, produjeron varios documentales en los años setenta y ochenta que habrían enorgullecido a Mao y Gramsci.
En 1971, Reichert cofundó New Day Films, una compañía de distribución de películas creada para “ayudar al movimiento de mujeres a crecer”, según Reichert. New Day Films comercializa las películas de sus miembros directamente a “educadores, grupos comunitarios, agencias gubernamentales, bibliotecas públicas y empresas”.
Reichert recibió su primera nominación a los premios Oscar en 1978 con Klein y otro camarada del NAM, Miles Mogulescu, por “Union Maids”, una película sobre tres mujeres de extrema izquierda que organizan sindicatos en Chicago en los años 30 y 40.
Un “progresista de toda la vida”, Mogulescu se convirtió en abogado de la industria del entretenimiento y vicepresidente senior de MGM. Continuó haciendo su parte en las “guerras culturales” como colaborador del Huffington Post.
Reichert también fue nominada, de nuevo junto a Klein, en 1984 al Oscar para el mejor documental por “Seeing Red”, que describió a varios exmiembros del Partido Comunista, entre ellos a la camarada del NAM y antes líder del Partido Comunista de California, Dorothy Healey.
En 2010, Reichert y Bognar fueron nominados a un Oscar al Mejor Cortometraje Documental por la película “El último camión: Cierre de una fábrica de GM”.
Apoyo de Obama
No sorprende que los Obama se asocien con un camarada del DSA en un proyecto de propaganda tan obviamente socialista. Barack Obama, en particular, trabajó estrechamente con los socialistas alineados al DSA desde sus días en el Colegio Occidental a finales de la década de 1970. De hecho, sería difícil encontrar un período en su vida adulta en el que no estuviera tropezando con marxistas del DSA a cada paso.
Escribiendo en la revista radical de Chicago In These Times en marzo de 2008, el editor y partidario del DSA Joel Bleifuss afirmó: “En particular, Obama puede estar vinculado a los Socialistas Democráticos de América (DSA), la organización orientada al Partido Demócrata que es miembro de la Internacional Socialista”.
El joven Obama asistió a la conferencia anual de académicos socialistas del DSA mientras asistía a la Universidad de Columbia en Nueva York.
En Chicago, Obama se relacionó estrechamente con los conocidos camaradas del DSA Timuel Black, Saul Mendelson y Lou Pardo. Su vecino de Hyde Park era el rabino Arnold Jacob Wolf, miembro de la Comisión Religiosa del DSA. Su médico de familia, Quentin Young, que fue primero comunista, luego camarada del NAM y luego miembro del DSA, se atribuyó el mérito de haber encendido la cruzada de Obama por la atención de la salud socializada.
En 1995, el DSA de Chicago respaldó a Obama en las primarias del Senado del estado de Illinois. En enero de 1996, Obama pronunció un discurso en un foro organizado por el DSA en la Universidad de Chicago junto a los miembros del DSA William Julius Wilson y Joseph Schwartz.
La mayoría de los miembros del DSA apoyaron activamente a Obama en las elecciones presidenciales de noviembre de 2008.
Según la edición de verano de 2008 de la publicación del DSA, Izquierda Democrática:
“El DSA cree que la posible elección del senador Obama a la presidencia en noviembre representa una apertura potencial para que los movimientos sociales y laborales generen el impulso político crítico necesario para implementar una agenda política progresista”. (…)
“Una presidencia de Obama no forzará por sí misma una legislación que facilite la atención médica de pagador único (al menos a nivel federal) o impuestos verdaderamente progresivos y recortes importantes en gastos de defensa innecesarios y despilfarradores. Pero si el DSA y otras fuerzas democráticas pueden trabajar en las elecciones de otoño para aumentar las filas de los comités congresistas progresistas y de negros y latinos, la legislación progresista (respaldada por una fuerte movilización del movimiento social) bien podría se aprobada en el próximo Congreso”.
El camarada del DSA José LaLuz se desempeñó como presidente de Latinos por Obama. El líder del DSA y del NAM, Harry Boyte, fue copresidente del Grupo de Compromiso Cívico de la primera campaña presidencial de Obama. El miembro del DSA Cornel West formó parte del Consejo Consultivo Nacional Negro de Obama. Otro camarada, Eliseo Medina, formó parte del Consejo Asesor Latino de Obama y continuó asesorando informalmente a Obama en temas de inmigración durante los dos mandatos de su presidencia.
Obama nombró al excamarada del DSA Ron Bloom como su “zar del automóvil”. El excongresista y miembro del DSA David Bonior se convirtió en miembro del Equipo de Transición Económica de Obama y fue delegado por el Presidente para negociar la unificación de la Federación Americana del Trabajo y el Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) y las federaciones laborales Cambiar para Ganar. Rosa Brooks, hija de la camarada del DSA Barbara Ehrenreich, fue nombrada asesora principal del subsecretario de Defensa para Políticas, Michele Flournoy.
Durante sus dos mandatos, Obama otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad a por lo menos tres camaradas del DSA: la líder del Sindicato de Trabajadores Agrícolas Dolores Huerta, el jefe de la AFL-CIO John Sweeney y la feminista Gloria Steinem.
Dada su clara afinidad con la organización marxista más grande de Estados Unidos, no es de extrañar que Obama se asocie ahora con otra camarada del DSA para producir propaganda socialista para el aparentemente izquierdista Netflix.
Como decía el difunto periodista conservador Andrew Breitbart: “La política deriva de la cultura”.
Sin duda, “American Factory” tendrá mucho protagonismo y publicidad desde ahora hasta las elecciones de 2020.
Trevor Loudon es un autor, cineasta y conferencista de Nueva Zelanda. Durante más de 30 años, ha investigado los movimientos de izquierda radical, marxista y terrorista y su influencia encubierta en el ámbito político general.
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El objetivo del comunismo
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