El COVID-19 está reapareciendo de forma preocupante, según los responsables de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advirtieron esta semana de nuevas oleadas de infecciones en todo el mundo, al mismo tiempo que instaban a los gobiernos de todo el mundo a lanzar nuevas campañas de vacunación para convencer a más personas de que se vacunen.
«La percepción de que el COVID ha desaparecido es real, pero el virus no ha desaparecido», declaró a los periodistas la Dra. Maria Van Kerkhove, responsable técnica del COVID-19 en la OMS, en una conferencia de prensa celebrada en Ginebra (Suiza) el 6 de agosto.
Kerkhove señaló que el sistema de vigilancia mundial de la agencia sanitaria detectó un aumento de las infecciones por SRAS-CoV-2 y que existe el riesgo de que aparezcan nuevas variantes potencialmente más peligrosas.
«Los datos de nuestro sistema de vigilancia centinela en 84 países informan que el porcentaje de pruebas positivas de SRAS-CoV-2 ha ido en aumento durante varias semanas», declaró Kerkhove. «En general, la positividad de las pruebas está por encima del 10 por ciento, pero esto fluctúa por regiones».
En Europa, donde se celebran los Juegos Olímpicos de París, la positividad del COVID-19 supera el 20%, según Kerkhove.
Al menos 40 atletas olímpicos han dado positivo por el virus en París, según la agencia sanitaria con sede en las Naciones Unidas (ONU).
El reciente repunte que desencadenó la advertencia de Kerkhove aún no se ha reflejado en los datos que los países comunican a la OMS, actualizados a 21 de julio. Los datos muestran que los casos se han mantenido en un rango semanal de 30,000-40,000 desde mediados de abril, tras un pico estacional durante los meses de invierno que llegó a alcanzar los 382,000 casos semanales.
Las muertes por COVID-19 han estado en su nivel más bajo desde la pandemia en los últimos meses, dentro de un rango de 475 muertes a 660 a nivel mundial por semana desde abril, sin indicios de repunte.
Kerkhove también advirtió que a medida que el virus SARS-CoV-2 se propague y evolucione, existe el riesgo de que surja una nueva versión mutante que desafíe la detección y resista las intervenciones médicas, incluidas las vacunas.
«Si tuviéramos una variante que fuera más grave, entonces la susceptibilidad de las poblaciones de riesgo a desarrollar una enfermedad grave es enorme», dijo Kerkhove.
La OMS está instando a los gobiernos de todo el mundo a que lancen campañas para persuadir a sus ciudadanos de que se vacunen. En particular, dijo que los grupos de riesgo deberían vacunarse al menos una vez cada 12 meses.
Ha habido cierta controversia sobre las campañas de vacunación a la luz de las preocupaciones sobre la eficacia y seguridad de las vacunas contra el COVID-19, en particular a medida que han surgido pruebas sobre efectos secundarios que no se detectaron en los ensayos.
Sin embargo, las autoridades sanitarias siguen manteniendo que los beneficios de las vacunas contra el COVID-19 superan sus riesgos.
Las preocupaciones sobre la eficacia de la vacuna se centran en el hecho de que el virus está mutando continuamente y que el desarrollo de la vacuna se dirige a variantes que pueden estar ya en declive cuando se lancen las nuevas inyecciones. En junio, los asesores de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) afirmaron que ha llegado el momento de actualizar la receta de la vacuna que se utilizará de forma generalizada en otoño, centrándose en una versión denominada JN.1.
Mientras tanto, en la rueda de prensa celebrada en Ginebra, Kerkhove destacó que la disponibilidad de vacunas ha disminuido durante el último año, aproximadamente, al reducirse el número de fabricantes de vacunas.
«Estoy preocupado», dijo Kerkhove, expresando su esperanza de que las vacunas nasales contra COVID-19, que todavía se están desarrollando, se finalicen y se pongan en marcha rápidamente.
Las vacunas nasales se consideran prometedoras porque se dirigen al virus en el lugar donde primero entra en el organismo, en la nariz y la garganta. De este modo, podrían ofrecer una inmunidad más fuerte y localizada en el punto de entrada, lo que ayudaría a frenar la transmisión y reducir el riesgo de que surjan nuevas variantes, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que patrocinan el primer ensayo en humanos de la vacuna nasal en fase de investigación.
Kerkhove dijo que el descenso de la cobertura vacunal en los dos últimos años ha sido «alarmante».
«Es urgente darle la vuelta a esta situación», afirmó.
Los comentarios de la responsable de la OMS sobre un repunte mundial de los casos de COVID-19 se producen cuando los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) muestran que más de dos tercios de todos los estados de EE. UU. están experimentando niveles «altos» o «muy altos» de infección por COVID-19.
Veintitrés estados registran niveles «muy altos», según un mapa de datos sobre aguas residuales actualizado el 1 de agosto por los CDC. Veintiún estados registran niveles elevados, según los datos.
Solo dos estados —Nueva York y Virginia— registran niveles «bajos» de COVID-19, según el mapa de los CDC.
A pesar del reciente aumento de casos en Estados Unidos, los datos publicados por los CDC muestran que el total de muertes semanales por COVID-19 en Estados Unidos se encuentra en sus niveles más bajos desde el inicio de la pandemia a principios de 2020.
Para la semana que terminó el 27 de julio, hubo un total de 304 muertes por el virus, según los datos de los CDC.
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