Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los países pueden planear poner fin a los bloqueos en ciertas regiones si tienen pruebas de COVID-19 generalizadas y una «vigilancia muy sofisticada» para detectar puntos críticos con resurgencia del virus.
Respondiendo a una pregunta de un periodista, quien en una conferencia de prensa de la OMS el viernes preguntó cuándo los países que tienen pocos casos de COVID-19 podrían comenzar a aliviar los bloqueos onerosos que están «cambiando nuestras vidas», el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Michael Ryan dijo que mientras el desarrollo de la epidemia es impredecible, las medidas de contención y mitigación deben adaptarse a la situación en el terreno.
«En este punto, nadie puede predecir cuánto tiempo durará esta epidemia», dijo y agregó, «estamos avanzando en un futuro incierto».
Ryan dijo que las políticas de cierre deberían calibrarse para reflejar la situación en el terreno y variarían razonablemente entre países y regiones, explicando que algunos países recién comienzan el ciclo de la epidemia, mientras que otros han tenido cierto éxito en detener la propagación del virus.
«El verdadero truco para los países es mirar la situación nacional, mirar la situación subnacional, ver si se sabe dónde está el virus», dijo. «Si sabes dónde está el virus, puedes romper la cadena».
«Si se sabe lo que está sucediendo en cada ciudad, si se sabe lo que está sucediendo en cada municipio, en cada condado, en cada provincia, puede comenzar a adaptar sus medidas para la situación en esa área en particular», dijo.
Los comentarios de Ryan se produjeron después de que el presidente Donald Trump dijo a los gobernadores estatales que le gustaría que alivien los bloqueos que han paralizado la vida en partes de Estados Unidos en medio de la propagación de COVID-19.
En una conferencia de prensa el martes, Trump dijo que su «objetivo es facilitar las pautas y abrir las cosas a secciones muy grandes de nuestro país» y que «espero que podamos hacer esto antes de pascua». El presidente agregó que «nuestra decisión se basará en hechos y datos concretos».
La respuesta temprana de la administración se vio obstaculizada por la falta de pruebas para COVID-19.
«Nos hicimos cargo de un lugar muy agotado, de muchas maneras», dijo Trump en una conferencia de prensa el jueves. “Como saben, las pruebas van muy, muy bien. Y eso estaba obsoleto y roto, y lo arreglamos y ha estado yendo realmente bien”.
El vicepresidente Mike Pence dijo el jueves que más de 550,000 personas han sido examinadas.
«Así que esto es de lo que estamos hablando: cómo hacer la vigilancia, cómo hacer el seguimiento de contactos y cómo hacer cada uno de estos elementos para asegurarse de que se evite la propagación», según la coordinadora del grupo de trabajo COVID-19, Dr. Deborah Birx, quien habló en la conferencia de prensa.
En sus comentarios, Ryan dijo que las pruebas enfocadas serían clave para avanzar hacia el fin de los bloqueos.
“Y para hacer eso, y para hacer la transición de las medidas vigentes, los países simplemente deben tener un sistema para detectar, aislar, rastrear contactos y cuarentena, así como para continuar con la higiene adecuada y medidas de distanciamiento físico”, dijo.
«Si se sabe quién tiene el virus, si se sabe quiénes son los contactos, se puede romper esa cadena», dijo Ryan, y agregó, «solo se pueden tomar medidas al nivel en el que se pueda medir».
«Todos queremos ver que las medidas que estamos utilizando para la salud pública a nivel comunitario se adapten al máximo control de la enfermedad, pero al mínimo impacto en la economía y la vida social», dijo.
Ryan agregó que los funcionarios que deciden aliviar las restricciones deben permanecer vigilantes.
«Deben estar en condiciones de reimplementar las medidas en caso de que la situación se deteriore», dijo. “Eso requiere un sistema de vigilancia muy sofisticado. Se necesita un sistema de salud muy fuerte para absorber el aumento de casos en cualquier área en particular”.
The Epoch Times se refiere al nuevo coronavirus, que se originó en Wuhan, como el virus del PCCh porque el encubrimiento y la mala gestión del Partido Comunista Chino permitieron que el virus se extendiera por toda China antes de que se transmitiera a todo el mundo.
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