La Organización Mundial de la Salud (OMS) instó el 12 de agosto a China a compartir los datos en bruto de los primeros casos de COVID-19, afirmando que es «de vital importancia saber cómo comenzó la pandemia de COVID-19» y dar un ejemplo para establecer los orígenes de todos los futuros eventos de contagio entre animales y humanos.
A través de una declaración, este jueves la OMS hizo hincapié repetidas veces la importancia de descubrir los orígenes del virus, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019, y pidió que se proporcionen «todos los datos y el acceso necesarios para que la siguiente serie de estudios pueda iniciarse lo antes posible».
Un equipo dirigido por la OMS pasó en enero de 2021 cuatro semanas en la ciudad central de Wuhan y sus alrededores, junto con investigadores chinos, para investigar los orígenes de la pandemia.
En marzo, los investigadores dijeron que el virus probablemente se había transmitido de los murciélagos a los humanos a través de otro animal y que «la introducción a través de un incidente de laboratorio se consideraba una vía extremadamente improbable».
Sin embargo, varios países, entre ellos Estados Unidos y algunos científicos cuestionaron las conclusiones. Los críticos señalaron que el régimen comunista chino había desempeñado un papel importante en la investigación y los acusaron de participar en un nuevo encubrimiento.
En julio, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo a los periodistas que las investigaciones sobre los orígenes de la pandemia de COVID-19 en China se ven obstaculizadas por la falta de datos en bruto sobre los primeros días de propagación en ese país, y les instó a ser más transparentes.
Por su parte, el científico danés, Peter Ben Embarek, quien dirigió la misión internacional a Wuhan, dijo que un empleado de laboratorio que se contagió mientras tomaba muestras en terreno entra en una de las hipótesis probables sobre cómo el virus pasó de los murciélagos a los humanos.
La agencia pidió una investigación de seguimiento sobre los orígenes del virus, incluyendo más estudios en China junto con auditorías del laboratorio, lo que las autoridades chinas recientemente rechazaron.
«Tras la publicación del informe conjunto de la OMS y China de los estudios de la primera fase sobre los orígenes del virus del SARS-CoV-2 en marzo de 2021, la OMS esbozó la siguiente serie de estudios que necesitan realizarse y sigue manteniendo conversaciones sobre los próximos pasos con los Estados miembros y los expertos», escribió la OMS en su declaración del jueves.
«Para avanzar, la OMS pide a todos los gobiernos que despoliticen la situación y cooperen para acelerar los estudios de origen y lo que es más importante, que trabajen juntos para desarrollar un marco común para futuros patógenos emergentes de potencial pandémico».
La organización reiteró que la búsqueda de los orígenes del virus «no debe ser un ejercicio de atribución de culpas, de señalamiento o de puntuación política» y añadió que «el acceso a los datos es de importancia crítica para la evolución de nuestra comprensión de la ciencia y no debe ser politizado de ninguna manera».
La OMS dijo que está trabajando con varios países que informaron de la detección del SARS-CoV-2 en muestras de especies biológicas almacenadas a partir de 2019, incluso en Italia, en los que se facilitó una evaluación independiente por parte de laboratorios internacionales de los resultados de uno de esos estudios, el que incluyó el reanálisis ciego de muestras de sangre anteriores a la pandemia.
«Compartir los datos en bruto y dar permiso para volver a analizar las muestras en laboratorios fuera de Italia refleja la solidaridad científica en su máxima expresión y no es diferente de lo que animamos a todos los países, incluida China, a apoyar para que podamos avanzar en los estudios de los orígenes de forma rápida y eficaz», dijo la OMS.
La organización también señaló que China y otros Estados miembros sugirieron que el «estudio de los orígenes se ha politizado o que la OMS ha actuado debido a presiones políticas».
En respuesta a esto, la OMS dijo que revisó el informe de la primera fase del estudio y determinó que no había «pruebas científicas suficientes para descartar ninguna de las hipótesis», específicamente en relación con la teoría de la fuga de laboratorio.
«Es importante tener acceso a todos los datos y considerar las mejores prácticas científicas y examinar los mecanismos que la OMS ya tiene en marcha», escribió la agencia. «La OMS solo se centra en la ciencia, en aportar soluciones y en fomentar la solidaridad».
«Analizar y mejorar la seguridad de los laboratorios y los protocolos en todos los laboratorios del mundo, incluidos los de China, es importante para nuestra bioseguridad y seguridad colectivas».
Las autoridades chinas rechazaron la idea de que el virus proceda de un laboratorio y han insistido en que dio un salto natural de los animales a los humanos.
El viernes, China también rechazó los reiterados llamados de la Organización Mundial de la Salud para obtener datos en bruto sobre el origen del virus, afirmando que apoyaba los esfuerzos «científicos» por encima de los «políticos» para averiguar cómo se originó el virus.
«Nos oponemos al rastreo político (…) y al abandono del informe conjunto emitido» tras la visita del equipo de la OMS a Wuhan en enero, dijo el viceministro de asuntos exteriores, Ma Zhaoxu, dirigiéndose a los periodistas. «Nosotros apoyamos el rastreo científico».
Ma también rechazó las sugerencias de nuevas líneas de investigación.
«Las conclusiones y recomendaciones del informe conjunto de la OMS y China fueron reconocidas por la comunidad internacional y la comunidad científica», dijo el viceministro.
«El futuro trabajo de rastreo global solo debe y puede seguir realizándose sobre la base de este informe, en lugar de iniciar uno nuevo”, añadió Ma.
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