La Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a los países a retrasar la administración de las vacunas de refuerzo contra la COVID-19 hasta septiembre, para que las naciones más pobres puedan proporcionar a sus ciudadanos la primera dosis de la vacuna.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo a la prensa que algunos países de bajos ingresos, incluidos muchos de África, tienen menos del dos por ciento de su población adulta totalmente vacunada.
En cambio, algunos países de ingresos altos tienen tasas de vacunación de adultos del 50 por ciento.
Se han administrado más de cinco mil millones de inyecciones de la vacuna contra la COVID-19 en todo el mundo, y el 75 por ciento de ellas en solo 10 países, según la OMS.
Estados Unidos ha vacunado completamente a más del 52 por ciento de su población, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El presidente Joe Biden dijo que Estados Unidos planea distribuir ampliamente las vacunas de refuerzo contra la COVID-19 a partir de la semana del 20 de septiembre, a la espera de la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y de los científicos de los CDC.
«Por eso he pedido una moratoria para los refuerzos, al menos hasta finales de este mes para permitir que los países más atrasados se pongan al día», dijo Tedros en una conferencia de prensa el miércoles.
Si bien es posible que se requieran dosis adicionales para las personas con sistemas inmunitarios comprometidos o inmunidad menguante, Tedros señaló que «por ahora, no queremos que se generalice el uso de refuerzos para las personas sanas que están totalmente vacunadas».
Las declaraciones del director general de la OMS contrastan con las del Dr. Anthony Fauci, principal asesor médico del presidente Joe Biden, quien la semana pasada dijo que estaba «seguro» de que los estadounidenses necesitarían vacunas de refuerzo contra la COVID-19.
«Estoy seguro de que vamos a necesitar esa tercera dosis, viendo los datos que estamos viendo», dijo Fauci en el programa «Meet the Press» de la NBC.
Fauci dijo que la Casa Blanca sigue pensando en seguir adelante con sus planes de dar los refuerzos ocho meses después de que la gente haya recibido la segunda vacuna, y señaló que a mediados y finales de julio se observó una «disminución de la protección contra la infección».
Sin embargo, el asesor médico jefe dijo que estaban «totalmente abiertos a los datos» que sugieren que la dosis debe estar disponible antes y que «serían flexibles al respecto».
«En este momento, nos mantenemos en los ocho [meses], pero estamos totalmente abiertos a cualquier variación al respecto basada en los datos», dijo Fauci.
Otros funcionarios de la OMS han defendido previamente las vacunaciones de refuerzo en las naciones más ricas, incluido Hans Kluge, director regional europeo de la OMS.
Durante una conferencia de prensa el mes pasado, Kluge dijo que las vacunas de refuerzo son «un instrumento importante» para proteger a las personas vulnerables y mantenerlas a salvo, al tiempo que instó a los países con exceso de dosis a compartirlas con otras naciones.
«Una tercera dosis de vacuna no es un refuerzo de lujo que se le quita a alguien que todavía está esperando una primera inyección, sino que es básicamente una forma de mantener a salvo a las personas más vulnerables», dijo Kluge. «Pero al mismo tiempo, necesitamos compartir. Necesitamos hacerlo todo».
Las empresas farmacéuticas con vacunas contra la COVID-19 ya desarrolladas, como Pfizer, han solicitado la aprobación total de la FDA para una inyección de refuerzo además de su vacuna de dos dosis.
La compañía dijo que 306 personas a las que se les administró una tercera dosis de su vacuna entre cinco y ocho meses después de su segunda inyección mostraron niveles de anticuerpos neutralizantes 3.3 veces superiores a los observados después de su segunda inyección.
Con información de Reuters.
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