Más de 1200 niños han muerto en campos de refugiados en Sudán debido a un presunto brote de sarampión y desnutrición durante los intensos combates entre el ejército y un grupo paramilitar rival, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las muertes ocurrieron en nueve campos de refugiados en el estado del Nilo Blanco en Sudán entre el 15 de mayo y el 14 de septiembre y afectaron a niños menores de 5 años, dijeron ACNUR y la OMS en una declaración conjunta el 19 de septiembre.
Hubo más de 3100 casos sospechosos de sarampión y desnutrición, así como más de 500 casos sospechosos de cólera en otras partes del país africano. Al menos ocho personas han muerto a causa del cólera, una infección intestinal.
«Decenas de niños mueren cada día, como resultado de este devastador conflicto y de la falta de atención global», dijo en un comunicado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
La situación de desnutrición del país se ha profundizado rápidamente, con más de 5770 casos sospechosos de sarampión y 142 muertes reportadas en todo Sudán del Sur, según las agencias.
Casi el 70 por ciento de los casos afectaron a niños menores de cinco años, y la mitad de los niños afectados no estaban vacunados contra el sarampión. Las agencias dijeron que esto puso de relieve las brechas en la inmunización entre los retornados y refugiados en Sudán.
«En promedio, 103 niños por mes fueron ingresados en centros de salud por desnutrición moderada o grave entre mayo y julio, frente a los 14 ingresos totales antes del conflicto», afirmaron.
Instalaciones de salud bajo “inmensa presión”
También ha habido informes de brotes de dengue y malaria en Sudán. Las instalaciones de salud del país están bajo una «inmensa presión» debido a la escasez de personal, medicamentos vitales y equipos críticos, dijeron la OMS y ACNUR.
Según las agencias, los repetidos ataques contra instalaciones de salud, personal, pacientes y transporte de suministros médicos desde el comienzo del conflicto han obstaculizado la prestación de servicios de salud en Sudán.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que los trabajadores sanitarios locales están haciendo todos los esfuerzos posibles «en condiciones muy difíciles» para evitar más muertes y una escalada de brotes en Sudán.
«Pero necesitan desesperadamente el apoyo de la comunidad internacional para evitar más muertes y la propagación de brotes», afirmó Ghebreyesus.
«Pedimos a los donantes que sean generosos y a las partes en conflicto a proteger a los trabajadores sanitarios y al acceso a la salud para todos aquellos que la necesitan», añadió.
Además, las agencias señalaron que el acceso al agua potable sigue siendo un gran desafío en Sudán, donde las familias reciben sólo 5 litros por persona, que es sólo un tercio de la cantidad recomendada.
Sudán se sumió en el caos a mediados de abril, cuando las tensiones latentes entre los militares, liderados por el general Abdel-Fattah Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido paramilitares, comandadas por Mohammed Hamdan Dagalo, explotaron en una guerra abierta.
El conflicto ha convertido la capital y otras zonas urbanas en campos de batalla. Al menos 5000 personas han muerto y más de 12,000 han resultado heridas, según Volker Perthes, enviado de la ONU en el país, que anunció su dimisión la semana pasada. El número real de víctimas, afirmó, probablemente sea mucho mayor.
Más de 2.5 millones de personas huyeron de sus hogares, incluido más de 1 millón que cruzó a los países vecinos de Sudán, según la agencia de migración de la ONU.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió que el conflicto, sumado al hambre, las enfermedades, el desplazamiento y la destrucción de los medios de vida, amenaza con consumir a todo el país.
La OCAH dijo que aproximadamente la mitad de la población del país (cerca de 25 millones de personas) necesitará asistencia humanitaria para finales de este año. Entre ellos se incluyen unos 6.3 millones que están “a un paso de la hambruna”.
Con información de Associated Press
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