El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) rechazó el 6 de octubre una iniciativa para debatir las continuas violaciones de los derechos humanos por parte de China, una medida poco habitual que podría indicar que la influencia de Estados Unidos en el extranjero está disminuyendo.
Líderes de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá pidieron un debate sobre la represión del Partido Comunista Chino (PCCh) contra los uigures y otras minorías en Xinjiang, después de que un informe de la ONU documentara posibles crímenes contra la humanidad en la región.
«El alcance de la detención arbitraria y discriminatoria de miembros de los uigures y otros grupos predominantemente musulmanes… puede constituir crímenes internacionales, en particular crímenes contra la humanidad», dice el informe.
«Se han cometido graves violaciones de los derechos humanos en [Xinjiang] en el contexto de la aplicación por parte del gobierno de estrategias de lucha contra el terrorismo y el ‘extremismo'».
A pesar de la preocupación generalizada por el informe, el CDHNU votó 19-17 en contra de la moción de debate, con la abstención de 11 países. Es solo la segunda vez en los 16 años de historia del Consejo que se rechaza una moción.
El PCCh realizó una gran labor de presión antes de la votación para debatir la cuestión. El liderazgo comunista organizó una exposición fotográfica titulada «Xinjiang es una tierra maravillosa», en la que se mostraban imágenes de colegialas chinas han y uigures ayudándose mutuamente en sus estudios.
La votación también planteó dilemas políticos a muchos países en desarrollo del Consejo de 47 miembros. Es posible que les preocupe desafiar al régimen de Beijing debido a su dependencia del PCCh para proyectos económicos como la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés).
En particular, los esfuerzos de presión del PCCh comenzaron meses antes de que se publicara el informe que documentaba sus crímenes. En junio, Beijing hizo circular una carta entre las misiones diplomáticas extranjeras en Ginebra, instándolas a enterrar el informe y a añadir su firma a un documento de apoyo al régimen.
«Instamos encarecidamente a la señora Alta Comisionada a que no publique dicha evaluación», decía la carta.
En otra respuesta más contundente (pdf) a la publicación del informe, el PCCh criticó al CDHNU —del que es miembro— por promover «fuerzas antichinas» que difunden «desinformación y mentiras».
El enviado de Estados Unidos al Consejo prometió seguir buscando justicia para los habitantes de Xinjiang cuyas vidas y familias fueron destruidas por el régimen.
«Ningún país debería ser inmune a una discusión en el consejo», dijo Michèle Taylor tras concluir la votación.
«Seguiremos trabajando estrechamente con nuestros socios para buscar la justicia y la rendición de cuentas para las víctimas de abusos y violaciones de los derechos humanos, incluidos los uigures de Xinjiang».
Con información de Reuters.
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