El autor, educador inspirador y popular orador juvenil, Brooks Gibbs, es muy consciente de la realidad que muchos niños enfrentan cuando se trata de lidiar con los bullies (acosadores). Durante una de sus charlas, demostró un método contrario a la intuición pero efectivo para detener a cualquier atormentador en el patio de la escuela. ¡Y es ingenioso!
En un breve video, Gibbs pide a una joven del público que haga el papel de acosadora. Su trabajo es lanzar insultos, mientras él pone fin a su intimidación. «Llámame idiota», dice. Ella lo hace con gusto y él responde de la misma manera. A lo largo de la interacción, cuanto más reacciona él, más intensifica ella sus insultos.
«¡Eres feo!», grita.
«¡Eso hiere mis sentimientos!», exclama Gibbs.
«Sí, como si me importara», responde rápidamente. Lo que sea que él diga solo le da más municiones para tirar con algo más malo y desagradable. Después de un rato, Gibbs la felicita y admite la derrota.
Luego, cambia las cosas con una nueva estrategia. Él le explica:
«Traté de detenerte y no pude. Hiciste un gran trabajo. Quiero jugar una última vez. Las mismas reglas, puedes llamarme idiota, voy a tratar de detenerte. No dejes que te detenga, ¿de acuerdo? Sigues siendo mala conmigo».
Gibbs le pregunta a los miembros de la audiencia si creen que podrá detener los insultos de la chica en su segundo intento, y entre la multitud resuena un «no».
Esta vez, cuando la chica llama idiota a Gibbs, él responde de forma diferente. En lugar de responder a la agresión verbal, dice: «Sí, a veces hago cosas estúpidas. Es verdad», lo cual desarma momentáneamente a la chica, aunque sigue tratando de insultarlo.
Entonces él procede a felicitarla: «Lo sé, eres tan inteligente, tienes tanta suerte. Eres increíble», le dice a la ahora desconcertada agresora.
A medida que los intentos de agresión se debilitan con cada intercambio, Gibbs explica: «Mira, mi felicidad no se basa en si crees que soy genial o no. Voy a ser feliz incluso si me odias a muerte». En respuesta, todo lo que la confundida chica puede decir es «está bien», antes de que él proceda a darle una serenata de «¿no es encantadora?». Aún más desconcertada, todo lo que la exacosadora puede decir es «gracias».
¡Increíble! ¡Luchar contra la maldad con bondad funcionó!
Al final del video, Gibbs explica que la técnica que utilizó se basa en algo llamado «comportamiento de dominio», que ha sido estudiado por sociólogos durante años. Continúa diciendo que entender por qué se produce el acoso escolar en primer lugar es esencial para abordarlo.
«Es como el reino animal», dice. «Ya sabes, la mentalidad de macho alfa, eso es lo que está pasando en el campus. Así que cuando lo entendemos en términos de comportamiento de dominación, la gente está tratando de tener poder sobre otro, eso nos ayuda a entender qué hacer con el acoso escolar. Cuando realmente entendemos lo que es».
En su página web, Gibbs explica qué es lo que lo diferencia de otros oradores antiacoso:
«En lugar de enseñar a todos a ser amables, enseño a los estudiantes a responder a los niños que no lo son. Este es un enfoque de puerta trasera para el tema de la intimidación. En mi opinión, llega al meollo del asunto: evitar que los niños se conviertan en víctimas».
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