Un tribunal de justicia de Honduras ordenó este miércoles el cierre de una cárcel, denominada de máxima seguridad en el occidente del país, luego de que el martes se confirmara que un privado de libertad murió el pasado día 20 a causa del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus.
Se trata del Centro Penal de Ilama, en el departamento de Santa Bárbara, en el que permanecen más de 1000 reclusos y, en 2018, ya se había ordenado su cierre por hacinamiento, recordó el Juzgado de Ejecución de los tribunales de San Pedro Sula, norte del país.
Además del cierre del penal, el juzgado instó a sus autoridades a «tomar todos los mecanismos de bioseguridad necesarios al momento de del ingreso de su personal».
La resolución judicial ordenó a los responsables de la prisión de Ilama, también conocida como El Pozo, que «al sacar a algún recluso a un centro hospitalario, al momento de su ingreso sea conducido a un espacio aislado de las demás personas, proveyéndole en todo momento la asistencia médica que se merece».
Otra ordenanza indica que se debe aislar totalmente a los privados de libertad con afecciones de salud y «manda al Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) de inmediato realizar evaluaciones para evitar la evolución de contagios, porque es de conocimiento público que dicho centro penal está en total hacinamiento y sin clasificación».
El Instituto Nacional Penitenciario (INP) fue instruido por el mismo tribunal a proveer los insumos de bioseguridad a todos los reclusos, lo mismo que el equipo de protección a todo el personal de salud, siempre que esté certificado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y abastecer de medicamentos a los pacientes asintomáticos.
Además, fue ordenado el «aislamiento inmediato y la realización de pruebas de coronavirus a todos los privados de libertad».
Según se informó el martes, la víctima mortal por COVID-19 en la prisión de Ilama, tenía 52 años.
El privado de libertad al parecer estaba viendo televisión con otros de sus compañeros de celda y de pronto se comenzó a sentir mal y luego murió.
Su caso es el primer deceso por virus del PCCh en el sistema penitenciario de Honduras, conformado por una veintena de cárceles, en las que en su mayoría impera el hacinamiento.
Autoridades penitenciarias en Tegucigalpa indicaron hoy que, desde que trascendió la pandemia de COVID-19 en China, en diciembre de 2019, se comenzaron a tomar medidas preventivas en todas las prisiones hondureñas, atendiendo recomendaciones en ese sentido.
El virus del PCCh ha causado hasta ahora al menos 66 muertos y 738 contagiados.
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