Una organización de vigilancia informó que las autoridades de Turkmenistán, una exrepública soviética descrita como opresiva y secreta, está poniendo en peligro a sus ciudadanos al suprimir la información sobre el COVID-19 y afirmar que no hay ninguna infección. El país comparte una frontera con Irán, uno de los principales focos de la enfermedad.
«Las autoridades turcomanas han hecho honor a su reputación adoptando este método extremo para limitar toda la información sobre el coronavirus», declaró Jeanne Cavelier, quien dirige la oficina de Reporteros sin Fronteras (RSF) para Europa Oriental y Asia Central, según el sitio web de la organización.
Según RSF las autoridades turcomanas «están evitando el uso de la palabra ‘coronavirus’ en la medida de lo posible para impedir la difusión de información sobre la pandemia».
Citando el medio de comunicación independiente, Turkmenistan Chronicles, que está prohibido en el país, RSF informó que las autoridades han comenzado a censurar discretamente la palabra «coronavirus», citando como ejemplo al Ministerio de Salud que cambió recientemente el término a «infecciones virales respiratorias agudas» en los folletos de salud.
RSF también afirma, citando a Radio Azatlyk, la versión en turkmeno de Radio Free Europe/Radio Liberty, que las personas que llevan máscaras protectoras o que hablan abiertamente de la pandemia de COVID-19 se enfrentan a la detención. Según RFE/RL, los periodistas de Radio Azatlyk informaron el 26 de marzo que las personas que hablaban en público sobre COVID-19 están siendo detenidas por agentes de seguridad encubiertos.
«Esta negación de la información no solo pone en peligro a los ciudadanos turcomanos que corren mayor riesgo, sino que también refuerza el autoritarismo impuesto por el presidente Gurbanguly Berdymukhammedov», dijo Cavelier. «Instamos a la comunidad internacional a que reaccione y lo haga responsable de sus sistemáticas violaciones de los derechos humanos».
Según las autoridades turcomanas, el país no tiene infecciones por el virus del PCCh, comúnmente conocido como nuevo coronavirus, a pesar de los casos en el cercano Afganistán, Kazajstán e Irán.
Hasta el miércoles, se habían confirmado 47,593 casos de COVID-19 en Irán, según los últimos datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins, que está haciendo un seguimiento de la pandemia mundial. El número de muertes en el país debido a la enfermedad es de 3036, de acuerdo al recuento.
Un informe del 5 de marzo de RFE/RL citó a un empleado de hospital diciendo que dos turcomanos dieron positivo en la prueba de COVID-19 en un hospital cerca de la capital, Ashgabat. Los funcionarios contactados por la empresa negaron que hubiera habido alguna infección.
No obstante, la palabra «coronavirus» aparece en algunos comunicados oficiales turcomanos recientes. Un reporte de prensa del 25 de marzo publicado por la agencia estatal de noticias Turkmenistan Today, se anunciaba que el país «seguía trabajando para que los ciudadanos turcomanos volvieran a casa desde el extranjero, como prioridad, desde los países en los que se detectó el coronavirus pandémico».
El comunicado señalaba también que Turkmenistán había adoptado «serias medidas para prevenir la importación de la infección en el país», incluida una mayor vigilancia.
Anteriormente, en lugar de optar por los cierres como han hecho muchos países, el presidente de Turkmenistán ordenó a mediados de marzo a los funcionarios del gobierno que fumigaran el país con una hierba aromática, según The Times of London.
El mandatario dijo que el humo destruiría los virus que son «invisibles a simple vista», pero al parecer no mencionó el «coronavirus» por su nombre.
Alexander A. Cooley, director del Instituto Harriman de la Universidad de Columbia y experto en política de Asia Central, dijo a NPR que los líderes de Turkmenistán son propensos a las tácticas de mano dura para suprimir o manipular la información.
«Prohibir el término ‘coronavirus’ podría parecernos obcecado y extremo», dijo Cooley al medio. «Pero en realidad, cuando el estado controla todos los medios de comunicación y todos los nodos digitales que entran y salen, no es tan escandaloso. Mi sensación es que tratarán de mantener [la pandemia] en secreto todo el tiempo que puedan».
Berdymukhamedov, un exdentista convertido en dictador, ha gobernado Turkmenistán desde 2007 con puño de hierro.
Siga a Tom en Twitter: @OZImekTOM
Le puede interesar
Estallan disturbios en China cuando la gente intentó salir de Hubei
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.