La organizadora del Convoy de la Libertad, Tamara Lich, seguirá en la cárcel al menos hasta el 7 de marzo, cumpliendo 19 días de prisión preventiva, ya que la jueza que revisó su fianza el 2 de marzo dijo que la próxima sesión de audiencia pública sería la semana siguiente.
Entre los argumentos planteados por la defensa de Lich está el de que la jueza que le denegó la libertad bajo fianza estaba parcializada en contra de su causa debido a los anteriores vínculos de la jueza con el gobernante Partido Liberal, un punto de debate entre los expertos jurídicos.
Drew Barnes, miembro independiente de la asamblea legislativa de Alberta, ha calificado a Lich de «presa política» y ha pedido su liberación.
«Ella admite libremente haber participado en la desobediencia civil no violenta en su papel con el Convoy de la Libertad a Ottawa. Se enfrenta a cargos de daño, y nada más», dijo en un comunicado el 27 de febrero.
«Los medios de comunicación la han presentado como una delincuente violenta, una agente extranjera y una anarquista. Nada más lejos de la realidad. Es una extrabajadora del sector energético de ascendencia metis, madre y abuela, y a veces toca la guitarra en una banda local».
Lich, una de las organizadoras que encabezó los esfuerzos para animar a los camioneros a unirse a la protesta en Ottawa contra los mandatos y restricciones por el COVID-19, fue detenida el 17 de febrero y acusada de asesoramiento para cometer daños.
Un día después, la policía intensificó sus esfuerzos para desalojar a los manifestantes de la capital del país, lo que dio lugar a 196 detenciones y 115 vehículos remolcados en la mañana del 21 de febrero.
El primer ministro Justin Trudeau calificó la protesta de «ocupación ilegal» después de invocar la Ley de Emergencias para anular la manifestación el 14 de febrero.
La jueza del Tribunal de Ontario Julie Bourgeois denegó a Lich la libertad bajo fianza el 22 de febrero, por considerar que corría el riesgo de reincidir.
El 18 de febrero, Bourgeois había concedido la libertad bajo fianza a otro organizador clave del convoy, Chris Barber, con varias condiciones y una fianza de 100,000 dólares.
También se ha denegado la fianza al manifestante Pat King.
Algunos críticos han cuestionado la imparcialidad de la decisión de Bourgeois, mientras que otros dicen que tomó su decisión sin ninguna influencia política.
Durante la audiencia de la fianza de Lich, Bourgeois dijo que existía un «riesgo sustancial» de que pudiera reincidir al seguir organizando a los camioneros contra los mandatos relacionados con el COVID-19 de Canadá.
«No puedo estar segura de que si la pongo en libertad en la comunidad no reincidirá. Su detención es necesaria para la protección y la seguridad del público», dijo Bourgeois.
Antes de que Bourgeois fuera nombrada juez del Tribunal de Justicia de Ontario en 2015, trabajó como fiscal de la Corona y asistente de la Corona durante 16 años.
En las elecciones de Canadá de 2011, se presentó como candidata liberal en la circunscripción federal de Glengarry-Prescott-Russell, quedando en segundo lugar, perdiendo ante el exparlamentario conservador Pierre Lemieux.
Cuando Trudeau se presentó como parlamentario por Papineau durante la campaña de 2011, dijo que sentía «gran admiración» por Bourgeois.
«Su visión, su autenticidad, su fuerza va a ser un activo increíble», dijo Trudeau en un video, antes de convertirse en líder de los liberales.
De 2009 a 2014, Bourgeois donó 71 veces al Partido Liberal de Canadá por un total de 9,936.01 dólares, según los registros de Elecciones Canadá.
«Lo que pensaría una persona razonable e informada»
Vivian Bercovici, exprofesora de derecho de la Universidad de Toronto que fue nombrada embajadora de Canadá en Israel durante el gobierno conservador de Stephen Harper, expresó su preocupación por la imparcialidad de Bourgeois.
«Los medios de comunicación deberían estar pendientes de esto», dijo Bercovici en Twitter el 22 de febrero. «Un poder judicial independiente es un pilar fundamental de cualquier democracia».
«Esperaría que los medios de comunicación [canadienses] se preguntaran cómo es que un caso tan delicado fue asignado a una jueza que puede ser percibida como parcial», añadió Bercovici.
David Anber, un abogado penalista de Ottawa que defiende a algunas de las personas acusadas en la protesta, escribió en un artículo en Newsweek que no está de acuerdo con la decisión de Bourgeois. Considera que la jueza no aplicó correctamente los principios jurídicos relativos a la fianza al concluir que existe una «probabilidad sustancial» de que Lich siga infringiendo la ley.
«Había herramientas a disposición de la jueza, incluyendo un alto requisito de dinero en efectivo (el dinero en efectivo es inusual en la fianza canadiense) y estrictos términos de arresto domiciliario», escribió Anber. «Se podría haber gestionado cualquier riesgo de reincidencia y de incumplimiento de las condiciones de su libertad».
Pero Anber dijo en Twitter que está «absolutamente seguro de que ella [Bourgeois] tomó su decisión sin ninguna influencia política».
«La jueza Bourgeois es una jueza honesta y trabajadora que siempre se esfuerza por dirigirse a los principios legales correctos», dijo Anber en Twitter el 22 de febrero. «Aunque no estoy de acuerdo con su aplicación final de esos principios a los hechos que tenía ante sí, creo que fue una decisión más próxima de lo que la mayoría de los manifestantes por la libertad creen».
Herb Dunton, un abogado de Columbia Británica, señala un precedente sobre la parcialidad judicial establecido por una sentencia de la Corte Suprema de Canadá de 2015 en un caso entre la Junta Escolar Francófona de Yukón y el fiscal general del territorio.
La junta había demandado al gobierno de Yukón en 2009 por lo que, según ella, eran deficiencias en la provisión de educación en lenguas minoritarias, y el juez de primera instancia falló a favor de la junta en la mayoría de las cuestiones.
Se pidió al máximo tribunal de Canadá que se pronunciara sobre la conclusión del Tribunal de Apelación de que existía una sospecha razonable de parcialidad por parte del juez, basándose en una serie de incidentes ocurridos durante el juicio, así como en su participación como director de una organización comunitaria francófona de Alberta.
En su sentencia, la Corte Suprema reiteró que la prueba de un temor razonable de parcialidad es «lo que pensaría una persona razonable e informada».
Joshua Clarke, abogado penalista de Ottawa que trabaja en Armoured Suits, dice que las alegaciones de parcialidad de Bourgeois son una cuestión interesante, pero que probablemente fracasará, al mismo tiempo que señala que es poco probable que ella sea la jueza del juicio.
«Se presume que los jueces son imparciales, así que hay que demostrar cómo su afiliación podría haber influido en la decisión, no una vaga posibilidad», dijo en un correo electrónico. «Ella ha sido juez durante muchos años ya, a medida que pasa el tiempo, la conexión se vuelve más débil».
Con información de The Canadian Press.
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