El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, instó a la República Popular China a ser transparente sobre su expansivo programa de armas nucleares, durante una reunión con el consejero de Estado y ministro de Asuntos Exteriores de Beijing, Wang Yi.
El secretario general de la OTAN y el ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular China se conectaron durante una reunión virtual el 27 de septiembre en la que hablaron de las relaciones entre la OTAN y China y de los actuales retos de seguridad internacional, anunció la oficina de Stoltenberg en una declaración.
Aunque Stoltenberg dejó claro que la OTAN no ve a la República Popular China (RPC) como un adversario, instó a Beijing a cumplir con sus obligaciones internacionales y a actuar con responsabilidad.
Stoltenberg también expresó la preocupación de la OTAN por las políticas coercitivas de Beijing —algo que la OTAN ya había expresado en junio cuando los líderes se reunieron en una cumbre de un día en Bruselas— así como la falta de transparencia de la RPC en su modernización militar.
También planteó su preocupación por la expansión nuclear de la República Popular China, que atrajo la atención de Estados Unidos y de la comunidad internacional este año.
El 30 de junio y el 26 de julio, el Washington Post y la Federación de Científicos Estadounidenses revelaron que China estaba construyendo cientos de silos de misiles balísticos intercontinentales nucleares en las zonas desérticas de la provincia de Gansu y cerca de la ciudad de Hami, en el este de Xinjiang.
La República Popular China también presentó este año su submarino nuclear estratégico Long March 18, del que se dice que puede estar equipado con el misil balístico Julang-3, de un alcance de más de 6200 millas (10,000 kilómetros). La construcción del Long March 18 es interpretada por los expertos militares del Partido Comunista Chino (PCCh) como un salto cualitativo en el poder nuclear marítimo.
Numerosos funcionarios han advertido del aumento constante de las capacidades nucleares y militares de Beijing. El exsecretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, fue coautor de un artículo a principios de este año titulado «Por qué el aumento nuclear de China debería preocupar a Occidente», en el que afirma que la República Popular China ha encubierto históricamente su desarrollo de armas nucleares y que su arsenal nuclear supone ahora una amenaza para los países vecinos.
Durante la reunión del lunes, el secretario general de la OTAN instó a Beijing a «comprometerse de manera significativa en el diálogo, la creación de confianza y en las medidas de transparencia con respecto a sus capacidades y doctrina nucleares», al tiempo que subrayó que esto serviría mejor tanto a la OTAN como a la República Popular China.
Por su parte el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, acusó a los estados miembros de la OTAN de desplegar frecuentes aviones en la región de Asia-Pacífico y que «la región no da la bienvenida a un bloque militar, a una confrontación de grandes potencias ni a los instigadores de la Guerra Fría», según el medio estatal chino Global Times.
«La OTAN debe adherirse a su posición geográfica original y desempeñar un papel constructivo en el desarrollo pacífico y estable de la región», dijo Wang.
Durante la reunión del lunes, el secretario general y el ministro de Asuntos Exteriores también hablaron de los acontecimientos en Afganistán y Stoltenberg pidió un enfoque internacional coordinado entre los países para asegurar que los talibanes rindan cuentas de sus acciones y compromisos en materia de lucha contra el terrorismo, así como de los derechos de las mujeres.
Stoltenberg «subrayó que los aliados de la OTAN entraron en Afganistán para asegurar que el país no volviera a servir de plataforma para terroristas y recordó que desde 2001 no se ha organizado ningún atentado terrorista contra nuestros países», según el comunicado de prensa.
Con información de Wang He
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