«Otra alma hermosa»: famoso cantante chino es asesinado en prisión, su esposa torturada brutalmente

Por Joan Delaney
17 de noviembre de 2019 2:22 PM Actualizado: 17 de noviembre de 2019 2:22 PM

La noche en que fue arrestado, Yu Zhou volvía a casa de un recital con su banda en un hotel de Beijing. Lingüista con dominio de varios idiomas, Yu era cantante y baterista del grupo musical, que tocaba música folclórica de varios países –cantada en el idioma nativo de cada nación– así como ejecutada en sus respectivos repertorios originales.

La banda había lanzado dos CD exitosos y aparecido en televisión, y sus canciones frecuentemente encabezaban los ranking musicales. La estrella de Yu definitivamente estaba en ascenso.

Pero todo eso se detuvo en una fría noche de enero de 2008, cuando él y su esposa, Xu Na, una conocida artista y poeta galardonada, fueron arrestados y puestos bajo custodia.

Solo 11 días después, Yu estaba muerto.

La redada previa a los Juegos Olímpicos de Beijing 

Debido a que practicaban Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, una antigua disciplina espiritual brutalmente reprimida en China, la pareja había sido detenida varias veces, su vehículo confiscado y su casa saqueada. Xu incluso había cumplido una condena de cinco años de prisión.

Pero la fama de Yu le había otorgado cierto grado de protección en medio de la campaña de persecución lanzada por el régimen chino en 1999. Sin embargo, al acercarse los Juegos Olímpicos de verano de 2008 en Beijing, las autoridades intensificaron las detenciones de los practicantes de Falun Gong y Yu quedó atrapado en una redada.

Según el Centro de Información de Falun Dafa, en los meses previos a las Olimpiadas, las fuerzas de seguridad chinas llevaron a cabo arrestos a gran escala de practicantes de Falun Gong en todo el país, y muchos de ellos murieron bajo custodia a los pocos días –o incluso a las pocas horas– tras haber sido detenidos.

Yu Zhou y Xu Na alrededor de 2007. (Minghui.org)

Las autoridades dijeron que Yu murió como resultado de una huelga de hambre o de una complicación derivada de la diabetes, pero su familia declaró que no tenía diabetes. Ellos creen que fue golpeado hasta la muerte y pidieron una autopsia para reunir pruebas, pero su solicitud fue rechazada, según Minghui.org.

La muerte de Yu fue noticia en el extranjero. También fue mencionado por la prensa internacional y por los organismos de defensa como un claro ejemplo de la campaña del régimen chino contra Falun Gong, así como también su empuje para suprimir a los grupos disidentes antes del comienzo de los Juegos Olímpicos.

La pérdida de Yu fue llorada en la blogosfera china por sus fans, uno de los cuales escribió: «Otra alma hermosa ha dejado el mundo».

Tortura brutal

Mientras tanto, Xu Na estaba recluida en un centro de detención en Beijing y ni siquiera se le permitió asistir al funeral de su marido. La casa de sus padres fue saqueada y fueron acosados y amenazados regularmente por la policía local, incluso se les advirtió que no hablaran con los periodistas extranjeros.

En noviembre de 2008, Xu fue condenada a tres años de prisión. En la prisión de mujeres de Beijing fue sometida a torturas constantes por negarse a renunciar a Falun Gong, incluyendo la alimentación forzada, lo que resultó en la pérdida de sus dientes frontales.

Xu Na en días más felices. (Minghui.org)

Anteriormente, Xu había ya sufrido unas torturas brutales durante el período de cinco años en que estuvo detenida en la Prisión de Mujeres de Beijing entre 2001 y 2006, según Minghui.

Además de ser obligada a realizar trabajos forzados intensivos, fue golpeada varias veces, a menudo por siete u ocho prisioneros a la vez. Los prisioneros también la obligaron a sentarse con las piernas dobladas en la posición de loto (la posición de meditación que usan los practicantes de Falun Gong), y luego ataron su cuerpo firmemente con una cuerda.

Representación de la tortura de «atadura en loto». (Minghui.org)

Se le privó del sueño, y se le obligaba a permanecer en la nieve durante largos períodos y no se le permitió lavarse durante más de un mes. También fue puesta en confinamiento solitario en una celda pequeña, oscura y húmeda.

Minghui informó que en este tipo de tortura, los guardias esposan a los practicantes de Falun Gong detrás de sus espaldas y encadenan sus tobillos de tal manera que no pueden ni moverse ni acostarse. Además se les da muy poco de comer, las ratas corren por ese lugar durante la noche y deben usar una cubeta como inodoro. El hedor en la celda puede llegar a ser tan desagradable que es difícil respirar.

Las sesiones de lavado de cerebro también eran parte de la mezcla, pero a pesar de todo, Xu se mantuvo firme y se negó a ser «transformada», es decir, renunciar a Falun Gong y dejar de practicarlo.

Transformar a los practicantes de Falun Gong es uno de los principales objetivos de las autoridades carcelarias en China, como parte de su esfuerzo para erradicar la antigua práctica tradicional, dice Minghui. Un número incalculable de personas han muerto a causa de la tortura, y muchas otras han quedado discapacitadas.

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