El reciente levantamiento de sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro ha recibido fuertes críticas desde el Congreso, medios de comunicación y grupos activistas. Sin embargo, un sector, muchas veces olvidado en relación a las sanciones contra Venezuela, es la industria del gas y el petróleo, que también ha alzado su voz.
Jaime Ramos es gerente de operaciones de la compañía petrolera MetroPlex Energy Services, y dijo que esta decisión afecta a la comunidad hispana del sector.
«Dondequiera que vayas a una plataforma petrolera, todos somos latinos», dijo el residente de Texas, y añadió que ahora hay muchos más venezolanos. «Todos los días vienen aquí pidiendo trabajo, pero no puedo contratarlos porque no hay mucho trabajo».
«Ellos escaparon de Venezuela por una razón. Así que ellos no creen que realmente suceda algo positivo con el levantamiento de sanciones, por eso están aquí y quieren trabajar aquí», agregó.
El miércoles por la noche, la administración Biden anunció la suspensión de varias sanciones que pesaban sobre Venezuela, incluidas las del sector petrolero y el gas. La medida, dijo el gobierno, es temporal y depende de las promesas de llevar a cabo elecciones libres en el país el próximo año. Sin embargo, este levantamiento de sanciones es solo la última de las medidas de la administración que afectan directamente a la industria petrolera americana.
Matt Coday, presidente y fundador de la Asociación de Trabajadores de Gas y Petróleo, ha venido sintiendo la indiferencia de la administración Biden desde que el Presidente tomó el cargo.
«Esta es otra bofetada de la administración Biden a los trabajadores estadounidenses del petróleo y el gas», dijo Coday, quien señaló que las acciones que tomó el Presidente en Estados Unidos no están siendo proporcionales con las acciones que tiene hacia el régimen de Maduro.
«Biden llegó recientemente a un acuerdo con grupos ambientalistas para limitar las perforaciones en alta mar en el Golfo de México, citando las zonas de reproducción de la ballena Rice. En Alaska, la administración de Joe Biden limitó el proyecto ConocoPhillips Willow a un número menor de áreas que podrían explorarse y perforarse citando el cambio climático, pero si miramos las emisiones de Venezuela, un barril de petróleo producido en Venezuela en realidad genera más emisiones que un barril de petróleo producido en Canadá o Estados Unidos», dijo.
Coday–un camionero de campo petrolífero en Odessa, Texas–dijo que con esta revocación de sanciones contra Venezuela, los trabajadores americanos seguirán viéndose perjudicados.
«Todo lo que Joe Biden ha dicho no coincide con lo que está haciendo», añadió el trabajador petrolero.
«Si recordamos la decisión de Joe Biden de cancelar el tramo final del permiso Keystone XL, donde podríamos haber trasladado crudo pesado producido en Canadá a nuestras refinerías en la costa, no tiene ningún sentido ahora que Biden alivie las sanciones en Venezuela cuando lo comparas con sus decisiones pasadas citando las emisiones, el cambio climático y la supuesta crisis climática».
Maduro, señaló el empresario, no tiene ninguna intención de dejar el poder en Venezuela, y dijo que este levantamiento de sanciones es «solo un juego» para poder exportar su petróleo.
«Cuando nos fijamos en la relación entre Venezuela y Rusia, Venezuela e Irán, Venezuela y China, y luego la relación de esos tres países, Joe Biden está aliviando las sanciones a nuestros adversarios, mientras pone su pie en el cuello de los trabajadores estadounidenses de la industria del petróleo y gas», dijo. «Esto aumentará los precios del gas, los costos de los servicios públicos y los precios de los alimentos para todos los americanos».
«Muchas de las decisiones de la administración Biden-Harris nos han llevado a dejar de perforar», agregó. «Ahora ya no extraemos tanto como cuando estaba el presidente Trump. De hecho, estamos perforando a casi dos tercios del ritmo de antes, y sí, los niveles de producción han aumentado, pero están empezando a disminuir», añadió.
Asimismo, hizo un llamado a que la administración Biden se aleje de las regulaciones ambientales innecesarias y que brinde una reforma de permisos federales para llevar al mercado los productos nacionales de petróleo y gas.
«Necesitamos más tuberías bajo tierra, necesitamos más plantas de procesamiento de gas, y necesitamos más refinerías en los Estados Unidos. De lo contrario, obstaculizaremos la producción de petróleo y gas de Estados Unidos y acabaremos con los empleos; y entonces nos volveremos dependientes del petróleo extranjero», dijo.
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