Un tratamiento de cuatro medicamentos ayudó a los pacientes con COVID-19 a recuperarse más rápidamente de la nueva enfermedad, según informes médicos.
Científicos de Hong Kong utilizaron ritonavir y lopanvir, una combinación de medicamentos que se suele utilizar para tratar el VIH, junto con el antiviral ribavirina e interferón beta-1b, que ayuda a reforzar el sistema inmunológico al proporcionar interferones adicionales.
La duración promedio de recuperación para un grupo de 86 pacientes que recibieron el tratamiento fue de siete días, en comparación con los ocho a quince días del grupo de control de 41 pacientes, según los resultados del estudio publicados en The Lancet.
«La terapia triple antiviral temprana fue segura y superior al lopinavir-ritonavir solo para aliviar los síntomas y reducir la duración de la eliminación del virus y la estadía en el hospital de los pacientes con COVID-19 leves a moderados», afirmaron.
El tratamiento consistió en 400 miligramos de lopinavir, 100 miligramos de ritonavir y 400 miligramos de ribavirina cada 12 horas. Los pacientes recibieron las inyecciones de interferón en días alternos.
El grupo de control recibió la misma dosis de lopinavir y rironavir. No recibieron los otros dos medicamentos.
«Aunque el ensayo se planificó para evaluar la mortalidad, nadie en ninguno de los dos grupos murió en los 30 días siguientes a su entrada en el ensayo, por lo que no se pueden sacar conclusiones sobre ningún efecto en la mortalidad», indicó en un comunicado Stephen Evans, profesor de farmacoepidemiología de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
«Pudieron medir la cantidad de virus en varios sitios en los pacientes y hubo una fuerte evidencia de que el tiempo para llegar al punto en que no se detectara ningún virus fue de unos 5 días, más corto en aquellos que fueron asignados para recibir interferón». También se observó una reducción similar en el tiempo de hospitalización en este grupo», añadió Evans, que no participó en el estudio.
El estudio fue pequeño y se necesitan ensayos más grandes, según Evans. Los investigadores recomendaron un ensayo de fase tres con interferón beta-1b como tratamiento de base con un grupo de control de placebo, señalando que los resultados sugieren que el fármaco era un componente clave del tratamiento en combinación.
Los investigadores admitieron que el estudio tenía limitaciones. Era de etiqueta abierta, lo que significaba que los pacientes sabían qué régimen de tratamiento estaban recibiendo. No había ningún grupo que recibiera un placebo, y no había pacientes en estado crítico.
Según manifestaron, este es el primer ensayo aleatorio y controlado sobre la combinación de drogas. Los pacientes que tomaron la combinación solo sufrieron efectos secundarios menores.
Los pacientes fueron reclutados en seis hospitales de Hong Kong. Los requisitos incluían tener al menos 18 años y tener síntomas durante 14 días o menos.
COVID-19 es una nueva enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que surgió en China el año pasado.
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