Ibrahima Ndiaye, de Senegal, llevó a sus hijas siamesas de tres años al Reino Unido con la esperanza de que pudieran salvarse.
Las gemelas Marieme y Ndeye tienen tres años. Nacieron en Senegal y comparten el hígado, el sistema digestivo, el intestino y los riñones. Cada una tiene su corazón, su cerebro y sus pulmones.
De acuerdo con el equipo médico que las asiste en el hospital Great Hormind de Londres hay que separarlas, o ambas podrían morir.
Su padre, de 50 años, debe decidir si dejar que una sobreviva o que en el futuro mueran las dos.
«Ndeye es la activa, le gusta llamar la atención, y Marieme tiene una personalidad más callada, tranquila y pensativa», dijo su padre Ibrahima. «Ndeye es fuego y Marieme es hielo», añadió según The Guardian.
El corazón de Marieme es débil y su esperanza de vida es corta. Pero si ella muere, su hermana Ndeye también morirá.
Ibrahima debe decidir si quiere seguir adelante con una cirugía para separarlas sabiendo que una no sobrevivirá al procedimiento.
«En esta situación, no usas tu cerebro, sigues a tu corazón. Cualquier decisión es desgarradora, tanta confusión, tantas consecuencias», dijo según este medio británico.
Trajo a sus hijas desde Senegal al hospital de Londres cuando las niñas tenían ocho meses después de una búsqueda desesperada de ayuda médica.
Anteriormente, otros hospitales en Estados Unidos, Zimbabwe, Noruega, Suecia, Bélgica y Alemania rechazaron asumir el caso.
Durante los últimos dos años y medio, él y el hospital han luchado con la difícil decisión de si seguir adelante o no con la separación quirúrgica en la que Marieme no sobreviviría, pero que podría darle a Ndeye una oportunidad de tener una vida razonable.
Ibrahima perdió su trabajo y su segunda esposa en este proceso.
El padre, que tiene cuatro hijos mayores, pagó cuatro exploraciones por separado durante el embarazo de su esposa. Ninguna indicó gemelos, y mucho menos gemelos unidos. Así que su nacimiento fue una sorpresa para ellos.
Ibrahima, que ahora vive en Cardiff, también ha recibido orientación del comité de ética del hospital de Londres.
El hospital Great Ormond Street es uno de los principales centros del mundo para la separación de gemelos unidos, sin embargo, el Dr. Joe Brierley, pediatra consultor y presidente del comité dijo:
«Podemos hacer cosas increíbles comparadas con las de hace 20 o 30 años. Pero sólo porque podamos, no siempre significa que debamos hacerlo».
De acuerdo con el sitio especializado en bioética, BioEdge, la situación plantea una serie de cuestiones médico-éticas.
Por un lado, está la pregunta sobre la ética de separar a las dos gemelas sabiendo que una de ellas es probable que muera como resultado.
“En la realización de la operación, ¿los médicos están matando a uno de los gemelos?”, se pregunta este sitio.
También menciona que, si el padre de las niñas decide no separarlas esto podría muy bien llevar a un resultado que muchos en la profesión médica verían como trágico: la muerte de ambos gemelos.
Casos anteriores resultaron en batallas legales que fueron traumáticas para las familias y muy indeseables desde la perspectiva de los hospitales involucrados, indicaron.
Aunque decidir en contra de la cirugía significaría casi con toda seguridad que la salud de Marieme se deterioraría y que ambas niñas morirían, su padre simplemente no puede contemplar la posibilidad de causar la muerte de Marieme a sabiendas.
“Ellas están juntas, son iguales», repite el angustiado padre frente a la difícil elección que tiene por delante.
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