Un cariñoso padre que lucha contra el cáncer hizo acopio de todas sus fuerzas para un momento muy especial. Decidido a demostrar el amor y el orgullo que siente por su hija menor, la acompañó al campo de fútbol de su colegio para coronarla reina del baile.
Carrie, de 48 años, y Brett Yancey, de 47, son novios desde hace 25 años y tienen tres hijas: Savannah, enfermera de 24 años, Sydney, estudiante de 21, y Sarakate, de 17, que cursa el último año en el instituto Southside de Alabama.
Al Sr. Yancey le diagnosticaron cáncer de esófago a los 41 años y, tras un año en remisión después de una intervención quirúrgica satisfactoria, el cáncer reapareció y se extendió. A pesar del empeoramiento de su salud, cuando Sarakate fue nombrada reina del baile en su último año, el cariñoso padre sabía que quería recorrer los 50 metros con su hija para recibir la corona.
«Sarakate estaba en la escuela media cuando a Brett le diagnosticaron cáncer por primera vez», dijo la Sra. Yancey a The Epoch Times. «Ella tiene una escuela increíble, y sus compañeros de clase caminaron este viaje con ella durante la mayor parte de su tiempo en la escuela los últimos seis o siete años, por lo que sólo nos sentimos honrados de que sus compañeros de clase la reconocieron como su homecoming queen».
Lamentablemente, desde que al Sr. Yancey le diagnosticaron cáncer, la pareja se perdió los bailes de Navidad de Sarakate, las ceremonias de entrega de premios, el baile de graduación y los partidos de béisbol.
«Este era un acontecimiento que Brett no se iba a perder», dijo la Sra. Yancey.
Cuando Sarakate se convirtió en la reina del baile en su segundo año, su padre tuvo que someterse a una cirugía mayor en Houston, Texas, y por lo tanto no pudo acompañarla. Por suerte, sus hermanas Savannah y Sydney la acompañaron por el campo mientras su padre observaba desde la cama del hospital.
Antes de la ceremonia de graduación del 3 de octubre, el Sr. Yancey estaba decidido a estar al lado de su hija. Pero su salud se había deteriorado la semana anterior, y la familia Yancey y la administración del colegio estaban preocupados por cómo hacer posible el paseo, por lo que se ofrecieron a llevarle a través del campo en un carrito de golf.
«Le ofrecieron que se quedara en el lado de casa y que no tuviera que cruzar el campo andando», dijo la Sra. Yancey. «Pero Brett estaba decidido a hacer ese paseo completo con su hija… quería formar parte de toda la experiencia y no quería que ella lo hiciera sola».
Mientras tanto, la Sra. Yancey estaba en las gradas con el corazón palpitante, viendo a su frágil esposo cruzar el campo con su hija en su hermoso vestido rosa.
«Incluso caminar de nuestra habitación al baño es difícil», dijo. «Pero cuando estás en ese momento y sientes ese amor por tu hija, la cosa cambia».
Con su padre a su lado, una orgullosa Sarakate lloraba, y el público de Southside la ovacionó de pie.
«Incluso los visitantes aplaudieron de pie», dijo Yancey. «Fue un momento increíble. … Creo que, sinceramente, demostró a la comunidad lo que es una verdadera luchadora».
La Sra. Yancey, directora de Southside Elementary, y el Sr. Yancey, profesor jubilado y entrenador en la misma escuela, «ignoraron muchos de los signos y síntomas» antes de que el Sr. Yancey fuera diagnosticado de cáncer. Sin embargo, hace seis años, cuando el Sr. Yancey empezó a tener problemas para tragar, acudió al médico, que le realizó una dilatación esofágica y predijo que la causa era un cáncer.
«Obviamente, nos quedamos desolados», dijo su esposa. «Brett es un hombre fuerte, y supimos desde el principio que nos esperaba un viaje, pero sabíamos que con su fuerza y su determinación, iba a luchar todo lo que pudiera, para poder estar ahí para nuestros hijos, especialmente».
El Sr. Yancey empezó a recibir quimioterapia y radioterapia antes de someterse a una esofagectomía parcial. Los resultados de las exploraciones fueron buenos durante meses, pero en torno al primer aniversario de la operación, el cáncer reapareció. La familia empezó a viajar regularmente a Houston para someterse a tratamientos experimentales de quimioterapia y radioterapia, pero el cáncer acabó extendiéndose a los pulmones y los ganglios linfáticos.
Un «equipo increíble» del MD Anderson Cancer Center le practicó una esofagectomía completa poco frecuente, extirpándole el esófago y sustituyéndolo por parte del intestino delgado. El padre de tres hijos asiste actualmente a tratamientos quincenales en Carrollton, Georgia, para la propagación de la enfermedad.
«Antes de la fiesta de bienvenida… sabíamos que algo no iba bien porque tenía parálisis en la pierna izquierda y algunas lagunas de memoria», dijo Yancey. Descubrimos que hay una inflamación cerebral y lo que llaman necrosis por radiación de tratamientos anteriores en el cerebro, así que estamos tratando eso además de los puntos cancerosos».
«La mayoría de los médicos nos dijeron que nunca habían visto a alguien sobrevivir tanto tiempo, porque es un cáncer muy agresivo», dijo. «Sin embargo, sentimos que mucha gente nos sostuvo, rezó por nosotros y nos apoyaron. Creemos que Dios nos dio una plataforma… Sigue haciendo milagros, y Brett es un milagro andante».
El Sr. Yancey comparte un estrecho vínculo con sus tres hijas, a las que entrenó en softball y baloncesto durante su etapa escolar, y la fe que comparte la familia les permite sentirse positivos de cara al futuro.
«Mis hijas son nuestras joyas, y sobre todo las niñas de papá. Mis hijas son positivas, esperanzadas; simplemente creen en la curación completa de su padre», dijo la Sra. Yancey, que admira a su esposo por su entereza y por soportar tratamientos agotadores «a pesar de que podía rendirse en cualquier momento».
«Simplemente sigue luchando por su familia y por darnos más tiempo», dijo. «Simplemente conseguimos quererle cada día. Estoy muy orgullosa del hombre que es, del padre que es, del esposo que es».
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