Los padres del rehén israelí Hersh Goldberg-Polin, de 23 años, que Hamás secuestró en su ataque del 7 de octubre en Israel, hicieron una petición en la Convención Nacional Demócrata (DNC) para que su hijo regrese sano y salvo.
Hamás atacó Israel el 7 de octubre, asesinando a 1200 personas, en su mayoría civiles, y tomando como rehenes a otras 250 personas, entre ellas Hersh Goldberg-Polin, que en ese momento asistía al festival de música Tribu de Nova para celebrar su cumpleaños.
El 21 de agosto en la DNC, sus padres Jon Polin y Rachel Goldberg dijeron que la guerra ha producido un «exceso de agonía» para todos los implicados y que «no hay ganadores» en lo que se ha convertido en una «competición de dolor».
«En un Oriente Medio enardecido, sabemos qué es lo único que puede liberar la presión de forma más inmediata y traer la calma a toda la región: un acuerdo que traiga a casa a este variado grupo de 109 rehenes y ponga fin al sufrimiento de los civiles inocentes de Gaza», afirmó Polin.
En los 320 días transcurridos desde que su hijo fue tomado en cautividad, dijeron Polin y Goldberg, es como si «vivieran en otro planeta».
Más de 100 rehenes permanecen en Gaza, entre ellos ocho estadounidenses. Hasta el 24 de julio, 116 rehenes habían sido devueltos a Israel. Hamás liberó a cuatro; siete fueron rescatados por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), y 105 fueron liberados en un acuerdo de intercambio de prisioneros durante un acuerdo de alto el fuego el año pasado.
«Cualquiera que sea padre o haya tenido un padre puede tratar de imaginar la angustia y la miseria que John y yo y todas las familias de los rehenes estamos soportando», dijo Goldberg.
Según Goldberg, cuando comenzó el ataque de Hamás, Hersh buscó seguridad con un grupo de personas en un refugio antiaéreo. Pero los terroristas lanzaron varias granadas dentro que le volaron el brazo. Después se lo llevaron de vuelta a Gaza, donde ha estado cautivo desde entonces.
Desde aquel día, las familias de los rehenes estadounidenses se reúnen periódicamente y se sienten «alentadas por el hecho de que tanto los líderes demócratas como los republicanos demuestren su apoyo bipartidista a la liberación de nuestros rehenes», declaró Polin.
«Se trata de una convención política. Pero la necesidad de que nuestro único hijo y todos los queridos rehenes vuelvan a casa no es una cuestión política. Es una cuestión humanitaria», añadió.
Las conversaciones sobre el alto el fuego en Gaza se han estancado en las últimas semanas en varios puntos clave, entre ellos si las tropas israelíes permanecerán estacionadas en el corredor Philadelphi, en el sur de Gaza, después de la guerra. Hamás insiste en que las IDF se retiren totalmente o no consentirá el acuerdo. Sin embargo, Israel ha dicho que no aceptará dejar intacta ninguna capacidad militar de Hamás en Gaza, ya que podrían reagruparse y organizar otro ataque contra Israel en el momento en que sus tropas se marcharan.
Con información de Joseph Lord
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