Las draconianas políticas de cero-COVID del régimen chino presuntamente han causado la muerte de otro bebé en la región occidental de Xinjiang.
Los padres de un niño de seis meses acusan a un hospital de Xinjiang de causar la muerte del bebé porque sus políticas de cero-COVID retrasaron el acceso al tratamiento médico.
El bebé Zhang Lingrong y su madre, Zhao Xiulian, permanecieron encerrados en una habitación del Hospital Popular nº 2 de Korla durante cuatro horas y el bebé no recibió ningún tratamiento médico.
La madre y el bebé fueron trasladados al Hospital de la Prefectura de Bayingolin, donde el bebé murió. Zhao afirma que el cuerpo de su hijo permaneció en el suelo durante 28 horas después de su muerte.
Zhao y Zhang Peng, el padre, viven en el complejo residencial Rose Manor de la ciudad de Korla. Zhao es enfermera del Hospital Popular nº 2 de Korla, pero el hecho de ser empleada no ayudó en este caso.
Los posteos de los padres en las redes sociales chinas sobre la muerte del bebé se hicieron virales durante un breve periodo de tiempo. Sin embargo, las autoridades locales retiraron rápidamente la denuncia de negligencia profesional de los padres contra el hospital y les prohibieron hablar del incidente. Un pariente de la pareja dijo que la policía local amenazó a las personas que conocían a la familia para que no volvieran a postear o comentar los posteos de la triste pareja.
Censura reforzada
Zhao posteó un video en Internet, mostrando su documento de identidad como prueba de su identidad. Dijo que su complejo residencial le prohibía salir para poder llegar al hospital con el bebé. Afirmó que el retraso en el tratamiento médico adecuado por parte del Hospital Popular nº 2 de Korla fue la causa de la muerte de su hijo. Califica el incidente de mala praxis médica y exige una explicación al hospital sobre la causa de la muerte de su hijo.
El video ya no está disponible en las redes sociales chinas.
The Epoch Times consiguió acceder al clip de video, pero Zhao y Zhang no pudieron hablar libremente con la edición en chino de The Epoch Times por teléfono cuando el periódico se puso en contacto con ellos el 11 de octubre.
El Sr. Lin (seudónimo), residente en la ciudad de Korla, dijo a The Epoch Times que todos los posteos y videoclips subidos por los padres del bebé habían sido eliminados.
«Las autoridades de Korla intentaron por todos los medios bloquear la noticia, por miedo a que la situación se les escapara de las manos», dijo Lin a The Epoch Times el 11 de octubre.
Un internauta volvió a postear el mensaje de Zhang y su esposa en Twitter.
El Sr. Li (seudónimo), un pariente cercano de la familia, habló en nombre de la pareja silenciada. Relató los dos últimos días de vida del bebé y lo que los padres tuvieron que pasar.
«Zhang Peng no tiene ahora ninguna institución a la que pueda acudir en busca de ayuda, y está muy vigilado por las autoridades», dijo Li a The Epoch Times el 11 de octubre.
La madre se escapa del conjunto residencial
Según el Sr. Li, el bebé había gozado de muy buena salud y no había necesitado ninguna medicación desde su nacimiento. Pero a las 8 de la mañana del 6 de octubre, cayó repentinamente enfermo con fiebre y vómitos.
El padre del bebé trabajaba en Hotan, que está a 600 millas de Korla. El niño vivía con su madre y su abuela.
Zhao llamó al hospital para el que trabajaba y les rogó que admitieran a su bebé. Pero el hospital se negó, diciendo que no admitía bebés durante el confinamiento. El personal médico le sugirió a Zhao que le diera algunas medicinas al bebé.
Zhao intentó bajar la temperatura corporal de su hijo, pero sus síntomas no mejoraron. Vomitó toda la noche y su temperatura subió a 101.3℉ .
A la mañana siguiente, el 7 de octubre, el bebé empezó a convulsionar.
A las 9 de la mañana, Zhao decidió llevar al bebé al hospital, pasara lo que pasara. Sin embargo, los guardias de seguridad del complejo residencial no la dejaron salir.
La madre, desesperada, condujo su coche hasta las vallas, las derribó y se dirigió a toda velocidad al hospital.
Esperó más de una hora para entrar en el hospital
Li dijo que cuando Zhao llegó a la puerta del Hospital Popular Korla nº 2 a las 9:20 de la mañana, no le permitieron entrar.
«Le dijeron a Zhao que no aceptaban pacientes pediátricos durante el cierre», dijo Li.
Zhao se arrodilló en la puerta y rogó a los guardias que les dejaran entrar, pero fue en vano.
Mientras tanto, el padre del bebé regresaba en coche desde la ciudad de Hotan.
Zhao siguió llamando a la comisión de salud de Korla y al centro de prevención y control de la pandemia, pero sus llamadas no fueron contestadas. Al final, tuvo que llamar a la policía local, que se coordinó con el hospital para admitir al bebé. Eran las 10:30 de la mañana cuando finalmente entraron en el hospital. Para entonces, el bebé estaba en estado crítico.
Encerrado en una habitación del hospital durante 4 horas
Al entrar en el hospital, el personal médico encerró inmediatamente al bebé, a su madre y a su abuela en una habitación del departamento de pacientes externos con fiebre.
Esperaron más de 40 minutos antes de que el personal médico viniera a ver al bebé a las 11:10. Pero el personal médico solo tomó una muestra de sangre del bebé y le puso una inyección para las convulsiones.
A las 12:20, el bebé estaba en estado crítico y su abuela golpeó la puerta pidiendo ayuda. Alguien vino y se llevó al bebé para hacerle una tomografía y luego dijo que el bebé tenía un desequilibrio de potasio y sodio. Sin embargo, el personal del hospital no inició ningún tratamiento.
A la 1:30 p.m., Zhang llamó al hospital, instando a que trataran al bebé. Pero los médicos dijeron que estaban durmiendo la siesta y que verían al bebé después.
Cuando los médicos volvieron a trabajar, expulsaron las flemas de la tráquea del bebé y le dieron un sedante. Pero ése fue el único tratamiento.
A las 14:40, el hospital les dijo que no podían tratar al bebé y dispuso que una ambulancia trasladara a la madre y al bebé al hospital de la prefectura de Bayingolin.
La situación no mejoró tras el traslado. Los médicos del hospital de la prefectura les dijeron que el bebé tenía un desequilibrio electrolítico y empezaron a ponerle un goteo intravenoso.
A las 5:02 p.m., el bebé falleció.
Ningún hospital explicó la muerte del bebé
El hospital de la prefectura emitió un certificado de defunción y dijo que los tratamientos eran ineficaces.
«El certificado de defunción no indicaba qué había hecho enfermar al bebé. En el certificado de defunción solo se decía que se trataba de una parada respiratoria y cardíaca», dijo Li a The Epoch Times.
El Hospital Korla nº 2 tampoco dio ninguna explicación, según Li.
Después de que el bebé falleciera, el hospital de la prefectura no quiso enviarlo a la morgue, dijo Li.
«Zhang iba en coche desde la ciudad de Hotan a Korla, y la madre y la abuela del bebé se quedaron en la habitación, con el cuerpo del bebé en el suelo, ya que no había lugar para ponerlo. Permanecieron allí durante 28 horas», lloró Li, «nadie las miró siquiera».
Nadie rinde cuentas
Ni las autoridades locales ni los hospitales han investigado el incidente ni han responsabilizado a nadie de la muerte del bebé.
«El Hospital Popular nº 2 de Korla solo dice que se trata de una negligencia médica, pero nada más», dijo Li.
La policía local advirtió a los padres del bebé que no publicaran nada en Internet.
«Todo lo que Zhang Peng posteó ha sido bloqueado», dijo Li a The Epoch Times. «La policía también llamó a sus familiares, amigos y gente amable que volvió a postear por ellos. La policía los amenazó: ‘No difundan rumores. No publiquen ni le den like [a los posteos de Zhang] hasta que se haya investigado el asunto», dijo Li.
The Epoch Times ha tenido acceso a una grabación de voz de otro residente en el complejo residencial de la familia. El oficial de policía que aparece en la grabación advirtió al residente que no volviera a postear el incidente en Douyin [versión china de TikTok] ni en otras plataformas de redes sociales.
«Borra tus posteos en Douyin [de la muerte del bebé] inmediatamente», dijo el oficial en la grabación.
El residente respondió: «La pandemia no mata, pero el cierre sí. Llevamos más de dos meses encerrados. A ustedes les pagan. ¿Pero quién nos paga a nosotros? ¿Quién paga mi alquiler, mi comida y el préstamo de mi coche?».
The Epoch Times se puso en contacto con el Hospital Popular Korla nº 2, y una mujer que contestó al teléfono se negó a dar su nombre y no quiso dar comentarios.
The Epoch Times se puso en contacto con la comisión de salud de Korla y, al cierre de esta edición, no había recibido respuesta alguna.
En agosto, un niño de 17 meses murió en un hospital de la ciudad de Yili, en Xinjiang, debido a un retraso en el tratamiento médico provocado por las políticas de confinamiento.
Xinjiang ha estado bajo un estricto confinamiento desde agosto en medio de un reciente brote de la pandemia. Algunas ciudades han encerrado literalmente a los residentes cuando están fuera de sus residencias.
Con información de Zhao Fenghua y Hong Ning.
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