Los jefes de seguridad de los países de la asociación Five Eyes han advertido sobre el «sofisticado» robo de propiedad intelectual por parte de China. El director del FBI, Christopher Wray, calificó a China como la «mayor amenaza» para la innovación de los países.
Wray reunió a líderes de la alianza de intercambio de inteligencia Five Eyes (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda) y líderes empresariales el 17 de octubre para discutir sobre la amenaza de China.
La cumbre, celebrada en Silicon Valley, California, marcó su primera reunión pública conjunta, según un comunicado de prensa del FBI.
En la cumbre, Wray dijo que el Partido Comunista Chino (PCCh), que gobierna China como un estado de partido único, estaba robando información sobre inteligencia artificial, computación cuántica, biometría y robótica, entre otros.
«No hay mayor amenaza para la innovación que el gobierno chino, y eso es una medida de la seriedad con la que los cinco miembros de nuestros servicios nos tomamos esa amenaza», dijo, según The Globe and Mail.
Wray dijo que el FBI ha experimentado un «aumento del 1300 por ciento» en las investigaciones en los últimos años relacionadas con «intentos de robar propiedad intelectual u otros secretos por parte de alguna forma del gobierno chino, o alguna rama del gobierno chino».
«No fue hace mucho cuando comprobé que estábamos abriendo una nueva investigación, de nuevo, específicamente centrada en China y sus esfuerzos por robar propiedad intelectual y otros secretos, aproximadamente cada 12 horas», dijo.
El PCCh “va más allá del espionaje tradicional”
El jefe de la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad (ASIO), Mike Burgess, reconoció que «todas las naciones espían» y buscan ventajas estratégicas, pero dijo que el comportamiento del PCCh «va más allá del espionaje tradicional».
Burgess dijo que el PCCh ha participado «en el robo de propiedad intelectual y conocimientos más sostenido, escalado y sofisticado en la historia de la humanidad», y que el alcance del robo no tiene «precedentes».
Dijo que ASIO había frustrado un complot para infiltrarse en una institución de investigación australiana el mes pasado. El caso involucraba a un profesor académico visitante que, como señaló, había sido reclutado por la inteligencia china.
«Su jefe de espías les dio dinero y una lista de compras de requisitos de inteligencia y los envió a Australia. El académico incluso adaptó las tareas de investigación de sus estudiantes australianos de doctorado a sus requisitos de inteligencia”.
«Trabajando con la institución de investigación, ASIO intervino y expulsó a ese académico del país antes de que se pudiera causar ese daño. Este tipo de cosas suceden todos los días en Australia, como ocurre en los países de aquí», dijo, según ABC News.
«Las reglas del juego han cambiado»
David Vigneault, director del Servicio de Inteligencia de Seguridad de Canadá, dijo que, si bien las empresas y universidades occidentales deberían permanecer abiertas a atraer talentos de China, deben comprender que «las reglas del juego han cambiado».
«El Partido Comunista Chino ha aprobado una legislación para obligar a cualquier persona de origen chino en cualquier parte del mundo a apoyar sus servicios de inteligencia», dijo Vigneault en la cumbre.
«Eso significa que tienen una manera de obligar a la gente aquí en nuestros países a decirles, a darles los secretos», añadió.
Un informe del Servicio Canadiense de Inteligencia y Seguridad (CSIS) de 2022 reveló que China ha seguido realizando espionaje contra instituciones académicas, contratistas de defensa y organizaciones de la sociedad civil canadienses.
«Como líder mundial en investigación e innovación, Canadá es un objetivo principal para los esfuerzos de transferencia de tecnología intangible a la República Popular China», se lee en el informe.
«China apunta a la investigación a través de medios legales, ilegales y otros medios no regulados para aumentar su sector de ciencia y tecnología».
El CSIS afirmó que el PCCh había establecido políticas que explotan la «naturaleza colaborativa, transparente y abierta» del sector de investigación e innovación de Canadá para servir a los intereses de China. Alientan a los ciudadanos chinos, empresarios, científicos extranjeros y a la diáspora a cometer espionaje contra empresas e instituciones canadienses.
Matthew Horwood contribuyó a este artículo.
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